El Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud lleva 20 años siendo la herramienta con la que cuenta el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón para mejorar a través de la investigación y la innovación. En otras palabras: “Todo lo que hace el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) revierte en el paciente, en cómo se le trata, en cómo se gestionan los recursos y en cómo se abordan nuevos tratamientos”. Así lo explica su gerente Elena Gonzalvo, quien subraya la importante colaboración que llevan a cabo con otros agentes, desde la Universidad de Zaragoza, el Instituto Tecnológico de Aragón, el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón y la Dirección General de Salud Digital hasta empresas y asociaciones de pacientes.

Prueba de ello es el proyecto 'Inteligencia Artificial distribuida para el diagnóstico temprano de enfermedades con gran prevalencia en el envejecimiento AI4Health', en el que trabaja actualmente el IACS junto a otras entidades nacionales y autonómicas. Este proyecto se centra en siete de las enfermedades prevalentes en la vejez, como puede ser sarcopenia, párkinson, demencia, alzhéimer o cardiopatías varias. Usando como principal arma la inteligencia artificial, aspira a contar en 2025 con una herramienta que ayude a detectar de forma precoz la enfermedad en los pacientes, identificar biomarcadores más eficaces y diseñar mejores tratamientos en base al perfil de cada paciente con el objetivo de conseguir ralentizar el avance de la enfermedad e, incluso, revertir el cambio en el organismo asociado al envejecimiento y que esté vinculado con las distintas patologías.

Una de las fortalezas del IACS son las herramientas que disponen de apoyo a la investigación. Así, cuenta con una Oficina de Proyectos que ayuda a los investigadores a buscar financiación, a redactar propuestas para presentarlas a las distintas convocatorias y en realizar los informes de impacto, entre otros. En el plano más técnico, en el IACS se cuenta con los Servicios Científico Técnicos SCT; laboratorios especializados con personal profesional especializado y equipos de última generación, ubicados en el CIBA. Algunos de estos equipos son únicos en España y permiten llevar a cabo una investigación de frontera.

El objetivo del IACS es mejorar los tratamientos, equipamientos y sistemas de organización del sistema sanitario aragonés. Para ello, trabajan de forma conjunta con otros organismos de innovación en Salud y con varias redes nacionales y europeas. De este modo, forman parte de la plataforma ITEMAS, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, o en REGIC, centrada en la innovación dentro del ámbito de la gestión sanitaria.

Además, el instituto es uno de los referentes nacionales en compra pública de innovación, especializados en el ámbito de la salud. Como expertos, asesoran a las distintas administraciones y entidades sanitarias y les acompañan en este proceso de compra e implantación de innovación. En esta área, cuentan con la Cátedra IACS de Compra Pública de Innovación, que se creó en 2016 y que cada año reúne a expertos nacionales e internacionales para investigar y profundizar sobre las posibilidades que ofrece este tipo de procesos de contratación.

Los avances científicos y de innovación no pueden quedarse solo en la esfera académica; deben llegar a las consultas de los distintos centros sanitarios y tener una aplicación real. Por ello, el IACS ha formado a más de 8.130 profesionales sanitarios aragoneses en el último año en nuevas técnicas y destrezas.
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La formación se lleva a cabo en estrecha colaboración con el sistema de salud aragonés, y las áreas que se abordan tienen como objetivo cubrir las necesidades detectadas previamente en el sistema sanitario. Se han impartido en modalidad 'online' o mixta para garantizar que el conocimiento llegue a todos los rincones de Aragón.

Además, el IACS lleva más de 20 años trabajando para que la evidencia científica llegue en forma de materiales útiles a los sanitarios. Como secretaría de GuíaSalud, dependiente del Ministerio de Sanidad y en el que participan todas las comunidades autónomas, realiza guías de práctica clínica que ayudan a los profesionales a tomar las mejores decisiones en base a los datos. Y, como Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria, revisan toda la tecnología que se usa en las consultas, valorando si es la más adecuada o si existen otras que puedan hacer su función de forma más eficiente y eficaz.