Matanzas y aquelarres en los pueblos más misteriosos de Zaragoza, Huesca y Teruel
Las tradiciones mágicas y oscuras abundan más en territorios de montaña dentro de Aragón.
La noche de Todos los Santos es un momento del año en el que se dedica un repaso al lado oscuro de la vida, con el recuerdo a los muertos y los pensamientos sobre la fragilidad de la existencia. La noche del 31 de octubre al 1 de noviembre es también la de Halloween, celebración muy popular en Estados Unidos, de origen gaélico y que se ha adoptado en España en las últimas décadas. No obstante, es bueno recordar que Aragón tiene sus propias historias de miedo; algunas están fundamentadas en leyendas, y otras en hechos históricos que acabaron llegando a nuestros días con un componente sobrenatural.
Son muchos los pueblos aragoneses con historias de brujas, por ejemplo. A finales de la Edad Media sobre todo, pero también en siglos posteriores, las curanderas de los pueblos eran acusadas frecuentemente de brujería y condenadas por sus presuntos aquelarres. Desgraciadamente, muchas de esas acusaciones venían de causas nada misteriosas, como pleitos familiares o venganzas personales. En nuestros días, sin embargo, muchos de los pueblos que fueron escenario de esos sucesos han decidido recordar aquellas historias de un modo reivindicatorio, homenajeando a aquellas mujeres injustamente tratadas o directamente asesinadas. Visitarlos a día de hoy es conocer más a fondo todas aquellas leyendas, o los hechos que las motivaron.
Laspaúles y la matanza de 24 mujeres por brujería
Situado en la entrada oriental del valle de Benasque, este pueblo oscense vivió la mayor matanza de brujas en el menor espacio de tiempo que se recuerda, muy por encima de Zugarramurdi en Navarra o el pueblo de Salem en Estados Unidos. Fueron 24 mujeres ejecutadas por brujería en el plazo de dos meses. Hoy existe un Parque de las Brujas a las afueras del pueblo, en el monte de donde se sacaba la madera para hacer las horcas. El recorrido es muy instructivo, apto para el turismo familiar, y supone además un paseo por un lugar muy bonito, con vistas en 360 grados desde lo alto.
Gavín y la leyenda de las Dos Abuelas
Las investigaciones del antropólogo Ángel Gari hablan de la leyenda de las Dos Abuelas, que en tiempos de la peste fueron acogidas por el pueblo de Espierre, junto a Gavín, en el Alto Gállego oscense; como recompensa, les dejaron en herencia la pardina de As Biellas, a la que pertenecía la ermita de San Bartolomé. Muy cerca está la llamada Caseta o Cubilar de las Brujas, y en el camino a Yésero también hay abundantes historias sobre el componente mágico del pico Erata, de 2.000 metros, al que se asciende por un bosque muy tupido. También hay casos allá del episodio de las mujeres latrantes (por ladridos) que afectó a varios pueblos pirenaicos.
Jabaloyas y los aquelarres del monte Jabalón
En la sierra de Albarracín también hay cabida para las historias de brujas, y quizá el punto más interesante en este tema se halle en lo alto del monte Jabalón, perteneciente al término municipal de Jabaloyas, donde según la tradición oral se celebraban aquelarres, aunque no hay documentación de estas historias. Allá se celebra la carrera ciclista Brujas Bike y suele haber una gran fiesta en lo alto del Jabalón con la llegada del solsticio de verano, celebrándose además la noche de San Juan con hoguera incluida.
Tramacastilla de Jaca y el brujo Pedro de Arruebo
Se habla de una epidemia de posesión demoníaca colectiva en el valle de Tena y lugares cercanos del norte de Huesca entre 1637 y 1643, con repercusión en toda Europa. Solamente entre Tramacastilla y Sandiniés se contabilizaron 62 mujeres afectadas. Se señaló como culpable al brujo Pedro de Arruebo, dueño de la finca de Lartosa. Al suceso se le conoce como ‘Las obsesas de Tramacastilla’. El bosque del Betato, que separa a Tramacastilla de Piedrafita, también se ha señalado desde siempre como lugar de brujería; hoy es parte de una tradición senderista.
Villanúa y su espectacular cueva de las Güixas
La relación entre la localidad oscense del Valle del Aragón y las historias de brujería es fuerte. Se ajusticiaron allí 15 mujeres por esta razón en los siglos XV y XVI, acusadas de magia negra y artes malignas. Hay una escultura que las recuerda junto a la Oficina de Turismo local. Además, la cueva de las Güixas es una de las más visitadas de Aragón; güixa es sinónimo de bruja en la zona, y se dice que quien entraba en la cueva de noche y se dejaba seducir por sus encantos amanecía con el pelo blanco.
Valle de Bardají y la reunión de las brujas cada viernes
Este municipio, junto con Vilas del Turbón, es uno de los accesos naturales a la mole del Turbón, con forma de herradura, en cuya cima se reunían todos los viernes las brujas para celebrar el aquelarre, danzar e invocar a las fuerzas del mal, según cuentan las leyendas locales. Además, hay un dicho local que asegura que “en el Turbón, tienden las brujas sus ropas al sol”. Además de las brujas se habla por allá del Ome Granizo, un ser mitológico capaz de generar unos vientos tan fuertes que afectan a todo Aragón.
Trasmoz, único pueblo excomulgado de España
En la falda del Moncayo, es el pueblo brujo más famoso de la provincia de Zaragoza. La historia de tía Casca, despeñada por los vecinos tras ser acusada de echar mal de ojo y traer desgracias, es el germen de esta tradición bruja en el pueblo. Se tiene además como costumbre en las últimas décadas distinguir a una de sus vecinas con el título de bruja del año, todo un honor para la elegida. Trasmoz tiene como imagen más conocida el castillo, cuya existencia también se atribuye a la magia negra, y un dato llamativo; es el único pueblo excomulgado de España. Bécquer dejó constancia de las leyendas brujeriles en sus ‘Cartas desde mi celda’, donde hablaba de la tía Casca, la Galga y la Dorotea.
