Descubrimos el Camino de Ronda en Salou
Se trata de un sendero de 6,5 km que recorre el litoral desde la zona de Pilons hasta el Faro de Salou, situado en Cap Salou.
Salou ha impulsado durante los últimos años la belleza de su litoral adecuando el antiguo Camino de Ronda para poder pasear, hacer deporte o simplemente contemplar el bellísimo paisaje de sus playas.
El Camino de Ronda es un sendero de 6,5 km que recorre el litoral desde la zona de Pilons hasta el Faro de Salou, situado en Cap Salou. El recorrido consta de dos tramos: desde Pilons a Replanells (2 km) el camino está totalmente habilitado. En cambio, desde Replanells al Faro (4,5 km) de camino natural, no totalmente acondicionado.
Históricamente, los caminos de ronda seguían el litoral y eran utilizados para la vigilancia de la costa o los pescadores. La recuperación de esta vía devuelve la posibilidad de pasear por el litoral por los puntos donde era imposible hacerlo desde hacía muchos años.
Estos caminos reciben su nombre de las rondas que hacían las patrullas o los ciudadanos de los municipios costeros para vigilar el contrabando junto a la línea de mar. Sin embargo, ésta no era su única utilidad, sino que también servían para comunicar pueblos y eran usados por mucha gente para ir de unos a otros.
En la actualidad, muchos de estos caminos se han acondicionado y señalizado para potenciar el excursionismo entre bosques de costa y acantilados que regalan grandes panorámicas sobre el mar.
El Camino de Ronda descubre la gran riqueza natural y paisajística de la zona. Además de las diferentes panorámicas que se pueden descubrir en el trayecto, el camino discurre por diferentes calas y playas de Salou, convirtiéndose en una forma diferente de descubrir la zona de Cap Salou.
Desde Pilons, el sendero se dirige al sur y pasa por la playa de Capellans, donde se pueden ser los restos del antiguo lazareto, construido en 1829. El recorrido continúa por la cala Llenguadets, desde donde se pueden observar los búnkeres construidos durante la Guerra Civil. El último tramo corresponde a la playa Llarga, un entorno natural y alejado de la zona turística.
A lo largo del recorrido se han habilitado algunas pasarelas de madera o balcones que permiten contemplar con tranquilidad la amplia extensión del mar Mediterráneo y también accesos a pequeñas y preciosas calas que, al tener únicamente acceso a pie, suelen estar muy poco concurridas.
Cala Penya Tallada, cala Font, cala Vinya y cala Crancs son algunas de las más bonitas.
Aunque el camino alcanza una altura máxima de 77 metros respecto al nivel del mar, con tramos que tienen una pequeña dificultad, la mayor parte del recorrido es practicable para todo el mundo, incluso para los más pequeños.
El Cap Salou nos descubre todavía otra posibilidad. Por su situación, es un lugar de interés para la observación de aves marinas que cuesta ver desde la playa. Así, con la ayuda de telescopios y de otro tipo de instrumental óptico, es posible observar pardelas, págalos, alcatraces, frailecillos, alcas, colimbos, paíños comunes y patos marinos, como negrones comunes o negrones especulados. También, se pueden observar diversas especies de gaviotas entre las cuales la gaviota de Audouin es relativamente abundante y fácil de ver en la primavera y el otoño.
Esta primavera, para complementar el atractivo del camino de ronda, Salou ha estrenado una nueva propuesta bajo el nombre de La ruta de los miradores. Se trata de un recorrido que sigue la línea de la costa y pasa por 23 miradores, algunos de ellos de origen natural y otros creados expresamente.
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