Javier García Ramos ha sido reelegido director de la Escuela Politécnica Superior de Huesca. Afronta este nuevo período con las miras puestas en ampliar la oferta educativa y consolidar la posición de un centro con titulaciones de elevada empleabilidad que año tras año se posiciona entre los diez primeros de España y los 150 primeros del mundo.

¿Qué balance hace de sus primeros cuatro años?

Hago un balance muy positivo. Hemos podido potenciar todos nuestros sistemas de garantía de calidad, de certificaciones y acreditaciones institucionales como centro y también consolidar las relaciones con las empresas e instituciones del sector y hemos puesto en marcha varios laboratorios de investigación.

¿Qué ha quedado pendiente?

Principalmente, la puesta en marcha de varias titulaciones tanto de máster como de grado. Queremos seguir afianzando la investigación y esas relaciones con las empresas. También vamos a trabajar en impulsar la acreditación del Centro en materia de desarrollo sostenible.

¿Qué repercusión tienen esas iniciativas para la Escuela?

Nuestro campus cuenta con unos 400 alumnos y algo más de cien personas entre docentes, personal técnico y de servicios. Para nosotros es muy importante la relación con el entorno, ya sea en lo que se refiere a empresas como a instituciones porque nos impactan directamente tanto a la hora de conseguir fondos para investigación como a la hora de impulsar la empleabilidad de nuestros alumnos. Somos un centro con titulaciones con una empleabilidad muy alta y podemos hacer que los alumnos se coloquen en empresas del entorno por tener una relación muy estrecha con dos sectores, el ambiental y agroalimentario que son punteros en Aragón. Por eso nos interesa estar muy contactados con el sector a nivel de investigación y docencia para que las familias quieran que sus hijos estudien en Aragón con la garantía de que les damos una buena formación y estén bien valorados.

¿En qué línea irán las nuevas titulaciones?

Queremos lanzar un máster para los egresados de Ciencias Ambientales, para que nuestros alumnos de este grado puedan continuar su formación en la Universidad de Zaragoza y atraer a alumnos de otros lugares. Ya tenemos un máster para los ingenieros agrónomos, que es la otra rama de esta escuela, y queremos tener uno relacionado con las ciencias ambientales. En cuanto a los estudios de grado, nos gustaría incorporar uno que encaje con nuestra filosofía de ‘Campus Verde’, que complemente a los otros dos.

¿En qué consiste el ‘Campus Verde’?

Se nos denomina Campus Verde por diversos motivos. En primer lugar, desarrollamos titulaciones que abordan materias relacionadas con el medio natural en diversas vertientes como sostenibilidad, agronomía, economía circular… También la investigación de los diversos grupos está orientada en ese sentido. Nuestra ubicación también nos convierte en un “Campus Verde”. Estamos en un entorno privilegiado a cinco kilómetros del casco urbano de Huesca, contamos con cuatro hectáreas y media de zona verde…

¿Qué medidas concretas se trabajan para consolidar este concepto?

En materia de movilidad, hemos impulsado con el Ayuntamiento un carril bici entre la ciudad y el campus, que está presupuestado y que esperamos que llegue en 2021, estamos instalando puntos de carga de coche eléctrico. Nuestro edificio va a ser uno de los cuatro edificios piloto para el proyecto de edificios sostenibles de la Universidad de Zaragoza, contamos con huertos ecológicos, tenemos una colección de semillas de cultivo ecológico, un olivar ecológico…

¿En qué líneas se investiga desde la Escuela?

La investigación es un proceso de largo recorrido que requiere tanto de recursos materiales como humanos que no surgen de un día para otro. En la Escuela seguimos centrados en líneas de investigación que ya tenemos en áreas como la producción vegetal y animal, protección de cultivos, restauración ambiental, evaluación de suelos, maquinaria agrícola, riegos, producción de catalizadores… que nos generan la infraestructura necesaria para desarrollar proyectos desde Huesca.

¿En qué medida ha trastocado la pandemia los planes que tenía su equipo para 2020? ¿Se puede reconducir la situación?

Nos ha alterado en la medida en que la mayor parte de nuestros esfuerzos se han tenido que destinar a compatibilizar la docencia con la situación de pandemia. Esto ha hecho que algunas otras iniciativas hayan quedado ralentizadas. Uno de los principales cambios ha sido el paso de la docencia presencial a las clases ‘online’.

¿Cree que esta formación telemática ha venido para quedarse?

Creo que al menos parte de la docencia online ha venido para quedarse, sobre todo en materias que son más teóricas. Pero lo que sí que ha venido para quedarse es la relación online con el alumno y entre nosotros en el día a día del Centro la celebración de reuniones del día a día del Centro… Antes era rara la semana en la que no teníamos que ir a Zaragoza por alguna reunión, las tutorías con los alumnos, las tutorías de Trabajos de Fin de Grado… en esos aspectos lo virtual prevalecerá sobre lo presencial, pero en materia de docencia, lo presencial seguirá existiendo y conviviendo.

Afronta el nuevo mandato con un equipo completamente renovado ¿A qué se debe esta renovación?

Hay diversas causas, pero es un proceso natural. De las tres personas que no siguen, una de ellas se jubila, por lo que no puede continuar y las otras dos han decidido dar un paso a un lado para dedicarse a otros asuntos. Solo continúa Mariano Vidal, que se encarga de la Subdirección de Estudiantes y Ordenación Académica. Se han incorporado Pablo Martín, al frente de la Subdirección de Calidad y Relaciones Institucionales y Nieves Latorre, como secretaria. También se han renovado los coordinadores de las titulaciones: Oriol Ortiz es el nuevo coordinador del grado de Ciencias Ambientales y Hugo Malón, del de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural.

¿Qué le va a pedir a su nuevo equipo?

Sobre todo, les voy a pedir compromiso con el Campus, muchas ganas, energía e ideas. Como centro pequeño que somos necesitamos muchas ideas y trabajo para ponerlas en práctica.

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