La revolución portuguesa y España

La revolución portuguesa y España
La revolución portuguesa y España
Krisis'24

El 25 de abril de 1974, hace ahora cincuenta años, un golpe de estado militar acabó en Portugal con el régimen del Estado Novo (salazarismo) y dio paso a la llamada Revolución de los Claveles. Por aquel entonces, los sistemas políticos de la Península Ibérica eran anomalías autoritarias en una Europa Occidental completamente democratizada. 

El que fueran tan similares los regímenes de dos países "vecinos y hermanos" hacía suponer que la caída de uno de ellos podría leerse como prólogo al derrumbe del otro. Es así como en España entendieron el 25 de abril los unos y los otros, los que deseaban el fin del franquismo y los que hubieran preferido que continuara.

António de Spínola, un general que hasta el mes de marzo había sido Segundo Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, se convirtió en presidente de la Junta de Salvación Nacional y, al cabo de pocas semanas, de la república portuguesa. La idea de que un alto mando militar del régimen pudiera estar a la cabeza de su desmantelamiento resultaba de lo más sugerente, así que hubo quien se lanzó a buscar a un posible ‘Spínola español’. El candidato obvio a ese papel era el Teniente General Manuel Díez-Alegría, hombre de ideas aperturistas y una de las cabezas visibles del reformismo militar durante el franquismo tardío. Por si acaso, el 14 de junio de 1974 el gobierno de Arias Navarro lo destituía como Jefe del Alto Estado Mayor.

En agosto de aquel año de 1974, dos capitanes de ingenieros, Julio Busquets y Luis Otero, viajaban a Lisboa para establecer contacto con el Movimiento de las Fuerzas Armadas y conseguían entrevistarse con el mayor Monge y el teniente coronel Almeida Bruno, dos de sus miembros más conspicuos. Inspirados por el ejemplo portugués, el 1 de septiembre participaban en la fundación de la Unión Militar Democrática (UMD), una organización clandestina que pretendía evitar que las Fuerzas Armadas se convirtieran en un obstáculo para la evolución democrática que se adivinaba próxima. En julio de 1975 fueron detenidos muchos de los miembros más destacados de la UMD, con lo que la organización quedó prácticamente desarticulada. Con todo, su breve existencia tuvo algún efecto sobre el curso de la transición. Durante los años sucesivos, la cúpula militar estaría centrada en mantener la cohesión interna de las Fuerzas Armadas y renunciaría de hecho al papel de guardián de la herencia del régimen franquista.

En varios y relevantes asuntos, la Revolución de los Claveles (1974) parece haber influido de manera decisiva sobre la historia de nuestro país

El régimen político que se creó en Portugal tras el 25 de abril (O Processo Revolucionário em Curso) estaba fuertemente escorado a la izquierda y era visto con recelo por Estados Unidos y otros países occidentales, que lo consideraban una amenaza en potencia para los delicados equilibrios geopolíticos de la época. Para estos países, era importante revertir el proceso portugués, pero también impedir que algo similar pudiera ocurrir en España cuando falleciera Franco. La opción que al final resultó triunfadora, la reforma democrática pactada entre los sectores aperturistas del régimen y una oposición en que la fuerza principal estaba alineada con las socialdemocracias occidentales, garantizaba que los equilibrios entre Este y Oeste no se alterarían. Era precisamente lo que más preocupaba a Estados Unidos.

En el plano exterior, tras la Revolución de los Claveles las colonias portuguesas en África accedieron a la independencia y en todas ellas se implantaron regímenes de orientación socialista, es decir, próximos a la URSS.

España había iniciado en 1974 el proceso de descolonización de la entonces provincia del Sáhara y había pocas dudas de que, tras el fin del franquismo, el Sáhara independiente estaría controlado por el Frente Polisario y seguiría un camino similar al de las antiguas colonias portuguesas. Por entonces, el rey Hassán II consiguió convencer a Estados Unidos de que un Sáhara marroquí era una solución mucho mejor que la aparición de un nuevo satélite soviético en la costa occidental de África. Y es así como llegamos a la Marcha Verde y al Acuerdo de Madrid de noviembre de 1975. También en este aspecto, la Revolución de los Claveles parece haber influido de manera decisiva sobre la historia de nuestro país.

Menéndez Pelayo escribió hace ciento cincuenta años que "una ley providencial y oculta, pero tan evidente como inviolable, lleva por el mismo camino los hados de entrambos pueblos peninsulares, los alza o los abate y los visita simultáneamente con las mismas calamidades en pena de los mismos desaciertos". O de los mismos aciertos. Porque es una regla que parece funcionar para lo bueno y para lo malo.

José Miguel Palacios es doctor en Ciencias Políticas

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por José Miguel Palacios en HERALDO)

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