Ya se firman más contratos de prácticas que antes de la crisis
En los primeros ocho meses del año se firmaron 1082 contratos, un 44% más que el año anterior.

Jóvenes y recién licenciados. Este es el perfil de las personas que firman un contrato de prácticas, una tipología que ha aumentado un 44% en los primeros ocho meses de 2014 y que ha vuelto a los niveles anteriores a la crisis.
De enero a agosto, se han realizado 1082 contratos de prácticas, frente a los 751 del año anterior en el mismo periodo. La cifra es un 6% superior a la del año 2008 y supone un aumento del 69,6% respecto a 2012, el momento en el que menos acuerdos de este tipo se firmaron.
La mayoría de estos contratos pertenecen al sector servicios, pero hasta el segundo semestre del año, se firmaron 260 acuerdos en la industria, un 24% más que en el mismo período del año anterior, subraya Juan Carlos Cantín, secretario de Empleo y Formación de CCOO Aragón. Cantín subraya esta cifra porque estas empresas consolidan a los jóvenes en el territorio y dan valor añadido.
Para él, es una buena noticia que aumenten los contratos, ya que aminoran la deserción de jóvenes cualificados a otros países y mejoran los datos de paro juvenil. En Aragón, el pasado mes hubo un 10% menos de desempleados menores de 25 años que en el mismo mes de 2013.
La valoración es positiva, aunque si tienen continuidad, mucho mejor, indica. Sin embargo, en 2013 solo el 14% de estos contratos se convirtieron en indefinidos, a pesar de los incentivos para los empresarios. Estas ayudas llegan a suponer una bonificación en la cuota empresarial a la Seguridad Social de hasta 700 euros en el caso de las mujeres y de 500 euros en los hombres.
Las prácticas suponen un beneficio para los recién titulados universitarios y de Formación Profesional, que consiguen su primer trabajo, pero también para los empresarios. El primer año pueden pagar solo el 60% del salario, mientras que el segundo año asciende al 75%, con empleados muy cualificados, apunta Cantín.
Resulta interesante para ambas partes, señala Rafael Zapatero, secretario General de CEPYME Aragón. Hay bastantes peticiones para realizar prácticas, consecuencia de la evolución del mercado confirma, pero él hace una doble lectura. Es positivo, porque permite incorporar a la gente, pero muestra que el mercado no está suficientemente robustecido para absorber a las personas que han acabado su itinerario formativo con un contrato normalizado, resalta.