En 8 meses la acumulación de colchones ha ido generando una imagen insólita en Santa Pola, una especie de bazar al aire libre que sigue aumentando para desgracia del Ayuntamiento. Porque reciclar cada uno de estos colchones le costaría 10 euros: en total 130.000, aunque a los particulares les sale gratis que les recojan el colchón viejo. Se sospecha que los causantes de los abandonos son empresas que deben ocuparse de llevar los colchones a los puntos limpios, por lo que deben pagar en cada caso 10 euros. Muy cerca, en Torrevieja, vienen arrastrando el mismo problema, con 9.000 colchones abandonados en solo tres meses. Allí, comprobaron que, al menos, una empresa que se ofrecía como punto limpio exprés abandonaba la mercancía en la calle. Un hallazgo que por sí solo no explica la magnitud de un problema que puede costarle al municipio cerca de 170.000 euros.