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Bílbilis, la ciudad romana cuyos restos se pueden visitar a 6 kilómetros de Calatayud
El Ayuntamiento prevé hacer diez visitas guiadas gratuitas al yacimiento, que se tienen que reservar en la oficina de Turismo.
A unos 200 metros sobre el río Jalón se levanta la ciudad romana de Bílbilis. El yacimiento se sitúa a seis kilómetros de Calatayud, cuyos habitantes, los bilbilitanos, han heredado de su pasado este gentilicio. El asentamiento se extiende por las cimas y laderas de los cerros de Bámbola, San Paterno y Santa Bárbara, abarcando una extensión de alrededor de 30 hectáreas. A sus pies, el Jalón rodea este yacimiento que, por su localización y abrupta topografía tuvo un gran valor estratégico y de control territorial, sirviendo para controlar los accesos a la Meseta.
Conocer el yacimiento de la mano de expertos sobre el terreno es posible en los próximos meses, a través de una serie de visitas guiadas gratuitas que organiza el Ayuntamiento de la mano de Viajes Jalón. En total son diez sesiones que iban a arrancar el pasado 30 de octubre y prolongarse hasta el 29 de enero, pero -de momento- han quedado aplazadas 'sine die'. Aunque no hay que pagar, sí es necesario reservar plaza previamente a través de la oficina de Turismo de Calatayud.
Durante la visita, los asistentes caminarán por la antigua ciudad romana de Bílbilis, cuya época de mayor esplendor se vivió a partir del emperador Augusto. En aquella etapa la urbe se transforma y se llena de edificios emblemáticos propios de un asentamiento de cierto status. Tras estudiar los restos que se han conservado hasta la actualidad, se sabe que el conjunto principal estuvo constituido por un complejo monumental formado por el foro, el teatro y una puerta principal de acceso a la ciudad. Al ser visible desde todo el valle por encontrarse elevada, Bílbilis rezumaba monumentalidad y era fiel reflejo del poderío y dominio del territorio que tenía.
Un aire que todavía podrán respirar quienes visiten estos meses el yacimiento. Podrán pasear por el foro, donde quedan restos de los pórticos y galerías que enmarcan los principales edificios administrativos, como el tribunal, el ayuntamiento o el templo. Desde allí, atravesando unos pasillos, se llega al teatro, que se construyó a la vez con capacidad para casi 4.500 espectadores, más que habitantes se calcula que vivieron en Bílbilis en aquella época (unos 3.000). Dentro de la ciudad también se conservan restos de las termas, que se sabe tenían salas frías y calientes, además de piscinas. Durante las excavaciones también se han hallado restos de viviendas que dan idea de cómo era la vida cotidiana de los habitantes. En el barrio de las Termas se puede ver la domus del Balneum y en el central, la del Ninfeo y la del Lario.
El conjunto lo completa una muralla que lo rodea así como la compleja red hidráulica construida mediante cisternas enlazadas entre sí. Actualmente se conocen más de 60 y aseguraban el abastecimiento de agua en la ciudad.
Los estudios que se han ido haciendo a través de excavaciones en el yacimiento dan fe de que Bílbilis fue, durante una época, el centro político, administrativo y económico de la comarca, dependiente de Caesaraugusta. Sin embargo, desde que llegara al poder el emperador Trajano, la ciudad entra en decadencia y termina por desaparecer entre finales del siglo IV y principios del V. Su historia más reciente está marcada por un proceso de recuperación, que se inició con una primera excavación en el año 1917. Tras pasar por varios años de dejadez por falta de fondos, hace un año el Gobierno Central se comprometió a ejecutar en una década como máximo un Plan Director que incluye una treintena de actuaciones. En este sentido, según informan desde el Ayuntamiento de Calatayud, se está trabajando con el Instituto de Patrimonio Cultural de para impulsar las inversiones programadas en dicho documento, que recopila las necesidades del yacimiento para mejorar su seguridad, adecuar la señalización, garantizar su consolidación y, finalmente, la musealización de sus estructuras arqueológicas.
Actualmente, Bílbilis está abierta para su visita de forma libre. Para llegar hasta allí hay que dirigirse unos seis kilómetros en dirección nordeste desde Calatayud, por la carretera de Soria en dirección a Embid de la Ribera.
