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Críticas al parquin disuasorio del Actur

El futuro aparcamiento se sitúa junto al colegio Lycée Molière, en una zona de árboles y césped. La asociación vecinal lamenta la pérdida de aceras y de espacios verdes en el barrio.

Los trabajos en la zona han despertado las críticas de los vecinos
Críticas a la ubicación del parquin disuasorio del Actur
OLIVER DUCH

La ubicación elegida por el Ayuntamiento de Zaragoza para instalar el aparcamiento disuasorio del tranvía en el Actur no termina de convencer a los vecinos de la zona. Y menos, a los padres de los alumnos del cercano colegio Lycée Molière.

El futuro parquin, en el que ya se han empezado a hacer los primeros trabajos, dentro de la segunda fase del tranvía, se sitúa en una zona que hasta ahora ocupaban varios árboles y metros de césped. Por ello, han surgido las primeras críticas. Como las del presidente de la Asociación de Vecinos Actur-Rey Fernando, Paco Lázaro: «No tiene sentido hacerlo ahí, tan cerca del que hay justo en frente, y restando zonas verdes al barrio», señala a nivel particular, a la espera de consensuar la postura vecinal.


Lo que sí tienen consensuada es la queja que han hecho llegar al Consistorio por la posible pérdida de zonas verdes con el futuro trazado de la línea 1 del tranvía a su paso por el Actur. «Hemos pedido que se mantengan solo dos carriles para los coches, porque con tres nos cargamos las aceras y las zonas verdes», apunta.

El Ayuntamiento asegura que es la ubicación adecuada

Sin embargo, fuentes municipales señalan que la ubicación del parquin es la adecuada, ya que debe situarse en el sentido de entrada a la ciudad. Hay que recordar que esta instalación, que contará con 75 plazas en 2.900 metros cuadrados, tiene como objetivo reducir el número de vehículos que acceden al centro de la ciudad. Aquellos que dejen su vehículo en el parquin para utilizar un transporte público verán reducido significativamente el coste de la plaza.


Además, recuerdan desde Servicios Públicos que el aparcamiento no se ubica sobre zona verde, sino sobre una parcela de ‘sistemas generales’, como se denomina al suelo municipal que el Ayuntamiento puede utilizar para dar el uso que crea oportuno.

«En principio, no habrá que talar ningún árbol»

Uno de los temores vecinales sobre esta obra es la posibilidad de que fuera necesaria la tala de algún árbol de la zona. Desde el Consistorio señalan que «en principio, no habrá que talar», aunque aclaran que, de ser necesario, se trataría de árboles que no están protegidos. «El compromiso es el de plantar dos nuevos árboles por cada uno que sea talado», apuntan.


Una explicación que no convence a los padres y madres de alumnos del cercano colegio Lycée Molière. De hecho, muchos de los más de 800 alumnos del centro jugaban en esta zona tras las clases, como han comunicado los padres a este periódico. “La imagen que vimos ayer era dantesca: operarios cercando la zona, echando a los niños que jugaban y corrían por la zona, los alumnos en fila india entre vallas y coches dirigiéndose a los autobuses escolares que aparcan allí mismo”, lamentaba una lectora de Heraldo.es.