JMJ

Familias y voluntarios afirman que Zaragoza «se ha llenado de color» gracias a los peregrinos

Califican el encuentro de «multicultural» y «enriquecedor» porque en él distintos jóvenes de todo el mundo podrán compartir su fe y sus creencias.

Un grupo de italianos, tras visitar La Seo
Zaragoza vibra con los jóvenes peregrinos
J. M. ALBALAD

Un total de 170 voluntarios y 115 familias de Zaragoza acogen desde el jueves pasado y hasta el lunes a cerca de 4.000 peregrinos de más de 30 países de los cincos continentes en los 'Días en las Diócesis', previos a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2011, presidida la semana que viene en Madrid por el Papa Benedicto XVI, quienes han asegurado que la ciudad «se ha llenado de color» en un encuentro «multicultural» y «enriquecedor».


Una de las voluntarias, Mercedes Teruel, de 30 años, ha relatado que «Zaragoza se está llenando de color, de jóvenes muchos países del mundo, con todas sus banderas, nacionalidades, procedencias» por lo que está siendo sede de un «encuentro multicultural muy importante y enriquecedor para ellos y para nosotros como zaragozanos».


Teruel trabaja en la secretaría técnica del Centro de Coordinación Operativa de los 'Días en la Diócesis' de la JMJ en Zaragoza -en los que además de voluntarios y familias colaboran 21 parroquias y 38 colegios y comunidades religiosas de la ciudad-. Allí, atiende el teléfono, recibe visitas de los grupos de acogida y de los responsables de los lugares de acogida y resuelve «dudas, consultas, preguntas».


Esta voluntaria ha hecho un balance «muy positivo» de como están transcurriendo estos 'Días en la Diócesis'. En su caso, lo está viviendo con «alegría interior», que también «se refleja exteriormente», al «saber que hay tantos jóvenes de todo el mundo viviendo una misma fe y siguiendo al Santo Padre; me llena de emoción y me hace ver que no estamos solos».


Esta joven participará también en la JMJ en Madrid durante la semana que viene, a donde viajará con la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Zaragoza, con otros 500 jóvenes, evento al que asiste por primera vez y donde espera «vivir todo lo que están viviendo los peregrinos en nuestra ciudad».


Allí, quiere relacionarse con «distintos jóvenes de tantos países» e «intercambiar nuestra fe y creencias», y «poder ser una peregrina más» y «dejar que la organización de Madrid trabaje por el éxito» de la Jornada.


Sobre las críticas a la JMJ, ha comentado que «respeto las opiniones del todo el mundo» y sobre la posibilidad de ver a Benedicto XVI ha dicho que «nunca le he visto en persona», así que «tengo mucha alegría por dentro y por fuera», por escuchar «en directo» sus palabras, que ha asegurado «irán dirigidas a mí, es lo más importante y sé que me va hablar».


Nuevos amigos


Vanessa Rea, otra de las voluntarias zaragozanas, de 22 años, ha explicado que «los jóvenes católicos nos sentimos bastantes aislados y tenemos cierta sensación de soledad al saber que hay pocos jóvenes creyentes y, a veces, si manifiestas tu fe quedas como el raro».


Por eso, poder acompañar estos días a estos jóvenes peregrinos de otros países le ayuda «a compartir la fe con muchos otros que creen en lo mismo», además de a «estar con ellos e intercambiar experiencias y vivencias». En su caso, forma parte de la acogida a un grupo de 60 italianos que están pasando estos días en los locales de la Parroquia de Santa María de Montecanal.


Vanessa Rea asistirá también a la JMJ Madrid 2011 durante el fin de semana. Es la primera vez que acudirá a una Jornada Mundial de la Juventud, donde espera tanto «compartir la fe», como «hacer nuevos amigos y saber cómo funcionan fuera, en otros países; conocer otras culturas y que nos conozcan».


Para esta joven, la asistencia de Benedicto XVI a este encuentro supone «un apoyo hacia nosotros», aunque «no voy por ver al Papa» y ha comentado que «no le encuentro sentido» a las críticas realizadas a este evento y tampoco «a querer crear un ambiente de conflicto, de separarnos más» si «vivimos en un mundo que queremos que vaya bien».


«Si pedimos libertad de expresión y religiosa, hemos de hacerlo para todos, y también nosotros lo pedimos» porque «todos luchamos por la libertad» y «me parece fuerte que igual que los demás nos piden respeto no nos respeten».


Familias de acogida


La familia Muñoz Cebrián acoge estos días a dos jóvenes norteamericanas de 17 y 18 años, que forman parte de un grupo más amplio del Instituto Secular Saint Marie, con el que participan durante todo el día en las diferentes actividades programadas, que también comparten con las dos hijas mayores de la familia, de 17 y 13 años, familia que tiene un tercer hijo de ocho años.


Luis Muñoz ha indicado que ofrecen alojamiento y desayuno a estas jóvenes y ha subrayado que la experiencia está siendo «muy positiva, sobre todo por la convivencia con las dos hijas mayores, que también están implicadas, viviendo estos días previos a la JMJ».


Personalmente, ha comentado su satisfacción por poder «ver que hay gente de todo el mundo que está en Zaragoza». Sus hijas también van a asistir a la JMJ, en el caso de la mayor, con el grupo de la Diócesis de Zaragoza durante toda la semana y la pequeña sólo el fin de semana.


Luis Muñoz ha recordado que tanto él como su mujer acudieron en 1982 al encuentro con Juan Pablo II en el Estadio del Santiago Bernabeu en Madrid y al Encuentro Mundial de las Familias en Valencia en 2006, con Benedicto XVI.


Aprendiendo ruso


La familia Sebastián Magallón acoge a dos chicas rusas de 23 y 27 años, una experiencia «muy motivadora», a pesar de que las jóvenes solo hablan ruso, algo que suplen «con el lenguaje de los signos», habiendo conseguido, incluso, aprender alguna palabra rusa, y ellas, en castellano, ha asegurado Mario Sebastián.


Según ha relatado, tienen tres hijos, de 27, 23 y 14 años, por lo que ampliar estos días la familia a dos miembros más le produce «alegría e ilusión», dos jóvenes «de un país lejano y en cierto modo desconocido», por lo que para unos y otras es una experiencia «nueva y enriquecedora».


Sus hijos también participan en las actividades del grupo al que pertenecen las jóvenes acogidas, dependientes de la Parroquia de San Valero, y también asistirán a la JMJ Madrid 2011, como ya lo hizo su hija mayor a la de Colonia (Alemania), en 2005.


Mario Sebastián ha apuntado que han decidido participar en esta acogida «ante una petición que hubo para este evento» y porque «nos gusta la acogida y la tenemos como norma general» y también para «sumarnos» a la JMJ, en «algo tan importante como son los jóvenes en la familia».