ley antitabaco

En Zaragoza se sigue fumando en las bodas

En algunos establecimientos hosteleros donde se celebran enlaces y otros acontecimientos sociales se sigue permitiendo el consumo de tabaco. Los responsables aseguran que cumplir con la ley es complicado.

En las bodas se sigue fumando
En las bodas se sigue fumando
HERALDO.ES

A pesar de estar prohibido desde enero por la ley antitabaco, en Zaragoza se sigue fumando en las bodas, aunque se celebren en locales cerrados. Algunos de los establecimientos hosteleros de la capital donde se organizan los enlaces y otros acontecimientos sociales no han podido cambiar los hábitos de sus clientes.


«La situación es muy parecida en todos los locales», aseguran fuentes de un hotel de la capital. Añaden que «siempre le anuncian la prohibición a los novios y a toda persona que vaya a organizar una celebración» y que sus camareros tienen instrucciones de pedirle a los asistentes a las fiestas que no fumen en el interior, pero «eso no siempre se puede conseguir».


En algunos salones, incluso afirman que se han vivido episodios violentos: «Cuando las personas se pasan de copas, es complicado exigirles que apaguen un cigarrillo. Nos gritan e insultan y no tenemos una persona de seguridad para que nos asista», cuenta un camarero de un hotel zaragozano. En comidas de empresa, comuniones y otros eventos sucede lo mismo, aunque en menor medida «porque no hay barra libre».


La mayoría de sus compañeros se resignan y aceptan la situación, en parte porque no están de acuerdo con la ley, pero también porque creen que les puede perjudicar económicamente. «Cada vez más personas se van a fincas, fuera de la ciudad, o buscan terrazas, y eso nos puede dejar sin trabajo».


Algunos de los organizadores afirman que es cierto que muchos clientes buscan terrazas y sitios fuera de la ciudad para celebrar sus eventos al aire libre, pero que no se debe a la ley antitabaco y es algo que viene «sucediendo en los últimos dos años».


En celebraciones donde hay alcohol de por medio, los hosteleros creen que para cumplir con la nueva normativa es necesario la colaboración de las autoridades, que tienen «más fuerza» a la hora de reclamarle a una persona que no fume en locales cerrados.