Kristi Noem, la mujer que aspira a ser vicepresidenta con Trump y quiere matar al perro de Biden

La gobernadora de Dakota del Sur ha caído en desgracia tras confesar en su última autobiografía, 'No going back', que mató a su propio cachorro y a una cabra porque "olía a rancio"

Kristi Noem
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem
@govkristinoem

No es la primera vez que Kristi Noem habla sobre su vida en un libro. En su estreno literario, 'Not my first rodeo', lanzado en 2022, decidió compartir su infancia en lo más profundo de Estados Unidos -un rancho, batallas en el corral, rodeos...- y cómo logró sentarse en la Cámara de Representantes. No fue un 'best seller' pero tampoco afectó a su trayectoria, la política, porque lo de escribir es sólo una afición para la gobernadora de Dakota del Sur.

Su segunda obra, 'No going back', ha hundido su carrera incluso antes de salir a la venta. Un adelanto de la autobiografía, que llega este martes a las librerías, revela que mató a su perra, Cricket, y también a una cabra porque "olía mal". Una doble confesión que ha dejado a Noem prácticamente sin opciones de convertirse en vicepresidenta con Donald Trump -era una de las favoritas para el puesto- en caso de que el magnate regresara a la Casa Blanca.

Desde que el diario británico The Guardian desvelara algunos pasajes del libro, cuyo título ha resultado premonitorio, la gobernadora de Dakota del Sur soporta un chaparrón de críticas. La han llamado "Cruella", por la malvada de Disney en '101 Dálmatas', "mataperros"... y Hillary Clinton ha rescatado un comentario de 2021 donde decía que "no votes por alguien a quien no confiarías a tu perro". Hasta en las filas republicanas, donde era una de las figuras con más proyección, le han salido también unos cuantos enemigos y medios norteamericanos aseguran que el episodio ha sentado fatal al propio Trump. "¿Qué le pasa?", es lo que cuentan que el expresidente habría dicho a su entorno al conocer el contenido de la autobiografía.

La historia que Noem narra sobre el final de Cricket es munición para los demócratas en plena campaña para las elecciones presidenciales. La perra, un braco de 14 meses, era "la imagen de la alegría pura" pero se comportaba como una "asesina". Eso dice la política republicana, que intentó entrenarla para la caza de faisanes y la mató tras una de esas salidas. El animal arruinó la cacería "volviéndose loca de emoción, persiguiendo a todos esos pájaros y pasando el mejor momento de su vida" y cuando regresaba a casa atacó a las gallinas de una familia con la que la gobernadora se había parado a hablar.

"Agarró un pollo hasta matarlo de un bocado", describe. Lo peor, recuerda, estaba por venir porque el cachorro "se dio la vuelta para morderme". "En ese momento me di cuenta de que tenía que sacrificarla", afirma. Y lo hizo.

De 'ejemplo' a víctima

Noem, de 52 años y ganadera de profesión, comparte también en su nuevo libro que asesinó a una cabra porque olía "asqueroso, almizclado, rancio". Tal vez porque sabía que le iban a llover las críticas explicó que al compartir estos capítulos de su vida pretendía mostrar su voluntad fuera y dentro de la política de llevar a cabo cualquier tarea "difícil" si es necesaria. Incluso sostiene que sus memorias son un modelo para los ciudadanos estadounidenses.

Ahora, en mitad del revuelo por sus confesiones, se presenta como una víctima -al estilo de lo que suele hacer el propio Trump- y sigue sin cortarse en sus declaraciones pese a que muchos analistas dan su ascenso político por acabado. Un problema para ella y también para el expresidente, que ha visto caer en desgracia a una de sus principales candidatas a vicepresidenta después de que Mike Pence, quien ocupó ese cargo durante su mandato, le diera la espalda por el asalto al Capitolio.

La última víctima, al menos dialéctica, de la gobernadora de Dakota del Sur ha sido uno de los perros de Joe Biden, Commander, que arrastra un historial complicado y que, a su juicio, debería correr la misma suerte que Cricket. "Ha atacado a 24 personas del servicio secreto. ¿Cuántas deben ser lastimadas peligrosamente antes de tomar una decisión?", disparó este domingo en una entrevista en la cadena CBS.

Noem se ha mostrado en público como una gran defensora del uso de las armas y es una invitada habitual de las convenciones de la Asociación Nacional del Rifle de EE. UU. En la celebrada el año pasado en Indiana aseguró que su nieta Addie, de dos años, contaba ya con una escopeta y un rifle para garantizar su seguridad.

Pero en las páginas de 'No going back' -también en audiolibro- aparecen más cuestiones espinosas, como un supuesto encuentro de la gobernadora con Kim Jong-un que recogían las primeras versiones de la autobiografía y que en las siguientes se ha modificado. En la misma entrevista en la CBS donde amenazó a Commander matizó que no se produjo tal reunión con el dictador norcoreano y que ni siquiera pisó el país, sino la zona desmilitarizada entre las dos Coreas. Noem va de polémica en polémica aunque esto no es algo nuevo para la política, que con 18 años se colocó la banda de Reina de las Nieves de Dakota del Sur, uno de los concursos de belleza en los que desfiló.

En el lado más radical del Partido Republicano, y orgullosa de haberse convertido (en 2019) en la primera mujer en gobernar Dakota del Sur, la política es conocida por su programa contra el colectivo trans. Basta ver las leyes promovidas en su Estado, donde se levanta el icónico monte Rushmore, para prohibir la participación de estas personas en deportes femeninos en centros educativos con el fin de "proteger a las mujeres biológicas para que compitan en igualdad de condiciones" o para impedir que menores trans reciban tratamientos médicos -hormonales, por ejemplo- porque son "dañinos". En su formación estaban entonces encantados con Noem pero ahora, cuando Trump se juega las llaves de la Casa Blanca, la han sacrificado, igual que hizo ella con el pequeño Cricket.

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