aragón es extraordinario

Motoclub Calatayud, casi tres décadas del salto al éxito

La entidad bilbilitana suma más de 150 socios de la cabecera comarcal y buena parte de la demarcación, pero también tiene miembros de la comarca de Valdejalón, y de Soria

En 1993, el Motoclub Calatayud recogió el testigo del antiguo Motoclub Ayud y empezó un trabajo larvado y constante; 22 años después, en 2015, este afán devolvió a la ciudad su presencia en el calendario de las competiciones nacionales del motor, con la organización del Campeonato de España de Motocross en las máximas categorías. Una labor que sus responsables, los hermanos Ángel y David García, atribuyen al trabajo de los socios y de las entidades colaboradoras. “Nosotros ponemos todo lo que está en nuestra mano, medios, tiempo y trabajo, y tenemos la suerte de tener la ayuda necesaria para rematar la faena, a fin de que el coste sea mínimo”, explican ambos, cabezas visibles de la agrupación.

El Motoclub cuenta con más de 150 socios inscritos; el grueso son de la cabecera comarcal, pero también se suman vecinos de Paracuellos de Jiloca, Maluenda, Aniñón, Villarroya de la Sierra y Ariza, en la propia demarcación; y también de zonas limítrofes, como Ricla, e incluso de la provincia de Soria. “Hay electricistas, fontaneros, carpinteros… una simbiosis perfecta de gremios, porque todos aportamos lo que está en nuestra mano”, indica Ángel. “Si hay algo que nos define es la austeridad, siempre buscamos la forma de ajustar la inversión de dinero: si hay que hacer un túnel, lo dejamos todo preparado para que cuando venga una empresa lo tenga casi listo”, apunta David.

El principal objetivo con el que nació el club es promocionar y fomentar el deporte de las motos. “Queríamos dar cobertura a los pilotos locales y hacer competiciones aquí”, define Ángel. “Si sale un figura, intentaríamos ayudarle en todo lo que podamos”, remarca David, que está en la presidencia desde hace varios años. “Hay ventajas para los socios, especialmente a la hora de utilizar el circuito para entrenar, lo que lleva a que gente que no es de aquí se apunte. Tenemos incluso de Sonseca en Toledo”, puntualiza Ángel. Tenemos ya bastantes socios jóvenes, pero es verdad que es un deporte difícil por el gasto que implica”.

Tanto Ángel como David valoran los apoyos consolidados al club. “Es una confianza que nos hemos ido ganando con el paso del tiempo, tanto de patrocinadores como de las instituciones. Tenemos muchas empresas que nos ayudan, y el Ayuntamiento de Calatayud nos facilita las cosas, además de sus aportes económicos; también está la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de la Comarca, y la ayuda que nos dan desde la Academia de Logística del Ejército”, enumeran. “Sin todos ellos no podríamos llegar, porque en la organización de una prueba del Nacional ya necesitas a más de 100 personas”, detalla David.

Buenos tiempos

Los inicios ya fueron ilusionantes. “Al principio se fundó el club ligado al trial; llegamos a hacer dos triales ‘indoor’ en la plaza de toros de Calatayud, en el 93 y en el 94, que fueron espectaculares; pusimos zonas de agua y se hizo muy vistoso”, recuerda Ángel. Ya en 1995 la entidad abrió sus horizontes y se expandió de forma global respecto a las motos. “Hicimos pruebas del Campeonato de España de Motocross; aquí llegaron a venir el padre y el tío de Toni Elías o el tío de Nil Arcarons, entre otros”, subraya Ángel.

También apunta que tras un parón de casi una década, aun acogiendo pruebas regionales de forma regular, el club impulsó en 2008 la celebración de una competición de trial e incluso del denominado ‘cross country’, que incluye parte en circuito cerrado y otra en abierto; tomaba incluso la zona del barranco del Guano, en las faldas del Castillo Mayor.

Un circuito cuidado con ahínco, todo un tesoro para el motocross

El trazado del circuito Castillo de Ayud, de unos 1.600 metros de cuerda, es la joya de la corona para el Motoclub Calatayud. Aunque la titularidad del recinto es municipal, la gestión, el mantenimiento y las mejoras las asume la agrupación. Además de las citas de mayor relevancia como son las pruebas que llegan del Campeonato de España, o la más reciente del Campeonato de Aragón, también acogen sesiones de entrenamientos de pilotos y equipos punteros. Sin ir más lejos, el año pasado hizo una parada el equipo GasGas Team, pero también son habituales nombres como los de Clement Desalle, Gautier Paulin y Dilane Ferrandis.

“En los primeros años del Campeonato de España pusimos la caldera de agua caliente y casi no se lo creían, porque no es lo habitual”, puntualiza David García. Además de los servicios, el recorrido está valorado por su dificultad técnica y por la gran cantidad de saltos que se apoyan en los desniveles naturales del terreno, que ofrecen una destacada panorámica del Castillo Mayor y todo el recinto amurallado de la ciudad. “En el 95 se reformó y se hizo la primera caseta. Desde entonces hemos trabajado por mejorar cada vez un poco más en el aspecto deportivo, pero también en lo referente a seguridad para el público”, añade Ángel García.

Entre las mejoras incorporadas figura un sistema de riego por aspersión que sustituyó a la opción “a manta”, y también un lavadero, el vallado perimetral y la sectorización interior, para separar las zonas con acceso al público general de la zona de competición. El año pasado aprovecharon para renovar el núcleo en el que se asienta la organización de una carrera: la zona de oficina y dirección de carrera, la del jurado y el área de prensa. “Conseguimos hace muchos años que pasase de ser zona rústica a zona deportiva, lo que facilita las cosas”, indica Ángel, que insiste en que “somos tan austeros, que buena parte de lo nuevo es todo de segunda oportunidad”.

En este sentido, recuerda que “la caldera es reciclada; de los edificios nuevos, salvo los tejados, el resto de materiales es aprovechado, incluso un viejo quiosco que ya no se utilizaba”. A pesar de que las últimas mejoras llegaron hace muy poco, ya están con la mente puesta en las siguientes. “Para preparar el Nacional tenemos seis meses de trabajo por delante: primero hay que empezar a hablar con los patrocinadores, revisar los reglamentos….”, cita Ángel. “Este año tenemos que mejorar la parrilla de salida: que sea de hormigón. También queremos acabar un túnel”, indica David, que recuerda como “hemos pasado de alquilar maquinaria a tener la nuestra”.

“Todo lo que se incorpora queda para la ciudad, porque las instalaciones son municipales, como la ampliación de la zona de ‘paddock’, sin ir más lejos”, insiste Ángel. Esa capacidad para cumplir con las exigencias ha hecho que las distintas federaciones del ámbito, la aragonesa y la española, tengan confianza y los recompensen con la celebración habitual de competiciones. “Saben que aquello que se nos pida, plataformas para la retransmisión o cualquier otra cosa, lo vamos a tener listo. Haremos nuestro esfuerzo y ahí estará”, remarcan. En el futuro, acoger pruebas de ámbito europeo sigue siendo un objetivo.

La repercusión económica para la ciudad de un espectáculo público

Desde el Motoclub calculan que una prueba del Campeonato de España de Motocross puede generar un movimiento cercano a las 3.000 personas en la ciudad a lo largo del fin de semana en el que se desarrolla, entre vecinos que se acercan, visitantes de fuera e integrantes de los equipos y sus acompañantes. “Nosotros sabemos que hay movimiento porque es lo que nos dicen; desde el jueves hasta que se celebra la prueba el domingo estamos allí arriba casi en dedicación exclusiva”, reconocen con humor tanto David como Ángel.

“Hablamos de que solo de la competición llegan 120 pilotos, y cada uno lleva un equipo de 4 ó 5 personas más. Hay que añadir que muchos patrocinadores del Campeonato también se acercan el domingo. Eso supone que durante todos esos días, tanto los hoteles de la ciudad y alrededores como los restaurantes estén llenos, y hay más gente en las tiendas de ropa o los bares”, apuntan.

Tanto Ángel como David recuerdan los nombres de quienes les antecedieron; Javier García en este Motoclub o Manuel Andrés, Gregorio Rodrigo, Mariano Yagüe o Fernando Martín en la etapa del Motoclub Ayud, cuando la agrupación no tenía estatutos propios.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es Extraordinario'.

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