El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha reconocido que el próximo será un año "difícil y duro" para gestionarlo, por lo que el objetivo del Ayuntamiento será intentar salvar el gasto social y mientras que el resto de áreas sufrirán "recortes drásticos".

En declaraciones a los medios de comunicación tras visitar las obras del futuro centro de música de la calle Las Armas, Belloch ha anunciado que la próxima semana "va a ser crucial" para aprobar el plan económico financiero, "imprescindible", ha recordado, para seguir avanzando.

Por ello, ha apelado a la responsabilidad de los grupos que sostienen al gobierno (CHA e IU) para poder contar "en pocos días" con dicho plan.

Y es que, ha recordado, el plan económico servirá para fijar las "grandes cifras" del presupuesto porque hasta que no estén concretadas es "imposible" negociar a qué se van a dedicar las "escasas" partidas que tendrá el presupuesto.

El alcalde ha querido "dejar claro" que ni este año ni el siguiente habrá nuevos equipamientos, no solo porque no hay recursos sino porque "legalmente es imposible" mientras no se devuelvan los fondos ICO, "por mucho que lo reclamen", ha advertido, las entidades sociales.

Belloch ha reconocido que colectivos como la Asociación de Vecinos de Rosales del Canal, movilizados estos días para reivindicar equipamientos para un barrio que carece de ellos, tienen "derecho a pedir" pero ha insistido en que "no se va a hacer ningún equipamiento, tampoco, en ese barrio".

Respecto a las protestas de este vecindario por la cesión a Remar de una parcela destinada a equipamientos, el alcalde ha informado de que el acuerdo fue por unanimidad porque en el caso de retirarla hubiera implicado un pleito.

Un hecho que, ha asegurado, no limita la construcción de nuevas infraestructuras "cuando haya recursos", algo para lo que, ha subrayado, es conveniente incrementar los ingresos.

Así, además de los incrementos que recogen las ordenanzas, el alcalde plantea subidas en otros ámbitos como la movilidad, un área en la que hay que ahorrar dieciséis millones de euros.

Para ello, Belloch cree que hay toda clase de posibilidades desde la subida "pura y dura" del billete del autobús, hasta eliminar las líneas menos rentables o aumentar las frecuencias, pero son decisiones que "no están decididas", ha concluido.