SALUD

El 'niño del gorro rojo' sale adelante sin la ayuda del Salud

El doctor Cavadas financiará todo lo que queda del proceso para que el pequeño Ricardo, que tenía tres cuartas partes de su cabeza con cicatrices y sin pelo, pueda tener una vida más normal. Sus padres esperan la sentencia del juicio que se celebró hace 11 días para saber si serán indemnizados por el Salud.

Antes y después del tratamiento
Antes y después del tratamiento

La lucha de Emma Guerrero y Ricardo Báez comenzó hace seis años, cuando nació su primer y hasta hoy único hijo, Ricardito, que vino al mundo con tres cuartas partes de la cabeza necrosadas. Desde entonces, los esfuerzos de la familia se han centrado en darle una “vida normal” al pequeño, como asegura su padre, que tiene la esperanza de poder contar pronto que el objetivo se ha cumplido.


Hace 11 días tuvo lugar el último episodio de una historia que sacó a la luz HERALDO DE ARAGÓN y que ha movido a medios de comunicación regionales y nacionales desde hace varios meses. “Hemos llegado a conseguir 9.000 firmas para pedir que el Gobierno nos ayudase con los gastos, pero allí están desde verano, en casa guardadas”, afirma Ricardo.


El 15 de noviembre se celebró el juicio contra el Salud de Aragón. Pedían la indemnización por los gastos que han tenido que cubrir, surgidos de la negativa de trasladar el expediente médico del menor a Valencia, donde el reconocido cirujano Pedro Cavadas se ofreció a tratarle su dolencia sin cobrar honorarios.


“Nos reunimos dos veces con los responsables del Salud, la última, días antes de las elecciones autonómicas, y nos dijeron que el tratamiento podía realizarse aquí en Aragón. Contaron que había casos anteriores y que por eso no era necesario derivar”, dice Ricardo padre.


No les explicaron nada más, ni les informaron sobre quién y dónde podían solicitar la información sobre los casos que se habían tratado con anterioridad en la Comunidad. “Nos decían además que las operaciones debían empezar cuando el niño fuese mayor... Imagínate a Ricardo con 14 años y con la bolsa que lleva ahora en la cabeza...”, protesta el padre.11 operaciones después

“Nos enteramos del tratamiento de Cavadas y él dijo que nos ayudaría sin cobrar honorarios si la Seguridad Social nos trasladaba a Valencia. Incluso escribió una carta a mano para solicitar el traslado, pero la doctora que veía a Ricardo no quiso firmar”.


De todas formas, decidieron que lo mejor era seguir el tratamiento en la capital valenciana. “Pedimos créditos, porque hubo que pagar anestesistas, hospitales... Además, desde marzo tuvimos que ir a Valencia una vez por semana”. Y la única solución para intentar recuperar parte del gasto era demandar.


El último viaje fue en agosto, cuando se realizó la operación -la número 11 en la vida del pequeño- para retirarle una especie de globo que el niño lleva en la cabeza, que sirve para estirar la piel y que se le ajustaba cada semana. Desde que se realizó esa cirugía, la familia ha podido descansar, era casi el último paso para que el pequeño pudiese dejar a un lado el pañuelo que le cubre y pudiera jugar como uno más.


“No queremos que sea un super niño, solo que corra, que pueda meterse en la piscina con los demás”; comenta su madre.El juicio

“Tanto tiempo esperando, y tuvimos 10 minutos para explicar todo... Por una falta de organización, el doctor Cavadas no pudo celebrar la videoconferencia y las expectativas que tenemos son malas”, cuenta Ricardo Báez.


El juicio está visto para sentencia, en un mes se sabrá si el Salud deberá pagar o no a la familia, que hasta hace unos meses no veían el futuro claro. Habían adquirido tantos préstamos para ayudar a su hijo, que no podían solicitar más: “Estoy en el paro y mi mujer tiene una baja por depresión. Hasta hace poco no sabíamos qué hacer después de la operación de agosto”, cuenta el padre.


La única solución que el Gobierno les ofreció fue la de tratar al niño en Madrid, no en Valencia. “En Madrid nos comentaron que ni ellos sabían por qué en Aragón nos decían que el tratamiento debía esperar. Nos confirmaron que esto se debe hacer lo más pronto posible”.


Sin embargo, y aunque nada está decidido en el juicio contra el Salud, alguien sí decidió apoyar -aún más- al pequeño y los Báez no deberán seguir el proceso en Madrid. “El doctor Cavadas nos llamó después del juicio y ha decidido hacerse cargo de todo, del hospital y del anestesista”.



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