MEDIO AMBIENTE

La DGA presenta una queja en Europa por las afecciones de la mina de Borobia

Insiste en que el proyecto vulnera nueve directivas europeas y que tendrá implicaciones medioambientales y sociales en Aragón.

El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón ha enviado una queja a la Comisión Europea en la que alerta del incumplimiento del derecho comunitario en relación al proyecto de la mina de magnesitas de Borobia (Soria), por sus numerosas afecciones a valores medioambientales y sociales del territorio de Aragón.


El departamento reiteró en un comunicado que además de esta actuación se recurrirán todos los actos administrativos que vayan en contra de los intereses de las zonas afectadas por esta explotación. Según la documentación remitida, el proyecto vulnera nueve directivas europeas en materia ambiental y en cuestiones de procedimiento.


Entre los incumplimientos detectados por el Gobierno de Aragón destaca el de la directiva relativa a las repercusiones medioambientales de determinados proyectos públicos y privados sobre este mismo asunto.


El Gobierno de Aragón informa de que no se tuvo oportunidad de participar en la fase de consultas previas, a pesar de que en septiembre de 2005 ya se solicitó ser parte interesada en el procedimiento, condición que no fue reconocida hasta mayo del año 2009. Este impidió dicha participación dado lo avanzado de la tramitación del proyecto.


El incumplimiento del trámite de consultas previas a la Comunidad, y en consecuencia de parte de lo dispuesto por esta directiva, supone que el estudio de impacto ambiental no ha valorado de forma suficiente todos los efectos medioambientales que esta explotación pudiera tener en territorio aragonés.


Destaca también la proximidad de la explotación las Zonas de Especial Protección para las Aves de Sierra de Moncayo-Los Fayos y Sierra de Armas, y a los Lugares de Importancia Comunitaria de Sierra del Moncayo, Barranco de Valdeplata y Cueva Honda.


Igualmente, la explotación se encuentra muy cercana al nacimiento del río Manubles, del que prevé la detracción de caudal para la explotación, y a las cabeceras de los ríos Ribota e Isuela, todos ellos en excepcional estado ecológico en sus cursos altos y con abundantes aprovechamientos de sus recursos subterráneos y superficiales.


Pese a la incidencia que esta explotación puede tener en territorio aragonés y la escasa distancia de la explotación a estas zonas y a los núcleos urbanos de Purujosa, Calcena y Pomer y a los mencionados puntos de interés medioambiental, no se han tenido en cuenta en la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto.