ROSALES DEL CANAL/CASCO VIEJO

El campin Ciudad de Zaragoza abre sus puertas para darse a conocer

Los pequeños comercios del barrio de La Magdalena organizaron un mercadillo.

Una pareja observa los productos de uno de los comercios.
El campin Ciudad de Zaragoza abre sus puertas para darse a conocer
TONI GALáN/APG

El campin municipal y los pequeños comercios de La Magdalena coincidieron ayer en ofrecer actividades festivas para darse a conocer a los zaragozanos y turistas.

El campin Ciudad de Zaragoza organizó una jornada de puertas abiertas con el fin de que todos los ciudadanos pudieran visitar sus instalaciones y disfrutar de una fiesta en familia. "El campin es el gran desconocido de las infraestructuras de la Expo", afirmó Unai Mensuro, director de márquetin y ocio. Estas instalaciones pueden acoger a más de 1.100 personas, ya que cuentan con 70 bungalós, 54 plazas en el albergue El Gracijo y 105 parcelas para tiendas de campaña.

El campin también quiere abrirse a los escolares de las comunidades autónomas limítrofes "para que puedan venir a conocer Zaragoza, visiten los puntos estratégicos de Aragón y hagan de la capital aragonesa una ciudad atractiva para el resto de España", señaló Mensuro.

Los más pequeños disfrutaron de los juegos, los hinchables y el espectáculo de Chipilandia. Estíbaliz Sagastegui, de Vitoria, durmió en las instalaciones junto a su familia. "Nos ha encantado el campin. Volveremos en otra ocasión", aseguró Sagastegui.

Mercadillo en La Magdalena

Por otra parte, la asociación de vecinos Arrebato, del barrio de La Magdalena, reanudó ayer el mercadillo 'Calles Vivas'. Tras el éxito de los dos anteriores, en junio y julio, decidieron volver a salir a la calle. Daniel Hernando, miembro de la asamblea de Arrebato, explicó: "Con este mercadillo pretendemos recuperar el comercio cercano, amable y de barrio frente a la fría cultura de los centros comerciales".

Anabel Bernal vende sus productos de artesanía por internet: broches de arcilla polimérica, bisutería y jaboneras. "Utilizo la técnica 'decoupage', que consiste en pegar cuidadosamente una servilleta -especial para manualidades- en un recipiente", explicó Bernal. "He participado en el mercadillo para saber lo que le gente va demandando. Hablar directamente con el cliente me inspira", añadió.

El centro de día El Encuentro también vendió abanicos, collares y monederos, todos ellos hechos a mano por las personas que participan en sus actividades de terapia ocupacional.