El azafrán
Una especia para gourmets y amantes de la gastronomía.
Aunque el uso del azafrán es muy antiguo, no siempre ha estado relacionado con la cocina. Tras utilizarse como medicina y colorante, el azafrán pasó a convertirse en una de las especias más caras del mundo. España es el segundo país productor del mundo y la comarca turolense del Jiloca, una de las más destacadas del país.
El azafrán aparece como condimento en muchos platos, especialmente en los arroces, donde aporta color, sabor y un aroma característico. Su laboriosa recolección (una por una y a mano) y la necesidad de utilizar unas 150 flores para obtener cada gramo de azafrán tostado, hacen que sea un producto caro en el mercado y propio de gourmets, pero también un ingrediente imprescindible en los mejores fogones.
Es importante destacar que esta especia, originaria de Asia, se utiliza en muy pequeñas cantidades, en torno a un pistilo por ración. Un truco de cocina: se recomienda machacar las hebras en un mortero y ponerlo a remojo unos minutos antes de incorporarlo para que se distribuya mejor por los alimentos.
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