Antonio García de Diego, sobre Sabina: “El disco de Joaquín con Leiva sigue avanzando, sin prisa”

Benditos Malditos, la banda de Joaquín Sabina, regresa este viernes 17 de mayo a Zaragoza para ofrecer un concierto en la sala Oasis (22.00, 21 euros)

Benditos Malditos, el pasado 4 de mayo, tras un concierto en Monterrey. Antonio García de Diego está a la izquierda.
Benditos Malditos, el pasado 4 de mayo, tras un concierto en Monterrey. Antonio García de Diego está a la izquierda.
B. M. / Meta

A sus 76 años de edad, Antonio García de Diego ha visto y protagonizado un poco de todo en el mundo de la música. El ‘jefe’ de la banda de Joaquín Sabina (aunque rechaza los galones: aquello es la tabla redonda), aterriza este viernes en Zaragoza al frente de Benditos Malditos, al frente de Benditos Malditos, sustento colectivo del sonido del cantautor de Úbeda en los estudios y escenarios del mundo.

Junto al multiinstrumentista forman el grupo Jaime Asúa, Mara Barros, Laura Gómez Palma y Paco Beneyto. Su repertorio en directo es sabinero, y del ‘savoir faire’ que destila este combo de altos vuelos se han beneficiado igualmente estrellas como Ana Belén, Víctor Manuel, Miguel Ríos o Estopa. El concierto es este viernes 17 en la zaragozana sala Oasis (22.00, 21 euros en aragontickets.com)  

Acaban de regresar de una gira por América. ¿Qué tal ha ido esa vuelta a la carretera en México?

Pues ha sido una gira muy especial. Parecíamos un grupo rockero de los 70, en furgoneta por todo el país. Ha sido una paliza muy interesante, muy bonita también, con una docena de conciertos y dos paradas en el DF, con acogidas cariñosas. Nos hemos marcado una vuelta a los años de chavales.

En Benditos Malditos casi toda la banda sabinera. Los aragoneses, eso sí, echamos en falta a Josemi Sagaste y sus vientos.

Josemi está girando con Dalma, hablamos a menudo. Es muy bueno, qué os voy a contar: lo admiro mucho, es mi músico favorito en el grupo de Joaquín, que ya de por sí está lleno de musicazos. Nos hacemos bien el uno al otro

Son muchos años con Joaquín Sabina. ¿Cómo empezó ese amor musical entre ustedes dos?

Con Joaquín empecé haciendo producción en el 87; yo estaba con Víctor y Ana y me llamó. Tenía algo de pudor, el tío ya era una institución. Desde el 93 ya formé en su grupo. Más que dirigir la banda, me encargo de coordinarla, trabajar los arreglos y aprovechar el caudal de talento de todos estos músicos. Obviamente, todos estos años me han dado cierto criterio en cuanto al modo de tratar las canciones, pero no hay directrices escritas; Jaime, por ejemplo, estaba en Alarma, ¿cómo le voy a dirigir?

Regresan a la Oasis, su casa en Zaragoza.

Sí, es el punto de referencia sabinero en Aragón. Hay complicidad con la sala y el público habitual. Con este proyecto de Benditos Malditos empezamos hace más de diez años, primero con Pancho, ahora con los que estamos.

En la última gira de Joaquín, Mara y usted tenían una participación muy especial a mitad de concierto, mientras el jefe se tomaba un respiro.

Mara hacía ‘Yo quiero ser una chica Almodóvar’ y luego entraba yo con ‘La canción más hermosa del mundo’. Es un regalo que nos hace Joaquín, un acto de generosidad, la que me toca es realmente una canción muy hermosa. Resulta rara en mi tesitura, porque la primera parte es muy baja, pero en el estribillo me siento pletórico, la canto con toda la energía que da ese subidón emocional. Tengo un problema con eso: me meto tanto en la canción que a veces me puede la emoción y descontrolo un pelo, pero es que la mezcla entre esa letra y la música es un cúmulo de sensaciones.

Las dos mujeres del grupo son palabras mayores.

Mara es muy artista, en el mejor sentido de la palabra; domina el escenario y maneja muy bien el diálogo con el público, la complicidad, los guiños. La llegada de Laura fue cosa del mánager de Joaquín, Berry; preguntó por bajistas y le hablaron de ella, que había trabajado con Loquillo y otras figuras. Es un gustazo tocar con Laura, es muy musical y estamos muy contentos de que forme parte del grupo.

Se les ve desde abajo y da la sensación de que lo pasan de cine ahí arriba.

Pues es cierto, y lo veo como algo clave. Ahora, por ejemplo, hemos llegado en México a ciudades que no nos esperaban, donde la promo había sido poca y el público no rebosaba la sala, pero no hubo noche en que el público no disfrutara; las canciones de Joaquín son la banda sonora de una fiesta. La gente se siente cómplice, es muy conocedora, degusta lo que hacemos, exige y lo disfruta. También te digo que no somos un grupo tributo, damos nuestra versión de canciones en las que hemos participado.

¿Cómo anda Joaquín en estos días?

Estuve con él en su casa poco antes de salir a México y lo vi muy bien. El disco con Leiva sigue avanzando, sin prisa, a un ritmo aproximado de una canción cada dos meses. ¿Qué pasará después, habrá presentación, gira? El tiempo lo dirá, el físico de Joaquín será decisivo. Ahora todo son hipótesis.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión