MEDIO AMBIENTE

Zaragoza tiene niveles altos de partículas en suspensión

La Comisión destaca que la ciudad no tiene un plan de calidad del aire y niega que el problema se deba a las condiciones climáticasEl Ayuntamiento alega que la tendencia de este tipo de contaminación es descendente y que cumplir la normativa es "casi imposible".

Uno de los paneles que informan sobre la calidad del aire.
Zaragoza tiene niveles altos de partículas en suspensión
C. MONCíN

La UE mantiene a Zaragoza como una de las zonas de España en las que los niveles de partículas en suspensión superan los valores límite establecidos en la legislación comunitaria. La Comisión Europea ha iniciado un procedimiento de infracción contra España por este tipo de incumplimientos, y dentro de la documentación con la que justifica la medida se hacen dos afirmaciones especialmente llamativas sobre la capital aragonesa: que no tiene un plan para mejorar la calidad del aire y que, en contra de lo que suele decir el Ayuntamiento, el exceso de micropartículas no puede atribuirse a las condiciones climáticas.

El Consistorio, por su parte, reconoce el problema y admite que hay que reducir los niveles de partículas en suspensión. No obstante, destaca que en los últimos años la tendencia "va claramente a la baja" y alega que la normativa europea es "casi imposible" de cumplir.

Las partículas que se encuentran suspendidas en el aire son un tipo de contaminación atmosférica que debe controlarse por sus efectos sobre la salud. Se trata de sustancias de distinto origen -polvo, polen, hollín, humo?- que, debido a su tamaño, resultan imperceptibles. Se les denomina con las siglas PM10, ya que su diámetro es inferior a las 10 micras, es decir, a una centésima parte del milímetro.

Su tamaño hace que las PM10 sean inhaladas por las personas y lleguen con facilidad al sistema respiratorio causando efectos adversos: tos, asma, agravamiento de otras enfermedades respiratorias? Los principales focos de generación de estas partículas son el tráfico, la industria, las obras y las calefacciones. No obstante, también están presentes en el aire por causas naturales, ya que el viento arrastra muchas sustancias. De hecho, las intrusiones de polvo sahariano son otro factor que suele disparar los niveles.

Desde el 1 de enero de 2005, la cantidad de PM10 no debe superar una determinada media anual. Además, también hay un límite diario que no debe rebasarse más de 35 jornadas por año. Sin embargo, en Zaragoza esos umbrales se superaron en los cuatro últimos ejercicios con datos -de 2005 a 2008-.

Unas 50 zonas en toda España

En toda España hay medio centenar de zonas que sufren el mismo problema, por lo que el Gobierno central intentó que el Ejecutivo comunitario concediera a todos esos territorios una prórroga hasta junio de 2011 para poder cumplir los límites de PM1O. Casi todas esas solicitudes han sido rechazadas porque no cumplían los requisitos exigidos por la legislación.

En el caso de Zaragoza, la Comisión la ha denegado "porque el hecho de que no se respeten los valores límite no puede atribuirse principalmente a unas condiciones climáticas adversas y porque no se ha demostrado que pueda cumplirse el valor límite diario cuando termine el periodo de exención".

"Los datos anuales muestran que Zaragoza distaba mucho de respetar los valores límite anual y diario -dice también el documento-. Habría que adoptar medidas de reducción con un fuerte impacto inmediato. Sin embargo, la Comisión observa que no se ha adoptado ningún plan de calidad del aire".

"Sensible mejoría" en 2009

Javier Celma, director de la Oficina de la Agenda 21 del Ayuntamiento, explica que, aunque los datos de PM10 de 2009 no han terminado de procesarse todavía, se ha observado "una sensible mejoría". Además, insiste en que, ya que la normativa sobre calidad del aire es "casi imposible" de cumplir, lo importante es que en los últimos años la tendencia "va claramente a la baja".

"Cuando yo llegué al Ayuntamiento casi se puede decir que en Zaragoza se respiraba hollín -recuerda Celma-. Poco a poco conseguimos cumplir la legislación, pero luego volvieron a endurecerla mucho. Es frustrante, porque ni Zaragoza ni el resto de ciudades españolas pueden cumplir esos límites", insiste este técnico aludiendo a las entradas de polvo sahariano cuestionadas por la UE.

Celma subraya también que en Zaragoza la presencia de micropartículas de metales pesados es "mínima", por lo que el riesgo para la salud es mucho menor. Además, recuerda que los niveles más altos de PM10 se produjeron en los años de las grandes obras (los cinturones, Valdespartera...) y que con el el tranvía, las bicis y otras medidas la presencia de PM10 caerá aún más. "En cualquier caso, se notará a largo plazo", avisa.