Enrique Barón: "En la Transición no había consenso. Había voluntad de cambiar el país"

Nacido en Madrid en 1944, ha sido ministro de Felipe González y presidente del Parlamento Europeo. De la mano de la Fundación Ernest Lluch, hace unos días dio una conferencia en Zaragoza sobre Enrique Fuentes Quintana.

Enrique Barón, Presidente de Unión de Europeístas y Federalistas de España, en una reciente visita a Zaragoza
Enrique Barón, Presidente de Unión de Europeístas y Federalistas de España, en una reciente visita a Zaragoza
Oliver Duch

Ha participado en el ciclo sobre Enrique Fuentes Quintana, ¿cuál fue su mayor aportación?El tema que he escogido, que es la constitución fiscal de 1978, nos reúne a Enrique Fuentes Quintana como vicepresidente del Gobierno, a Ernest Lluch y a mí en la primera ley de la democracia, que fue la de medidas urgentes de reforma fiscal.

¿Qué aportó?Introdujo el impuesto sobre la renta a las personas físicas. Es un cambio fundamental para que una democracia liberal funcione y es lo que nos posibilitó los Pactos de la Moncloa y el Estado del Bienestar. E introdujimos el delito fiscal, que es un tema de actualidad, y el Impuesto del Patrimonio.

¿Cómo recuerda aquellos años de la Transición?Con mucha emoción y con orgullo no personal, sino como país.

"Eso del consenso se ha idealizado de una manera estúpida. Si se ven los debates en la legislatura constituyente, había posturas muy duras. Lo que sí había era más urbanidad, más contención"

Se habla de esa etapa como el tiempo del consenso.No, no había consenso. Lo que había era voluntad de cambiar el país, de no volver al pasado, y de hacer de España un país normal, un país democrático. Eso del consenso se ha idealizado de una manera estúpida. Si se ven los debates en la legislatura constituyente, había posturas muy duras. Lo que sí había era más urbanidad, más contención. No había tantos golpes bajos y sobre todo personales.

¿La política de hoy es peor que la de entonces?Pues parece que hay un empeño en que se degrade, sobre todo en un sitio que es una escuela de ciudadanía como el Congreso. Yo he vivido 11 años en el Congreso de los Diputados. No quiero opinar como juez. Prefiero un consenso, aunque tenga acuerdos falsos, si se logra con un comportamiento que se base en la urbanidad y en una disposición a la transacción.

¿La política de hoy podría haber hecho una Constitución como la de entonces?A ver qué hacen con la de entonces, que es la que más ha durado en la historia de España. No que la dejen como está, porque hay cosas que hay que modernizar. Yo pienso que la Constitución no son las tablas de la ley. Y en el tema europeo todavía creo que habría mucho que hacer.

"Tenemos que convivir y no se puede vivir de la imposición y del ordeno y mando"

Pero no parece fácil que haya cimientos como para una reforma.Había mucha más distancia entre nosotros, personal, histórica... Tenemos que convivir y no se puede vivir de la imposición y del ordeno y mando. Lo que hizo el pueblo español cuando votó al PSOE con mayoría absoluta, después de que teníamos la Constitución y después del intento de golpe de Estado, fue mandar el espadón al desván de la historia. ¡Y lo que ha cambiado este país!

El debate parece que ahora está muy centrado en Cataluña.El artículo segundo de la Constitución fue un acuerdo revolucionario. Pero no porque fuera nuevo, sino porque lo que hacía era reconocer lo que es España históricamente y reemplazar un modelo hipercentralizado y autoritario. Somos diferentes, pero compartimos la piel de toro, y además la historia. Y una voluntad de vivir en común.

¿Y con el conflicto qué se puede hacer?El conflicto lo tenemos en la vida. En democracia, los conflictos se resuelven votando y llegando a acuerdos. Uno tiene derecho a opinar. Puedes pedir la independencia y puedes pedir también el que se reparta el maná todo el año. Pero es que en Europa y en España lo que hemos hecho es respetarnos y construir la interdependencia. Las pasiones no se controlan, pero lo primero es, en el marco del respeto mutuo y de las normas, resolver los problemas.

¿Qué espera de las próximas elecciones europeas?
Yo espero que siga siendo un parlamento que continúe construyendo Europa. Estamos no en campaña electoral, estamos en campaña de intoxicación, porque parece que hubiera aquí un asalto reaccionario a Europa, con un bloque diciendo que se ha acabado el gran pacto europeo. Nada más lejos de la realidad. En el último eurobarómetro hay una voluntad europea, una intención de voto que sube entre el 10% y el 15%, y hasta el 20% en Finlandia, las repúblicas bálticas, Polonia, Rumanía.

"Estamos no en campaña electoral, estamos en campaña de intoxicación, porque parece que hubiera aquí un asalto reaccionario a Europa"

Después de una carrera dedicada a la política, a la universidad, a Europa, ¿con qué se queda?Yo me quedo con que puedo decir, como Neruda, "confieso que he vivido". He visto que el sueño que tenía, desde que tuve uso de razón política, cuando llegué a la universidad en el año 60, se está haciendo realidad. No es perfecto, pero es un mundo mucho mejor que el que yo conocí. ¿Por qué? Yo lo que quería era que España fuera una democracia y que mirara hacia el futuro y no se enfangara en el pasado y que se construyera una Europa también democrática y unida. No me puedo quejar.

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