Jacuzzi y gastronomía bajo el cielo estrellado de Teruel

El balneario de Ariño ofrece la experiencia Balneanight para disfrutar de la escasa contaminación lumínica del entorno en un circuito termal.

Momento de la puesta de sol en el jacuzzi.
Momento de la puesta de sol en el jacuzzi.
A. T.

Entre los muchos planes que aúnan turismo y gastronomía en Aragón, el que ofrece el balneario de Ariño bajo la denominación Balneanight resulta muy sugerente para disfrutar en este verano tórrido. Básicamente consiste en vivir una experiencia termal al aire libre, de noche y viendo las estrellas.

Este último no es un espectáculo menor porque Teruel es una de las provincias con más certificación Starlight de España. O lo que es lo mismo, su cielo tiene muy poca contaminación lumínica, lo que contribuye a que brille en el mapa del turismo astronómico.

El balneario de Ariño no es un alojamiento Starlight, pero sí lo es el cercano Monasterio El Olivar, en Estercuel, y la comarca Cuencas Mineras posee la doble certificación como destino turístico y reserva Starlight desde hace cuatro años.

En cualquier caso, la experiencia de contemplar el cielo estrellado desde la piscina exterior de este balneario merece mucho la pena. El pueblo de Ariño está lejos, así que apenas hay contaminación lumínica que moleste en los alrededores.

Durante el mes de julio se puede disfrutar de esta propuesta los viernes y sábados, en dos horarios: en el momento de la puesta de sol y el crepúsculo (20.30), y ya de noche cerrada (22.00). En los dos casos se hace un circuito termal de aproximadamente una hora que culmina en la piscina exterior viendo las estrellas. En agosto se ofrece todos los días de la semana.

El director del balneario de Ariño, Daniel Calvo, comenta los servicios de los que disfrutan los clientes: “Primero se pasa por el pasillo vascular con los contrastes de agua fría y caliente; en los chorros se alivia la tensión cervical y, por último, llega el momento de relajarse en el jacuzzi, las camas de hidromasaje, el vaporarium y el jacuzzi con vistas al paisaje montañoso de los alrededores”.

La experiencia se completa con la posibilidad de disfrutar de una cena de verano en las instalaciones. “En el primer horario, lo que hace la gente es cenar después del circuito –comenta Daniel Calvo–, mientras que, en el nocturno, habitualmente se cena antes”.

Se ofrecen dos opciones: elegir una ensalada, ración o bocadillo (el pack completo cuesta 35 euros por persona) o el menú Alcuza en el que se incluyen productos de kilómetro 0 (38,50 euros por persona). “La verdad es que hemos ajustado bastante el precio y está teniendo buena aceptación”, prosigue.

Otro detalle interesante es que la ambientación a lo largo del recorrido es diferente a la que hay durante el día. “Hemos recreado un ambiente nocturno más especial e intimista que vaya de la mano del resto de actividades; además, los clientes que están alojados suelen disfrutar de las instalaciones durante el día, así que por la noche es un momento de bastante tranquilidad”.

Se acerca el espectáculo de las lágrimas de San Lorenzo, y el director del balneario comenta que “es uno de los momentos del verano en el que más se demanda vivir esta experiencia porque ver las estrellas fugaces dentro de un jacuzzi es algo que merece la pena”.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión