CONSUMO

La superficie de los grandes centros comerciales de Zaragoza se duplica en 6 años

En la capital aragonesa ya hay 500 metros cuadrados por cada mil habitantes, un 70% por encima de la media nacional.Los expertos hablan de «saturación» y avisan de que el mercado «no da más de sí».

Imagen del centro comercial Grancasa, el pasado mes de diciembre.
La superficie de los grandes centros comerciales de Zaragoza se duplica en 6 años
ARáNZAZU NAVARRO

30 años después de que se abriera el primer hipermercado de Aragón, el Alcampo de Utebo, el furor vivido en Zaragoza y su entorno por las grandes superficies parece haber tocado techo. Desde que en el año 2005 se levantó la moratoria a este modelo de negocio, se ha duplicado el número de metros cuadrados de grandes centros comerciales: en solo seis años se ha pasado de 245.506 metros cuadrados a 486.796. Y eso solo los que están abiertos. Con la segunda fase de Puerto Venecia y el centro comercial de Valdespartera, Zaragoza superará los 600.000 metros cuadrados de centros comerciales.


Pero el hecho de que se haya disparado la superficie comercial (en Zaragoza y su entorno hay 12 complejos comerciales en gran superficie) no ha ido acompañado por un incremento de la población semejante. Si en la provincia había en 2005 un total de 912.072 zaragozanos, el último dato publicado del padrón municipal confirma un crecimiento demográfico de solo un 6,3%, hasta los 970.313 habitantes.


Con estos datos, por cada mil habitantes hay 501,69 metros cuadrados de gran superficie comercial, un 70% por encima de la media nacional (295,50). ¿Son viables tantos metros para una población que apenas crece y en plena crisis económica, con un descenso continuado del consumo?


El secretario general de la Federación de Empresarios del Comercio y los Servicios de Zaragoza, Vicente Gracia, dejó claro el pasado viernes que existe un «desequilibrio» que pone en peligro la supervivencia de los establecimientos más pequeños, instalados en la ciudad consolidada (en total, en la capital hay 1,2 millones de metros cuadrados dedicados al comercio). El presidente de la entidad, José Antonio Pueyo, lo tiene claro: «Hay muchos metros comerciales y poco consumo». A su juicio, «el modelo impulsado por la DGA no ha sido del todo claro y se está desertizando el gasto comercial en el centro de la ciudad en favor de la periferia».


Además, dos de los últimos en abrir sus puertas, Plaza Imperial (127.400 metros cuadrados) y Puerto Venecia (83.000), son los mayores complejos comerciales. Sus promotores admiten que el mercado de las grandes superficies en Zaragoza capital no da más de sí. Preguntado por si cabe algún centro comercial más en la ciudad, el director institucional de Comunicación de Puerto Venecia, Salvador Arenere, es claro: «Yo no lo veo». A su juicio, ante el descenso de consumo por la crisis económica, el sector de las grandes superficies está abocado a vivir «un proceso de reordenación en el que primará la especialización».


En este sentido, recuerda cómo Puerto Venecia adaptó sus planes y pospuso la apertura de la segunda fase del complejo a 2012, con un nuevo Corte Inglés de 22.500 metros comerciales como locomotora, para sortear los rigores de la crisis. Pablo Valera Balbuena, director de márquetin de Plaza Imperial, habla a las claras de «saturación» y subraya que «ya no hay sitio para más grandes superficies». «Como hay que repartir más el pastel, el reto es diferenciarse», afirma.

Iosu Sanz, de Eroski, explica que «la población es el referente» a la hora de poner en marcha una iniciativa comercial de gran formato. Dice que los grandes centros comerciales tienen una gran flexibilidad, con lo que se pueden adaptar a los cambios en materia de consumo, y cree que el modelo de los grandes centros comerciales tiene futuro. Pero también es consciente de la situación y deja claro que Eroski, que opera en Plaza Imperial, no tiene previsto acometer nuevos hipermercados en la ciudad. «En un lugar con una oferta muy competitiva y complementaria, no parece que sea el momento más idóneo», dice.


Francisco Salinas, de Carrefour Augusta, admite que la situación es «complicada» y que no se puede seguir actuando como antes de la crisis. «La bajada del consumo está creando problemas a algunos operadores. Pero abogamos por la libertad de comercio y en el momento que llega otro hay que luchar», dice. En la misma línea, Susana Betrán, directora de Grancasa, cree que «la competencia es sana y el cliente sale ganando». Y concluye: «En este escenario global, los centros comerciales tenemos nuestro hueco. Al final, será el cliente el que dirá si somos muchos o pocos».



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