aragón es extraordinario

Tres familias que ya disfrutan del abrazo de las Cinco Villas

Con asiento en Erla, Luesia y El Frago, estas historias son fruto del trabajo que hace Adefo y la comarca para pasar de las buenas intenciones a las buenas obras

Son tres de las familias que han llegado a las Cinco Villas en los últimos meses. Apuestan por la naturaleza, la calma y las relaciones personales dejando atrás las prisas, el estrés, la contaminación y el ruido de grandes ciudades. Para todos ellos, ésta será su primera Navidad en la comarca.

Erla: ‘Salitre y Rasmia’

Rubén Ramírez y Marta Ortiz llegaron en julio pasado y ésta va a ser su primera Navidad en tierras cincovillesas. Eligieron Erla para poner en marcha una empresa dedicada al trabajo artesanal de la madera, que han llamado ‘Salitre y Rasmia’, una denominación que reúne la esencia de ambos.

“Rubén es canario, viene de El Hierro y lleva salitre en la piel; yo soy mañica de pro y tengo la rasmia dentro. Vivíamos en Zaragoza; llevábamos mucho tiempo queriendo salir de allí, pero por temas laborales no se podía. Cuando yo empecé a teletrabajar, tomamos la decisión de mudarnos”, explica Marta. Con la pandemia se dio la situación perfecta. “Vimos la oportunidad de venirnos a las Cinco Villas y no la hemos desaprovechado. Fuimos mirando pueblos y Erla nos gustó; aquí encontramos una casa adecuada, en la que estamos trabajando mucho y hay buenas comunicaciones”, apunta Rubén.

Su taller está lleno de elementos decorativos para la Navidad, que es lo más demandado ahora mismo. Tienen desde adornos para el árbol –con diferentes diseños, que personalizan con el nombre– a árboles de Navidad en madera, coronitas para colgar en la puerta de madera con flores... la oferta, empero, es mucho más amplia. “Estamos haciendo cuadernos, álbumes de fotos, libros de firmas y decoración de eventos; creo que en eso nos vamos a centrar principalmente, y sobre todo apostamos por la creatividad, hacemos realidad cualquier propuesta que nos llegue”, detalla Rubén, que aboga por el uso de materiales naturales y respetuosos con el medio ambiente. Los trabajos de la firma pueden verse en Facebook e Instagram, y dentro de poco también podrán adquirirse en la web de Salitre y Rasmia.

La pareja afronta con ilusión las dificultades que tiene el emprendimiento y agradece el apoyo de Adefo Cinco Villas, la entidad que gestiona las ayudas Leader para esta comarca, y que participa en los proyectos de revitalización demográfica. “Contactamos con ellos después de llegar a Erla, y nos han ayudado en todo. Los trámites son siempre una traba, montar la empresa es un poco complicado”. Están encantados con la buena acogida de los vecinos. “La gente de Erla nos ha acogido muy bien desde el primer momento. Son supermajos, todos intentando ayudar en lo que pueden, no hemos encontrado ninguna piedra en el camino”.

El Frago: Paloma y Roberto

Llegaron de Barcelona en abril, y aseguran que les ha tocado la lotería. “No hay nada que echemos de menos. Ya no nos acordamos de la vida de antes, es como si lleváramos aquí desde siempre. Te acostumbras muy rápido a lo bueno, y esto es más que bueno. El Frago es espectacular y la gente, maravillosa. Estamos muy a gusto”, concluyen. Tras decidir su apuesta por el medio rural contactaron con el proyecto Arraigo en septiembre de 2020 y la respuesta fue inmediata. Aragón era la primera opción, les gustaba el Pirineo y les ofrecieron Cinco Villas. “Aquí hemos tenido el apoyo de los vecinos, empezando por el alcalde y el Ayuntamiento, por la persona que nos alquiló la casa, por Eladio, que es acompañante, amigo y de la familia casi. En Adefo el apoyo ha sido enorme; somos socios de la Asociación Empresarial de Cinco Villas”.

Paloma continúa con su trabajo ‘online’ como coach de idiomas en palomagarciacoach.com; había dirigido una academia de idiomas y habla ocho lenguas, pero su labor se enfoca a que las personas sepan cómo aprender un idioma. “Hay muchos bloqueos y resistencias con los idiomas. Desde el punto de vista del coach, de desarrollo personal, lo aplico al aprendizaje cuando uno necesita un idioma, sobre todo en el entorno profesional. Es una ayuda a profesionales que se encuentran en un punto de bloqueo, que no consiguen avanzar en su idioma”. Roberto, uruguayo con 22 años en España, es carpintero y gracias al Ayuntamiento ha encontrado un espacio adecuado para instalar su taller. Subraya que ha ganado mucha calidad de vida. “He dejado de correr y de estar rodeado de gente enfadada todo el tiempo: el tráfico, las prisas... es una carrera contra el tiempo que no tiene mucho sentido”. Ha comenzado a trabajar para los vecinos y su radio de acción es la comarca, tal y como explica en carpinteríaelfuster.com.

Luesia: Candela y Gustavo

“Mi hija se ha adaptado perfectamente a la vida en Luesia y está muy feliz. El timbre de nuestra casa sonó el primer día a las cinco de la tarde y Cayetana ya salió a jugar con sus amigos”. El bienestar y la seguridad de la niña es uno de los aspectos fundamentales que Candela y Gustavo han considerado para dejar atrás la ciudad de Buenos Aires y asentarse en Luesia, con la colaboración de Adefo y Pueblos Vivos.

Gustavo es español; llegó en junio, y ya este verano trabajó en la zona de Pígalo. Ahora desarrolla su labor en una granja y en la agricultura. Candela y su hija llegaron el 27 de septiembre, a tiempo para disfrutar el precioso otoño del monte luesiano.”Es esta libertad lo que buscábamos”, señala, apuntando que ha sido muy importante contar con el apoyo de Antonio Lacosta, colaborador de Adefo, en todo el proceso de asentamiento.”Hemos sentido la amabilidad de los vecinos, ser bien recibidos”, dice Candela que es pedagoga y elogia la labor de la escuela luesiana y la del colegio rural agrupado del que forma parte. “Hay muy buen nivel educativo con muchas actividades extraescolares. Ahora ya se ha preparado la semana en la nieve”. Para apoyar la economía familiar, Candela acaba de asumir la gestión del club infantil de Luesia, que abre sus puertas varios días a la semana entre las 17.00 y las 21.00.

La apuesta de Adefo y la comarca

Disponer de una buena conectividad y de viviendas de alquiler son las dos condiciones fundamentales para acoger personas que trabajen en remoto y deseen vivir en el medio rural. Uno de las últimos proyectos de Adefo Cinco Villas, entidad privada sin ánimo de lucro que gestiona las ayudas Leader en esta comarca, está dirigido a canalizar esta demanda.”Junto a la Comarca de Cinco Villas hemos seleccionado pueblos con una conectividad mínima de 30 megas (los hay de 30, 100 y 600 megas) y viviendas disponibles en venta o alquiler, que hemos catalogado en función de varios criterios, entre ellos el estado de conservación. Además en la web se resumen los servicios de que disponen cada población seleccionada”, explica Maite González, gerente de Adefo, que con la colaboración de la Comarca de Cinco Villas, facilita la llegada de nuevas familias. Un colaborador en cada población se encarga de acompañar a los recién llegados.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es Extraordinario'.

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