TRIBUNALES

Un juez vincula un crimen de Alagón con una red de extorsión de la ribera del Ebro

La investigación la inició la Guardia Civil en Logroño y la instrucción del caso la está llevando un juzgado de Pamplona, que ya ha enviado a varias personas a prisión.

El lugar del crimen. La disputa que terminó en homicidio se produjo en la puerta del bar Los Panaderos, propiedad del padre de Rafael Viñuales, en prisión preventiva por estos hechos.
Un juez vincula un crimen de Alagón con una red de extorsión de la ribera del Ebro
HERALDO

La investigación del homicidio de Juan Gonzalo Escolano, alias 'el Chino', ocurrido el 8 de septiembre de 2010 durante una reyerta ocurrida en Alagón, se ha vinculado ahora con una trama de extorsión formada por dos grupos de delincuentes de la ribera alta del Ebro, ubicados en La Rioja y Navarra. El Chino, de 25 años, murió de un disparo cuando se estaba enfrentando a Rafael Viñuales Kleinle, alias 'el Rafita', de 28 años, a quien reclamaba un dinero por una deuda de drogas.


Ahora se está investigando si esa red había contactado con el Chino para que, en compañía de otros, fuera a Alagón a cobrar al Rafita el dinero que le reclamaban por una compra de 'speed'. En principio, la cuantía de lo que les debía ascendía a 1.000 euros, pero con los particulares 'intereses' impuestos por las bandas esa suma había ascendido a 13.000. Además, los intermediarios decidieron exigirle 16.000 para sacar una tajada por el trabajo.


Previamente a estos hechos, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Logroño tenía abierta una investigación por tráfico de drogas y extorsión contra dos grupos de delincuentes que se movían por diferentes localidades de La Rioja, como Rincón de Soto, y Navarra, entre estas Tafalla, Tudela o Lodosa. A través de escuchas telefónicas, los agentes descubrieron que el día de la muerte de Juan Gonzalo Escolano, así como los siguientes, cruzaron numerosas conversaciones en las que se hablaba del homicidio. En un primer momento, creían que quien había muerto era el Rafita, y no le dieron mayor importancia. Pero uno de ellos les sacó de dudas y les dijo: «El Chino ha chinao». Posteriormente hay otra que dice: «El muerto es el nuestro».


Tras estas grabaciones, la Guardia Civil arrestó a varias personas por delitos de extorsión con resultado de homicidio y el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona las envió a prisión preventiva.


Los agentes averiguaron que unos días antes del homicidio los miembros de la red hablaron de obtener dinero urgentemente, puesto que necesitaban reunir una fianza de 23.000 euros para sacar de la cárcel a uno de ellos. En la lista de sus deudores estaba Rafael Viñuales Kleinle y contactaron con un vecino de Utebo para decirle que se pasara por Alagón a cobrarle. El utebano, a su vez, llamó a otro y se pasaron dos o tres veces por Alagón y por el bar del padre del Rafita, Los Panaderos, para inspeccionar el terreno. Al final, se pusieron en contacto con El Chino y tres más y les pidieron que fueran ellos.


La tarde del 8 de septiembre, los cuatro se presentaron en casa del Rafita, reventaron la puerta y, al no encontrarlo, fueron al bar de su padre, donde lo localizaron. En la puerta del local, tras situarse estratégicamente, se enfrentaron con él. El Chino esgrimió una navaja con la que le llegó a cortar en un muslo al Rafita. Posteriormente, según el auto de prisión, este se echó mano a la cintura, sacó un arma y disparó. Luego, su padre cogió la navaja del fallecido y su camiseta y los 'cobradores' se dieron a la fuga.


El arma artesanal no se usó


No obstante, el arma del crimen no ha aparecido nunca. Contrariamente a lo que, por un error de interpretación, este periódico informó el 16 de mayo, la pistola artesanal que la Guardia Civil encontró en casa del Rafita no fue la empleada para matar a Escolano, representado por Javier Notivoli. En el informe del Laboratorio Central de Criminalística se dice que el arma, construida con dos tubos metálicos, es apta para disparar cartuchos del calibre 22 Long Rifle, cuando el proyectil que mató a Escolano fue uno del calibre 6,35 y fue percutido por una pistola de características similares a las que poseen, entre otras, las de la marca Browning.


Además, en el cacheo personal que se efectuó a Rafael Viñuales al ser detenido, la Guardia Civil encontró otro casquillo del mismo calibre (de un proyectil ya percutido) en la cintura de su chandal. Su abogado, Esteban León, mantiene que procede de la misma pistola que mató a Escolano y que no la llevaba su cliente sino alguna de las personas que fueron a cobrarle la deuda.