ZARAGOZA

El botellón amenaza con volver al centro

Tras un exilio a las riberas, el botellón de los fines de semana hace acto de presencia en la céntrica plaza de Salamero, mientras la corporación municipal reconoce que la ordenanza aprobada hace dos años no ha solucionado el problema.

Imágen de archivo de jóvenes haciendo botellón en la plaza de San Felipe
El botellón amenaza con volver al centro de la ciudad
ARANZAZU NAVARRO

En septiembre de 2009, hace algo más de dos años, el consistorio aprobaba una ordenanza cívica que prometía acabar con el problema del botellón: decenas de jóvenes se reunían para beber en zonas céntricas de la ciudad, como la plaza de los Sitios o el paseo de la Constitución.


Dicha ordenanza, que entró en vigor después del ‘periodo de gracia’ de las fiestas del Pilar de 2009, prohíbe "las reuniones o concentraciones en la vía pública con ingesta de bebidas alcohólicas, cuando impidan la circulación rodada y el tránsito peatonal, se perturbe la tranquilidad ciudadana o el derecho al descanso de los vecinos". La elevada cuantía de las multas para quienes incurren en estas actitudes, de 500 a 1.500 euros, hizo que los botellones se trasladaran a las remozadas riberas del Ebro, especialmente a las zonas de la arboleda de Macanaz, el club Helios y el Náutico.


Sin embargo, desde hace unos meses parece que ese éxodo ha finalizado y el centro vuelve a ser escenario de este tipo de reuniones. En concreto, la plaza de Salamero se ha convertido desde hace unos meses en un lugar habitual de botellón, con las consiguientes molestias para los vecinos.El Consistorio, superado por la situación

Esas molestias, provocadas por el ruido y la suciedad que genera un botellón, provocaron la intervención de la Policía Local el pasado fin de semana en la plaza de Salamero. Concretamente, el viernes se desplazaron hasta ese punto tres furgones policiales, mientras que el sábado lo hicieron dos, y se cursaron numerosas denuncias por infringir la ordenanza cívica. Fuentes municipales reconocen que ese punto se ha convertido en un lugar recurrente de botellón, y que la actuación policial del pasado fin de semana es la habitual en esta zona.


Esas mismas fuentes explican que, en estos casos, la Policía identifica a los infractores y se les retira el alcohol. Las denuncias cursadas por los agentes pasan al área de Servicios Públicos, donde los servicios jurídicos del ayuntamiento analizan el caso y deciden si se cursa la sanción o no. El denunciado puede recurrir y solicitar que la multa se cambie por trabajos sociales para la comunidad.


La suspensión temporal de esta ordenanza cívica durante las fiestas del Pilar hizo que en las de este año proliferaran los botellones (especialmente sangrante fue el macrobotellón celebrado en la arboleda de Macanaz, en el que había muchos menores de edad). Tras el periodo festivo, el vicealcalde, Fernando Gimeno, reconocía en un pleno municipal que la ordenanza no había terminado con el problema del botellón, si bien había propiciado su traslado a las riberas, donde genera menos molestias por ruido.


Durante ese mismo pleno, todos los grupos municipales estuvieron de acuerdo en la ineficacia de la ordenanza, pero se rechazó una moción del PP en la que se proponía la constitución de una mesa, con la participación de ciudadanos y agentes sociales, para evaluar la eficacia de la ordenanza cívica en cuanto a las disposiciones que afectan al consumo de alcohol.


Tan solo unos días después, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se comprometía a trasladar el problema al Consejo de la Ciudad, a instacia de la Fecapa (Federación Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón). Dicha promesa pareció cristalizar el pasado 24 de noviembre, cuando Jerónimo Blasco propuso ante el Consejo de la Ciudad la creación de una comisión de trabajo para analizar el problema del botellón y el ocio nocturno. La propuesta del consejero de Cultura, Educación, Medio Ambiente y Participación Ciudadana, se realizó en la misma sesión en la que se debatía la candidatura de Zaragoza a Capital Verde Europea en 2014.