Casalé: el compromiso con el entorno, su razón de ser
Entre los recientes logros de la compañía aragonesa, están la creación de un proyecto de economía circular y el cálculo de la huella de carbono.
E n Casalé, empresa especializada en la gestión de residuos y en el sector de la construcción, el Día del Medioambiente son todos los del año, pues su apuesta por un desarrollo sostenible es la base de su actividad y su razón de ser.
La compañía aragonesa no solo se suma a la celebración de esta jornada que hoy se conmemora a nivel mundial, sino que también está de enhorabuena por su treinta cumpleaños, lo que le permite repasar con orgullo una trayectoria marcada por la innovación y el progreso, que no deja de recibir reconocimientos a su labor.
El último, concedido el pasado 3 de junio, ha sido el Premio MAZ a la Empresa Saludable 2020, que valora el plan Casalé Saludable que, con solo dos años de trayectoria, está teniendo gran impacto en el bienestar de sus trabajadores y en el entorno.
El valor de lo pionero
Dedicada en sus orígenes a obras de construcción tales como demoliciones o movimientos de tierras, fue completando su cartera de servicios con la gestión de residuos, convirtiéndose en 2004 en la primera empresa aragonesa autorizada para valorizar Residuos de Construcción y Demolición (RCD). A este hito le han seguido otros en los que el principal motor ha sido la innovación y el objetivo, el de seguir tratando residuos de tipo industrial para evitar que lleguen al vertedero.
Así, en el pasado año 2020, a pesar de la difícil situación generada por la pandemia, de las 91.300 toneladas de residuos gestionadas por Casalé, el 97,43% fue valorizado y reutilizado. Solo hay que imaginar el impacto ambiental que todo este volumen de residuos, que ocuparían más de cinco veces el estadio de la Romareda, hubiera producido al depositarse en un vertedero, para ser conscientes de la importante labor de la compañía aragonesa. La mayor parte de estos residuos gestionados han vuelto al ciclo de la construcción, bien en forma de áridos reciclados, bien en forma de megalitos convertidos en mobiliario urbano.
Por todo ello, la empresa creó su propio proyecto de economía circular alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y desarrollando el cálculo de su huella de carbono. En él, no solo se elimina el impacto negativo de los residuos en el vertedero, sino que se minimizan el consumo de recursos naturales y las emisiones derivadas de los procesos de fabricación de la compañía.
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