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Siete rutas en coche para conocer el entorno de Sabiñánigo
Este municipio del Pirineo es uno de los más extensos de España y sus carreteras atraviesan distintos valles, con variedad de ecosistemas y muestras de arquitectura popular y religiosa.
Con casi 600 kilómetros cuadrados, el término municipal de Sabiñánigo es el más extenso de la provincia de Huesca y uno de los mayores de España. Las carreteras que discurren por los dominios de este municipio del Alto Gállego atraviesan distintos valles, pasando por ecosistemas variados y acercándose a la riqueza arquitectónica popular y religiosa de la zona. Para conocer este vasto territorio, desde el área de Turismo del Ayuntamiento de Sabiñánigo se proponen siete rutas, trazadas para recorrer el entorno en coche y no perderse casi nada.
‘Maravillas de Serrablo’ es la primera de estas opciones y, como su nombre indica, acerca al visitante hasta las iglesias medievales de esta zona. Son construcciones muy características, con peculiaridades artísticas únicas y declaradas interés histórico-artístico nacional. La ruta sale desde Sabiñánigo por la E-7 en dirección Jaca y, después, hacia Lárrede. Antes de llegar, hay dos paradas que hacer, una en Latas y otra en Satué. San Juan de Busa y Senegüé son otros puntos de interés en este itinerario.
La ruta bautizada como ‘El valle de lo desconocido’ se adentra en el valle del río Aurín. Es uno de los más desconocidos del Pirineo y, aunque su nombre procede de aurum, que significa oro en latín, nunca se ha encontrado ni rastro de este metal precioso en la zona. El viaje arranca saliendo de Sabiñánigo por la salida norte y tomando el desvío a la N-260 en dirección Biescas. La primera parada es Larrés, un pequeño pueblo donde pasó parte de su infancia Ramón y Cajal. Desde aquí, hay que tomar la carretera que discurre junto a la orilla derecha del Aurín, en dirección Acumuer. Desde este municipio salen rutas de senderismo a la cascada del Churrón o al ibón de Bucuesa, ambas por la sierra de la Partacua. De camino, se puede hacer una parada en Isín, pueblo que fue abandonado en los sesenta pero rehabilitado recientemente respetando la arquitectura tradicional y haciéndolo totalmente accesible.
A los pies del Santuario de Santa Orosia, en el pico Oturia, hay varios pueblos que se pueden recorrer en la ruta llamada ‘Bajo la montaña sagrada’. En este caso, se sale de Sabiñánigo por la salida Este y en la rotonda hay que seguir la N-260 en dirección Fiscal-Aínsa, para coger el desvío a Osán. Esta es la primera parada del viaje, y destaca la arquitectura popular de su plaza, la torre Villacampa y la Casa Capablo. De camino al cementerio, en la parte alta del pueblo, hay bordas de pastores y se obtienen las mejores vistas de Santa Orosia. Allué, con su aspecto medieval, y Sardas, con su conjunto antiguo de lavadero, fuente y abrevadero, son las dos siguientes paradas. Desde este lugar, sale el desvío al siguiente destino, Isún de Basa, donde no se puede pasar por alto la iglesia de Santa María, que forma parte del conjunto del Serrablo. La ruta acaba en el pequeño pueblo de San Román.
La Guarguera es el destino de otra de las rutas en coche propuestas desde Sabiñánigo. ‘El valle que no rebla’ es como se ha denominado a esta propuesta que recorre el extenso territorio atravesado por el río Guarga. La zona es especial por contar con una de las concentraciones más altas de pueblos abandonados de España. Algunos núcleos han recuperado la vida en los últimos años y en este viaje se pasa por Bellarra, Ordovés, Grasa, Gésera, Artosilla, San Úrbez (con su cueva y ermita), Aineto, Gillué y Laguarta. La ruta se inicia desde Sabiñánigo en dirección a Monrepós. Después de Lanave, hay que tomar el desvío a la Guarguera y seguir por la carretera A-1604 en dirección Boltaña.
‘Al sur de Serrablo’ es el nombre de la quinta ruta en coche para recorrer el entorno de Sabiñánigo. Como se intuye, es la alternativa más meridional y la envuelve un ambiente más mediterráneo. El trayecto sigue el curso del río Gállego, pasando por Rapún o Pardina de Ayés, donde se puede visitar el centro de cultura pastoril, se puede ser pastor por un día y también acceder al museo del ovino. Ipiés y Lasieso son las dos últimas paradas de la ruta.
La zona norte del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara es el espacio que recorre otra de las propuestas. ‘La cara norte de Guara’ acerca al visitante a varias opciones culturales y naturales, además de a los barrancos y pozas de aguas cristalinas tan característicos de este entorno. La ruta sale desde Sabiñánigo en dirección Huesca y, después, se toma el desvió hacia la Guarguera, siguiendo por la A-1604 en dirección Boltaña. Unos diez kilómetros más adelante hay que poner rumbo a Lasaosa y Nocito por una carretera local. El dolmen de Ibirque es uno de los puntos de interés de este viaje y la primera parada. Se sitúa en el alto de Bail y la panorámica que se obtiene así como las vistas al Tozal de Guara no tiene desperdicio. El dolmen también es conocido como la caseta de las brujas ya que, según la tradición, fue refugio de éstas. Nocito, Bentué de Nocito, Used y Bara, ya dentro del Parque Natural y a orillas del río Alcanadre, son el resto de paradas de esta ruta.
Por último, la asociación Amigos de Serrablo propone una serie de rutas para conocer de cerca el conjunto de iglesias y ermitas junto al río Gállego. En este viaje a la Edad Media se recorre el sur de Serrablo, la Guarguera, el curso del río Basa, la tierra de Biescas, Serrablo septentrional y el núcleo de Sabiñánigo. Todos los itinerarios detallados así como el mapa interactivo se pueden consultar en la web de la asociación y en la de Turismo del Ayuntamiento de Sabiñánigo.
