HERALDO ABIERTO

El abandono es solo la punta del Biceberg

El original aparcamiento de bicicletas situado en la plaza San Pedro Nolasco se encuentra fuera de funcionamiento desde 2007

El desuso y el vandalismo siguen haciendo mella en el Biceberg de San Pedro Nolasco.
El abandono es solo la punta del Biceberg
LAURA URANGA

El auge de la bicicleta en Zaragoza ha propiciado que el Ayuntamiento haya instalado ya más de 5.000 plazas de aparcamiento para estos vehículos. Se pueden ven en numerosas calles y serán más conforme se amplíe la red de carriles bici.


Mucho antes de esta eclosión ciclista, 'emergieron' en la ciudad dos muy originales aparcamientos diseñados por la empresa aragonesa M. A. Sistemas, los Biceberg. El primero se inauguró en 2000, en la plaza de San Pedro Nolasco, a iniciativa del político del PP luego asesinado por ETA, Manuel Giménez Abad, para facilitar el uso de la bicicleta entre el funcionariado que trabaja en las oficinas aledañas. Permaneció en funcionamiento hasta 2007 y desde entonces se encuentra fuera de servicio. M. A. Sistemas cedió el uso y mantenimiento a la DGA y parece haber caído víctima del olvido institucional.


El Biceberg es un sistema de estacionamiento automático y subterráneo. En la superficie emerge una cabina que se abre mediante una tarjeta. El usuario solo tiene que introducir su vehículo y la máquina se ocupa del resto. El verdadero almacén está bajo tierra y en él se distribuyen las bicicletas, hasta 46 en el caso de la plaza de San Pedro Nolasco.


En la calle Menéndez Pelayo, junto a la Universidad de Zaragoza, existe otro con capacidad para 69 bicis. A diferencia del de San Pedro Nolasco, funciona a pleno rendimiento y su gestión depende del Ayuntamiento. Existe otro en Huesca, también para 69 bicis, en la calle Juan XXIII.


Hablando del Biceberg pionero, la empresa que lo instaló manifiesta su descontento ante el "desinterés" del que es víctima ahora. "Nos hicimos cargo del mantenimiento hasta 2007 y, a partir de ahí, es la DGA quien debe responder". Además, considera que apenas fue promocionado. Y cree que el deterioro causado por las numerosas pintadas que lo cubren es una mala imagen para su negocio, presente en varias ciudades de España y Europa.


En cuanto a la competencia con los nuevos 'aparcabicis' en la calle que ha instalado el Consistorio, fuentes de M. A. Sistemas subrayan que "no es lo mismo atar la bici en la calle que dejarla en guarda y custodia en uno de nuestros estacionamientos", y añaden que "es un sistema totalmente gratuito para los usuarios".


David Arribas, de la asociación Recicleta, apunta que "una de las causas del abandono institucional podría ser el coste del mantenimiento y la falta de uso por parte del funcionariado que trabaja en la zona". David explica que en varias ocasiones se ha intentado sin éxito implantar una tarjeta común que permitiera al usuario utilizar los dos Bicebergs de la ciudad.


Arturo Sancho, coordinador del centro de promoción de la bicicleta en Zaragoza La Ciudad de las Bicis, coincide con David Arribas y añade que "deberían potenciarse este tipo de soluciones, aunque hay otras cuyo mantenimiento sería más económico".


Mientras, la DGA se resiste a aclarar el futuro del Biceberg del Casco Histórico