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Senderismo en el barranco de Gabasa, un oasis en La Litera

Del desierto a la frondosidad del bosque de ribera, esta ruta de dos kilómetros va desde el entorno del molino de El Truco hasta la fuente Clot de Ull.

Un estanque en el barranco de Gabasa.
Un estanque en el barranco de Gabasa.
Turismo La Litera

El barranco de Gabasa es una de las zonas más desconocidas de la comarca aragonesa de La Litera, en el este de la provincia de Huesca. La exuberancia y frondosidad de su flora contrasta con el resto del paisaje de La Litera Alta, caracterizada por ser una zona seca. Así, este barranco es un oasis en medio del desierto, un paraje con microclima que se puede recorrer fácilmente gracias a las indicaciones y otros elementos del entorno.

Desde hace unos años, el barranco consta de pasarelas y barandillas, además de bancos y mesas de picnic, por lo que cualquiera pueda realizar la ruta de menos de dos kilómetros que lo recorre. Es una senda señalizada y en buenas condiciones que arranca en el sector sur del barranco, desde la pista que lleva desde Gabasa a Peralta de la Sal por el embalse del molino de El Truco. En este punto, justo antes de cruzar un puente agrícola sobre el barranco, arranca el camino que discurre en paralelo al mismo en todo momento.

Durante el paseo, la senda va cambiando de orilla, hasta llegar a los paredones de roca donde se encuentra el puente de Gabasa, de origen medieval. La ruta continúa remontando el barranco y pasa por varias cascadas, como la de Santa Ana, y un estanque con plantas acuáticas hasta llegar al manantial de Clot de Ull o Agujero del Ojo, donde se encuentra el nacimiento del río Sosa.

A lo largo del camino, el senderista se verá envuelto en la frondosidad de un bosque de ribera, con especies como el chopo, el álamo, el sauce o el fresno. En estos árboles anidan aves como milanos, aguiluchos, el ratonero, el cernícalo vulgar, el halcón peregrino o la lechuza común. El mamífero más representativo es el zorro y en los remansos de agua habitan sapos y ranas.

Ruta circular desde Peralta de la Sal

Este paseo corto finaliza en el sector norte del barranco, junto al puente para coches que conduce a la fuente Clot de Ull, pero en el entorno de Gabasa se pueden hacer caminatas más largas. Una opción es una ruta circular desde Peralta de la Sal, municipio situado en un paisaje de monte bajo y rodeado de pinos, encinas, olivos y almendros.

Este recorrido más amplio tendrá también como principal punto de interés el barranco de Gabasa y se puede realizar en medio día aproximadamente. La ruta sale desde las piscinas de Peralta en dirección hacia las salinas, uno de los principales atractivos del pueblo que ahora están abandonadas. De vuelta en el camino principal, en el horizonte se puede ver el torreón del castillo de la Mora. A las dos horas de haber salido se alcanza el ya citado Agujero del Ojo, ya que esta propuesta es en sentido inverso al paseo corto por el barranco, que en este caso se coge por el sector norte.

Desde aquí, la ruta continúa hacia el núcleo de Gabasa para recorrer la parte alta del barranco. El mismo está dividido en dos por este pueblo de apenas 16 habitantes que también es famoso por la Cueva de los Moros, donde se encontraron los restos humanos más antiguos de Aragón, unos molares de neandertal de hace 45.000 años.

Después de acercarse a este yacimiento y dar una vuelta por el pueblo, la ruta circular continúa hacia el segundo tramo del barranco, cruzando por el puente románico, para pasar junto a las últimas cascadas del entorno. Unos pasos más adelante, como si fuera el despertar de un sueño, el recorrido desemboca de nuevo en el paisaje desértico propio de La Litera. Para volver a Peralta hay que tomar una pista a la derecha, pasando por una balsa que abastece de agua a este núcleo poblacional para, en suave descenso, llegar al punto de partida.

Estas son dos opciones para adentrarse en este oasis de vegetación en La Litera Alta. Aunque se pueden realizar durante todo el año, las mejores épocas para hacer estas rutas son primavera y otoño y se recomienda llevar calzado cómodo, protección solar, prismáticos y abundante agua.

Otro de los destinos senderistas de la zona es San Quílez, el techo de esta zona de la provincia de Huesca, ubicada al sur de la sierra de Carrodilla. Con una altitud de 1.062 metros es la cima más alta de media montaña y corona una serie de montes que, en su día, estuvieron inundados. Ahora, el paisaje lo forman campos de cultivo, granjas y pueblos como Calasanz, Azanuy, Castillonroy o Camporrells, además de los protagonistas de estas dos rutas.

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