ALUVIÓN DE PETICIONES DE AYUDA

Las entidades sociales, desbordadas por la demora en las ayudas públicas

Las organizaciones, que sirven de colchón a muchas familias, admiten que «no llegan» a atender toda la demandaLos centros municipales citan para dentro de dos meses y las ayudas tardan hasta seis.

Voluntarios de Cruz Roja en un almacén donde se distribuyen los alimentos.
Voluntarios de Cruz Roja de Zaragoza, en el almacén donde se distribuyen los alimentos.
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Se han convertido, a la fuerza, en colchón de numerosas familias. El colapso que sufren los servicios sociales municipales, que denunciaron hace unos días los propios trabajadores, ha disparado las peticiones de ayuda a las entidades sociales que trabajan en la ciudad. Las ayudas públicas de urgente necesidad tardan hasta seis meses en concederse y mientras tanto son colectivos como Cruz Roja, El Refugio o Cáritas quienes se hacen cargo de quienes apenas tienen nada. La demanda se ha disparado tanto que las entidades ya no ocultan que están desbordadas.

«Los servicios sociales no llegan, pero nosotros tampoco», asegura una de las trabajadoras sociales de Cruz Roja. En esta organización, se han aplicado ayudas concretas contra la crisis a más de 3.600 usuarios, lo que supone un incremento de más de 1.000 personas respecto a 2009. También su programa contra la pobreza y la exclusión social se ha incrementado en más de 2.000 usuarios, rozando ya las 8.500 actuaciones.

«El año pasado ya se incrementaron las ayudas de alimentos, ropa y 'kilts' de higiene en un 34% y este año serán más», apuntó esta trabajadora. Solo este año, la asamblea provincial de Cruz Roja en Zaragoza tiene previsto repartir alrededor de 960.000 kilos de comida, un 371% más que en 2010. Además, también cuentan con campañas de ayudas para libros y material escolar, donde el aumento de la demanda ha obligado a cerrar el plazo de solicitudes antes de tiempo.

En los programas de Ozanam, el Refugio o Cáritas la demanda también se ha multiplicado. «Cada vez viene más gente y no podemos hacer frente. Lo que podemos ofrecerles son ayudas puntuales de alimentación, ropa, libros o algún pago de la luz o el alquiler, pero son ayudas momentáneas que no solucionan el problema real», explicaron desde Cáritas. Además, cada vez les resulta más complicado poder atender a todos los usuarios.

En la Hermandad del Refugio, por ejemplo, el programa Gota de Leche tiene pendientes alrededor de 50 solicitudes. «De verdad que no llegamos», asegura la coordinadora de esta actividad.

Pero no solo ha aumentado la demanda, sino que también ha cambiado el perfil de quien pide ayudas. A los inmigrantes y personas en riesgo de exclusión social se suman familias zaragozanas que hasta ahora habían tenido una situación normalizada. «Acuden familias que, tras perder el trabajo, el paro y el subsidio, agotar sus ahorros y llevar meses esperando ayudas municipales, se ven obligados a venir aquí», aseguran desde Ozanam. Además, «acuden tarde, cuando ya lo tienen todo perdido, porque les da vergüenza», añade.

La ayuda más demandada es el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI). Las solicitudes rondan las 100 mensuales y se prevé que a finales de año superen las 3.000, según afirmó el director del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Francisco Peña. Las peticiones de ayudas de urgencia también han aumentado.

«Piden todas las opciones, pero el IAI, de mayor cuantía, les ayuda a vivir mejor un tiempo», afirma una de las trabajadoras sociales del centro municipal de Oliver. En su opinión, el retraso en las citaciones y en la asignación de las ayudas «se debe al aumento de la demanda y a que solo tenemos 20 minutos para cada visita, y muchas requieren más tiempo», asegura.