INVESTIGACIÓN

Beber de forma moderada no previene la demencia, como aseguraban algunos estudios

Investigadores de la Universidad de Zaragoza han estudiado la evolución de 4.000 personas durante cuatro años y medio.

Investigadores de la Universidad de Zaragoza han demostrado que el consumo moderado de alcohol no afecta al desarrollo intelectual pero tampoco previene el deterioro cognoscitivo y la demencia, como han sugerido diversos estudios internacionales realizados en la última década.


La investigación de la institución académica, en la que han participado científicos de París y de EE.UU., ha sido publicada en el último número de la revista científica American Journal of Epidemiology, una de las más prestigiosas en este ámbito.


Para el estudio, desarrollado dentro del proyecto Zarademp, de la Universidad de Zaragoza y financiado por el Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III y la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología, se ha entrevistado a unas 5.000 personas de más de 55 años, residentes en la capital aragonesa.


De estas personas, se seleccionó a 3.888 que tenían una buena función cognoscitiva y que no padecían demencia, cuya evolución fue estudiada durante cuatro años y medio.


El trabajo pone de manifiesto que no existe asociación entre el consumo moderado de alcohol y el desarrollo de la demencia. Pero el consumo menor a 40 gramos al día en varones, equivalentes a 4 vasos de vino ó 4 cervezas ó 2 cubatas, no protege de la demencia.


Según explicó Elena Lobo Escolar, impulsora del estudio, un trabajo realizado en Burdeos hace una década, y otros posteriores, sugerían que un consumo moderado de alcohol podía prevenir el deterioro cognitivo y la demencia, una teoría que ha sido rebatida ahora con la investigación que se acaba de publicar.


Ya que, ha agregado, en esos estudios comparaban el grupo de "bebedores" con un grupo control de "no bebedores", en el que incluían tanto a los abstemios como a las personas que habían dejado de ingerir alcohol, lo que ha dado lugar a "interpretaciones erróneas".


Un paso más allá en el estudio

Se sospechaba y el estudio de Zaragoza tiende a confirmarlo, que los ex bebedores pueden haber dejado el consumo por sentirse enfermos (entre estos, con toda la probabilidad existía ya un deterioro de funciones intelectuales). En la investigación aragonesa sí se incluye a los ex bebedores en el grupo de control.


La autora principal del trabajo, que pertenece al Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y al Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental del Instituto de Salud Carlos III, detalló que puede haber otros factores sociales que intervengan en la asociación entre alcohol y demencia y que no se tienen en cuenta en este tipo de estudios sociales.