ZARAGOZA

Vecinos del Picarral se quejan de malos olores

El departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento señala la situación meteorológica ?anómala? de este año como explicación del aumento de molestias, mientras que las empresas dicen que la intensidad media de percepción es ?muy baja?.

Representantes se Syral y Saica junto al presidente de la asociacion de vecinos del Picarral
Los vecinos del Picarral se quejan del olor del barrio
E. L.

Huele y hay que seguir trabajando. Esto es lo que piensan los vecinos del Picarral sobre los olores del barrio y así se lo han hecho saber a los representantes de Saica y Syral, antigua Campo Ebro. Ambas empresas han explicado este martes el resultado del estudio olfatométrico realizado entre julio de 2009 y 2010 en la zona.


Esta iniciativa, pionera en España, ha medido el impacto medio de los olores en 96 puntos de este zaragozano barrio durante todo un año. El estudio se realizó en una malla de 2,8 kilómetros con casi 2.500 mediciones. El resultado ha sido que en las parcelas próximas a las fábricas continúa el mal olor, lo que supone un 3,2% de las percepciones de Saica y un 4,4% de Syral, unas medias “muy bajas” según el estudio.


Tanto el director de Energía y Servicios de Medioambiente, Calidad y Prevención de Saica, Antonio Pérez, como el responsable de Medio Ambiente de Syral, Leonardo González, han destacado el compromiso de las empresas con el barrio y su vocación de mejora. Este año han invertido 3 y 11 millones de euros, respectivamente, para paliar estas molestias. Entre las mejoras se encuentra el aumento de la altura de la chimenea de Syral en 20 metros.


En comparación con estudios realizados en años pasados la reducción del olor “es muy importante” y su intención es “seguir mejorando” siempre que la tecnología lo permita, señalaba Antonio Pérez.


El técnico del ayuntamiento de Zaragoza, Javier Celma, ha señalado que este era “un buen estudio”, aunque si se hubiese realizado en 2011, los resultados hubiesen sido otros debido a la situación meteorológica “anómala” en lo que llevamos de año.


Celma ha señalado hasta este mes de noviembre, la temperatura ha aumentado 1,7 grados por encima de la media habitual, lo que ha provocado que incluso “las fábricas que ya no olían hayan vuelto a oler”.


El Ayuntamiento mantiene reuniones con las fábricas para trabajar desde el origen del problema y evitar que en circunstancias “normales” todo ese olor no salga de las fábricas, así como tratar de reducir lo máximo posible las molestias a los vecinos.