El Ministerio descarta cerrar antes de verano la N-260 de acceso a Benasque por las obras
A final de mayo se convocará a los alcaldes y empresarios de la zona para intentar consensuar las fechas del último corte necesario para rematar la mejora.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) descarta cortar antes del verano la carretera N-260, en el tramo entre la localidad de Campo y el Congosto del Ventamillo que da acceso al valle de Benasque, para poder acelerar las obras de mejora por lo que el sector turístico podrá trabajar con tranquilidad en la temporada alta.
La complejidad de los trabajos siempre habían obligado a la empresa adjudicataria, Dragados, a realizar cortes de varias semanas e incluso meses tanto en la temporada de primavera como en otoño, intentando evitar siempre afectar a los períodos de máxima afluencia turística en las campañas de esquí y de verano.
El último cierre se produjo el pasado otoño y se prolongó durante 37 días. Y aunque los vecinos, empresarios y alcaldes de la zona temían que se pudiera producir un nuevo corte esta primavera, Dragados no tiene pensado realizar ninguno “en las próximas semanas”, según confirmaron este martes desde la Subdelegación del Gobierno en Huesca.
Esta buena noticia para el valle supondrá, sin embargo, que el plazo de ejecución se alargue más de lo previsto ya que la última fecha que habían dado desde el Ministerio era que la mejora de la carretera estaría acabada en la primavera de 2024.
Lo que sí se mantiene es la previsión de llevar a cabo un último corte de la carretera para rematar los trabajos de construcción. En este sentido, desde la Subdelegación del Gobierno anunciaron que a final de mes se convocará a los alcaldes de los municipios afectados y a los representantes de los empresarios a una reunión para explicarles la situación y tomar una decisión respecto a las fechas definitivas del cierre "intentando aunar las necesidades técnicas de la obra con los requerimientos del territorio", indicaron. Todo apunta a que será una vez que pase la temporada alta turística.
Los sucesivos contratiempos que ha sido sufriendo este reivindicado proyecto ha elevado el coste ya hasta los 75,7 millones de euros, el doble del precio por el que se adjudicó en su día. Y es que se han tenido que acometer obras de emergencia extra para solucionar desprendimientos.
3,3 km de voladizos y dos túneles
Cabe recordar que las obras consisten en la ampliación de la plataforma de la N-260 desde los 5,5 metros actuales hasta los 8 metros, minimizando la ocupación y el impacto en las zonas más conflictivas que discurren junto al río Ésera mediante la construcción de 3,3 kilómetros de voladizos –losas de hormigón de unas 18 toneladas de media cada– apoyados y anclados a la roca. De esta manera se facilitará el cruce de dos vehículos pesados o autobuses en las zonas en las que hasta ahora no podían coincidir. Además, el proyecto incluye la excavación de dos túneles de 265 metros y 540 metros de longitud, respectivamente.
Además, aunque en principio solo estaban previstos trabajos de conservación y rehabilitación del firme en el tramo del Congosto del Ventamillo por razonas ambientales, finalmente se tuvo que actuar también en él debido a unos derrumbes. Hubo que coser con mallas el tramo, sanear, reponer el muro y colocar algún pequeño voladizo.
