fiesta recreacionista
Andorra vuelve al siglo II a. C. con la fiesta Lakuerter Íbera
Como cada año desde 2009, el segundo fin de semana de noviembre, la localidad turolense recuerda sus raíces íberas.
Andorra no olvida sus raíces íberas y para darlas a conocer a todo el que quiera visitar la localidad, el segundo fin de semana de noviembre se celebra desde hace 13 años la fiesta Lakuerter Íbera. Este 2022, la cita es del 11 al 13 de este mes de noviembre, impulsada como es habitual por el Ayuntamiento, junto con la Asociación de Empresarios y la colaboración altruista de varios miles de vecinos.
Con esta recreación del pasado íbero, Andorra quiere poner en valor su riqueza. La localidad es especial porque tiene hasta tres yacimientos de aquella época: la Cerrada, el Cabecico Royo o el Regatillo y el Cabo. Éste último es el más importante, al estar completamente excavado y expuesto en un lugar distinto al emplazamiento donde se descubrió. Este hecho histórico, ya que no es habitual mover piedra a piedra los restos de un yacimiento para poder exponerlo de una forma más realista, da una idea de la importancia que las raíces íberas tienen en Andorra.
Para celebrarlo y que todo el mundo lo conozca, el fin de semana del 11 al 13 de noviembre las calles de la localidad regresarán al siglo II a. C. para organizar una fiesta que está declarada como de Interés Turístico de Aragón desde 2018. Además, Lakuerter Íbera forma parte de la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas (AEFRH). Son méritos que no se hubieran conseguido sin la implicación de todo un pueblo, que está unido por su pasado. Son los vecinos quienes, voluntariamente, se encarnan en unos 2.000 sedetanos para que el pasado íbero cobre vida en Andorra. Durante varios días, se pondrán en la piel de quienes habitaron en la Sedetania, nombre que recibía esta zona al sur del Ebro en tiempos de los íberos.
Ataviados con la indumentaria de la época, los recreacionistas salen a la calle con la mayor fidelidad posible no solo a la vestimenta, sino también a la manera de comportarse, a las actividades y trabajos de entonces o a la decoración de los espacios. En definitiva, se trata de que todo esté cuidado al detalle para que la recreación sea lo más real posible. Eso incluye montar un auténtico poblado íbero en un recinto al aire libre habilitado solo para este fin. Este es el centro neurálgico de la fiesta y allí es donde los clanes, es decir, los grupos de personas que se unen para organizar y protagonizar el evento, desarrollan las actividades que componen el programa de actos. Sus integrantes son los encargados, por ejemplo, de escenificar una lucha de gladiadores, de recrear un rito funerario o de, simplemente, representar escenas de la vida cotidiana de aquella época. Como entonces, dentro de cada uno de estos clanes hay distintos roles, como la sacerdotisa, el príncipe, los agricultores o los luchadores.
Entre 8.000 y 9.000 espectadores
Andorra tiene unos 7.600 habitantes censados pero el fin de semana de la Lakuerter Íbera su población se multiplica exponencialmente. Según las cifras que maneja la Asociación de Empresarios Turísticos de Andorra, entre 8.000 y 9.000 personas pasan por la localidad turolense con motivo de esta fiesta recreacionista. Una cifra nada desdeñable para una actividad relativamente joven en cuyos inicios tenía como finalidad atraer visitantes y dinamizar la economía local. Esto se ha conseguido y, con los años, además de ser un revulsivo comercial se ha consolidado como un evento multitudinario que pone en valor el patrimonio del municipio.
Como toda recreación que se precia, en Lakuerter Íbera hay un mercado íbero, compuesto por alrededor de 50 puestos de artesanía que se extienden por la calle que va hacia el recinto de clanes. Este se abrirá el viernes 11, a las seis de la tarde, y sábado y domingo estará en marcha desde las once de la mañana hasta las 21.00 (sábado) y las 19.00 (domingo). Entre medio, se desarrollarán los actos entre los que habrá desfiles, degustaciones de vino y queso, un taller infantil de escritura y barro o la recreación de una batalla entre romanos e íberos.
Además, durante ese fin de semana, habrá visitas guiadas gratuitas al yacimiento de El Cabo. Se trata de un poblado íbero del V a. C. cuyos restos aparecieron cuando Endesa se encontraba moviendo tierras en la zona en una mina a cielo abierto de su propiedad. En 1999, cuando las excavaciones terminaron, se decidió trasladar todas las piedras a otro espacio donde se pudiera reconstruir el poblado en planta, y algunas partes en alzado. Como resultado, el Parque Arqueológico de El Cabo es actualmente el único yacimiento así en España. Por su disposición y la reconstrucción de las piezas, el visitante se puede hacer una idea mucho más fiel a la realidad sobre cómo era la vida íbera en Andorra.
Los días 12 y 13 noviembre tiene la oportunidad de hacerlo gratis y de la mano de un guía experto. Con motivo de la fiesta Lakuerter Íbera habrá una visita cada día, a las doce de la mañana y durará una hora. Para quienes no puedan desplazarse hasta el yacimiento por sus propios medios se va a poner a su disposición un minibús, que saldrá de la estación de autobuses a las 11.30. Las plazas para el transporte son limitadas, por lo que hay que reservarlas y cuestan un euro. Toda la información sobre la fiesta, así como el programa de actos detallado se puede consultar en la página web de Lakuerter Íbera.
