TRANSPORTE A PLAZA

Los trabajadores de Plaza Imperial recogen 2.000 firmas para pedir mejoras en el autobús

Un autobús llegando a Plaza Imperial.
Los trabajadores de Plaza Imperial recogen 2.000 firmas para pedir mejoras en el autobús
P. F.

Ir en bus a Plaza es una odisea y además es caro. Los usuarios de la línea de autobús Zaragoza-Plaza-Aeropuerto, «hartos» de las deficiencias de la línea, han comenzado una recogida de firmas para pedir mejoras. En tres meses llevan 2.000 apoyos.


En su escrito piden un abono de transporte a precio reducido (ahora el billete sencillo cuesta 1,60 euros y no hay ningún tipo de descuento ni tarjeta); mejoras en las frecuencias (actualmente, media hora de lunes a sábados laborables y una hora en festivos) y la instalación de marquesinas en las paradas.


«Empecé en diciembre a coger firmas en mi tienda. Estamos hartos y pensé que algo hay que hacer. Después se sumaron otras tiendas del centro comercial y muchos clientes nos apoyan», cuenta Andrea Lázaro, encargada de las tiendas Quicksilver y Roxy e impulsora de esta iniciativa. Esperan llegar a las 3.000 firmas y las entregarán en el Ayuntamiento de Zaragoza.


«Yo no tengo coche y voy normalmente a trabajar en autobús. Al principio trabajaba a turno partido, me pegaba todo el día en el bus. Es mucho gasto y una pérdida de tiempo», añade Andrea, zaragozana de 26 años, que lleva casi dos empleada en Plaza Imperial.


Los trabajadores de Plaza Imperial también han creado un grupo en FacebookPor un transporte digno a Plaza») y han trasladado sus quejas al Justicia de Aragón. Esta institución ha pedido al Ayuntamiento que lleve a cabo las propuestas de los usuarios: un abono a precio reducido, mejoras en las frecuencias y el desdoblamiento de la línea (un servicio a Plaza y otro distinto al aeropuerto).


Solo en Plaza Imperial trabajan 2.500 personas y el centro comercial recibe diez millones de visitantes al año. Un sábado puede atraer a 50.000 personas, de las que el 90% acuden en coche y el 10% en autobús, según datos de Plaza Imperial. A estos hay que añadir los trabajadores del polígono, que mayoritariamente usan el vehículo privado.