La hortaliza cargada de vitamina A que genera colágeno y ayuda a reducir las arrugas de la piel
Según la Fundación Española de la Nutrición, el aspecto más destacable de este alimento, desde el punto de vista nutricional, es su contenido en vitamina A.
La dieta mediterránea en España es variada y equilibrada, es decir, cumple una de las recomendaciones de los nutricionistas para ser saludable. Lo crucial, por tanto, es que una dieta incorpore todas las vitaminas, minerales y nutrientes esenciales para el organismo. Por eso, no hay que olvidar incorporar alimentos que destaquen nutricionalmente por algo. Como es el caso de la zanahoria, que según la Fundación Española de la Nutrición (FEN): su aspecto más destacable, desde el punto de vista nutricional, "es su contenido en vitamina A".
Una zanahoria de tamaño medio cubre el 89% de las necesidades diarias de la vitamina A, según la FEN. Por tanto, es importante tener en cuenta a esta verdura, que formalmente es la raíz pivotante engrosada de la planta. De color anaranjado y de forma alargada, donde se acumulan los nutrientes necesarios para mantener la parte aérea, de hasta 1,5 metros de altura, que se forma si se deja en el suelo durante el segundo año de crecimiento. Hay que tener en cuenta también, como explican desde FEN, que la variedad silvestre no es apta para el consumo, sin embargo, la cultivada es muy apreciada en España.
La vitamina A de la zanahoria y el colágeno
Otro punto importante es que la vitamina A incrementa la síntesis de colágeno, aumentando la elasticidad de la piel, y posee un efecto regulador sobre la formación de queratina. Además, colabora con la rápida cicatrización de las heridas y con la protección general de la piel.
Sin embargo, la zanahoria no solo posee vitamina A, también aporta vitamina C y vitamina B6, sumado a cantidades considerables de minerales como hierro, yodo y potasio.
Por último, no hay que olvidar que la zanahoria es muy útil para eliminar los cólicos y favorecer la digestión. Además, es un vegetal diurético que evita la retención de líquidos. Y, en verano, facilita el bronceado natural
