FIESTAS DE CASETAS

Cosmonautas y peñistas de pro

La peña Sputnick, fundada en los tiempos en los que 'moceaba' el popular satélite ruso, celebra sus 50 años de actividades por todo lo alto.

En la época más cruda de la Guerra Fría, con la desconfianza creciendo a uno y otro lado del telón de acero, la embajada rusa en Madrid recibió una misteriosa llamada. Unos peñistas de Casetas querían tener acceso a los planos del Sputnick para fabricar una carroza con la que desfilar en las fiestas de su pueblo.

"La verdad es que no nos hicieron mucho caso, pero como teníamos fotos y otros documentos el cohete se hizo igualmente", cuentan divertidos, como no puede ser de otra manera, porque acaban de arrancar las fiestas de Casetas. La peña Sputnick, la más veterana de todas, celebra este 2010 sus bodas de oro y Miguel Villota, Germán Almenara, Fernando Medrano y otros 30 compañeros más tienen el carné de baile completito pensando en los conciertos, las vaquillas y en una cena especial con motivo de su redondo aniversario.

"A finales de los 50 todo el mundo hablaba del Sputnick, los rusos ganaban la carrera espacial a los americanos y nos pareció un buen nombre para la peña", cuenta Villota. Lo que comenzó entonces siendo una reunión de amigos se consolidó después -incluso en 1982 estrenaron sede social- y pusieron una pica en Flandes para las decenas de agrupaciones que vinieron después. Llevan la friolera de 50 años disfrutando del concurso de carrozas, de las vaquillas por las calles y, agárrense, de "los almuerzos, las comidas y las cenas. Ah, bueno, y el vermú, muy sofisticado, a base de huevos y longaniza". "La dieta la dejamos para mañana", bromean, al tiempo que evocan otra clásica estampa de unas fiestas populares como "el año en el que quemamos un Sputnick, hecho con cañas trenzadas, en el mismo ruedo de la plaza de toros", recuerdan.

"Las fiestas no han cambiado, los que hemos cambiado hemos sido nosotros", dicen asumiendo, entre risas, que "ahora ya solo estamos para la rondalla de la tercera edad". Sin embargo, esta noche muchos se animarán para ir al concierto de La Década Prodigiosa, "que ya ha tocado aquí otras veces", cuentan. "Casetas era como la capital de los pueblos de alrededor y ha habido años en los que han llegado hasta 60 autobuses de Zaragoza para disfrutar de las fiestas. Aquí han actuado Los Sirex, Rocío Jurado o Ana Belén", rememoran, en un local decorado con fotos del Rey saludando a algunos de los integrantes de la peña.

Pero, ¿cuál es el secreto de este longevo éxito? "Aquí no existe junta directiva, somos todos gerentes", explican enfundados en sus polos blanquiazules, aunque sí es cierto que la peña es bastante exclusiva. "Somos todos hombres, aunque nuestras señoras también montan su ranchito aparte", comentan, refiriéndose a ellas -con mucha mala baba- como 'el coro de las vírgenes'. Además, para acceder al 'club' también se ha de superar una prueba que ni 'el Padrino'. Se invita a los candidatos, se charla con ellos y, después, se produce una curiosa votación con garbanzos. Si uno de los 30 que se pongan sobre la mesa es de color negro, el aspirante tendrá que seguir intentándolo el año siguiente... Eso sí, de momento, y para compartir la celebración con todo el barrio, el domingo 15 de mayo realizarán una comida de confraternización con miembros del resto de peñas. Además, ayer también celebraron una misa en recuerdo de los ausentes.

Centrándonos en este fin de semana, las fiestas de Casetas tienen más protagonistas que La Década. Ayer, Blas Sánchez Benedicto, un sastre de 84 años muy conocido en la localidad, leyó el pregón y encendió el cohete (no el Sputnick). Además, la peña El Cachondeo también celebra su 25 aniversario y hoy el cartel de actividades anuncia un 'quad torero' y monólogos en la plaza de España. Y para mañana, concurso de pesca, vaquillas, hinchables, jotas, toro de fuego...