POR RECORTE PRESUPUESTARIO

Los centros cívicos, sin programación hasta Navidad

El Ayuntamiento de Zaragoza cancela la campaña de 'Vamos al Teatro' (en la que participaban miles de niños) y otras actividades gratuitas o de bajo precio en los 22 centros culturales de los barrios.

Imagen de archivo del centro cívico de La Almozara
Los centros cívicos se quedan sin programación hasta Navidad por el recorte presupuestario
HERALDO

Durante la campaña para la elección de la capital cultural de 2016, los responsables culturales del Ayuntamiento sacaban pecho y presumían de la red de centros cívicos y su programación cultural para los barrios. Ha pasado la época de los fastos y ha llegado la realidad: el Ayuntamiento ha suspendido la programación de los centros cívicos hasta fin de año.


El Ayuntamiento ha cancelado la partida presupuestaria de programación hasta Navidad (aunque no ha informado públicamente de este recorte y no ha querido confirmarlo a HERALDO.es). Los grupos que ya habían sido contratados han sido informados en los últimos días, según diversas fuentes consultadas.


Los 22 centros cívicos municipales disponen de un presupuesto anual para programación (este año, de 449.000 euros, según apunta el Ayuntamiento), que cada uno distribuye a lo largo de todo el año. La programación desde septiembre hasta Navidad estaba prácticamente cerrada y el dinero reservado para ello. La decisión de suspender esta partida (y, por lo tanto, numerosas actividades culturales en los barrios) se ha comunicado después de las vacaciones de verano y ha pillado por sorpresa a los afectados.

Sin teatro para escolares

Fuentes de Participación Ciudadana del Ayuntamiento afirman que “no se ha suspendido ninguna actividad”. Pero, como ejemplo, la campaña de 'Vamos al teatro', que iba a comenzar en breve, ya se ha anulado. Los grupos de teatro que estaban contratados han recibido en los últimos días la comunicación del Ayuntamiento.


La campaña de 'Vamos al teatro' iba a cumplir este otoño su 20º aniversario. Ha conseguido llevar al teatro por un precio módico (gratis o 2 euros) a miles de escolares de la ciudad. Además, el recorte presupuestario afecta a otras actividades como conciertos, cuenta-cuentos, títeres, magia... La campaña de Navidad en centros cívicos también está en el aire. En todo el año pasado, los centros cívicos tuvieron un total de 3.553.420 usos.


Los centros cívicos no tienen dinero para programar ningún espectáculo. La única excepción es si algún grupo actúa 'por la taquilla': cobrando entrada para sufragar los gastos, pero sin ninguna subvención municipal. Sí que continúan sin cambios las actividades ordinarias y los servicios de los centros, como cursos, biblioteca, ludoteca o servicios sociales.


“Hace unos días nos avisaron de que este año no se hacía la campaña de 'Vamos al teatro'. Es una pena. Teníamos mucha ilusión y lo habíamos preparado de manera especial, en su 20º aniversario. Confiamos en que aún se pueda arreglar, buscando algún patrocinador privado Hay muchos niños que sin estas campañas no podrían ir a actos culturales”, afirma Azucena Gimeno, directora del grupo Caleidoscopio Teatro.


“Los centros cívicos hacen una gran labor para promover la cultura en los barrios. Es muy preocupante la sensación que está transmitiendo el Ayuntamiento de que la cultura es prescindible. No podemos permitir que Zaragoza solo tenga cultura la semana de las fiestas del Pilar”, subraya Azucena Gimeno.


El recorte afecta a los usuarios y a los grupos teatrales o artísticos, que dependen en gran parte de los contratos de las administraciones públicas. Caleidocopio Teatro es una compañía formada por seis personas y lleva 27 años actuando. Otro grupo que se ha quedado sin actuaciones es Brújula de Papel, con año y medio de vida y tres socios.


“Hace tres meses que teníamos apalabradas las actuaciones: 11 representaciones dentro de la campaña de 'Vamos al teatro' y de la de Navidad en los barrios rurales, más otra en un centro cívico. Nos avisaron a principios de septiembre y nos lo han confirmado hace unos días”, cuenta Iván Ramos, socio de Brújula de Papel.


“Somos una compañía emergente y dependemos de estas contrataciones. Se están cargando la cultura de base. Ahora nos queda buscarnos la vida o cobrar entradas más caras”, apunta Iván Ramos. Una entrada subvencionada para el teatro cuesta 2 euros; sin apoyo institucional, puede costar unos 10.