rutas por aragón
La subida a la Moleta desde Canfranc, 1.400 metros de desnivel y unas vistas de impresión
La ruta tiene una dificultad técnica fácil aunque es exigente, con tramos de fuerte pendiente y 18 kilómetros en total. En invierno o época de lluvias con el suelo mojado, se complica.
La subida a la Moleta desde Canfranc-Estación es una de las rutas del Pirineo que mejores vistas ofrece desde la cota más alta. Se trata de una excursión de dificultad técnica entre fácil y moderada pero es al mismo tiempo exigente. Y es que, al fin y al cabo, se superan 1.400 metros de desnivel y el recorrido total es de casi 18 kilómetros. El itinerario es circular y la cima está a más de 2.500 metros de altitud.
Con estas características, la ruta es más recomendable para primavera y verano, sobre todo cuando no llueva y el suelo no esté mojado, aunque el otoño también invita a afrontarla. En invierno o época de lluvias, la dificultad de esta propuesta aumenta. Como en cualquier salida de montaña, siempre conviene mirar con antelación la previsión del tiempo y llevar la equipación adecuada.
Una vez hechos los preparativos, solo queda ponerse en marcha. La ruta comienza en Canfranc-Estación, por el camino que lleva desde el pueblo hacia el fuerte Coll de los Ladrones. Esta fortificación fronteriza, cuya primera construcción data de finales del siglo XVIII, está a 1.300 metros de altitud. Desde este punto, en el que merece la pena detenerse y conocer un poco su historia, la ascensión hacia la Moleta continúa hacia el barranco de Izas. Antes de llegar al embalse hay que tomar un sendero que se adentra en el canal de Izas, siguiendo las balizas marcadas del GR-11.
El camino se vuelve más pedregoso de La Cantalera y ya va ganando altura hasta alcanzar los verdes prados de Izas. La ruta sigue en dirección la Cascada Divina, también conocida como Las Negras, pero antes de llegar, hay que abandonar el GR-11 a la altura de una piedra de grandes dimensiones para tomar una nueva senda. Esta está señalizada como PR-3a que, hacia el suroeste, salva cada vez más desnivel en dirección al ibón de Iserias.
El siguiente punto de referencia en esta subida a la Moleta es la cabaña de la Vuelta de Iserias, situada a 1.900 metros. A partir de aquí, el sendero cambia bruscamente de dirección y, bajo los picos de Iserias, asciende hacia el sur, en busca del paso que da acceso al circo de Samán, sobrepasando ya los 2.000 metros de altitud. Además de para tomar aliento, este es un buen lugar para detenerse y contemplar las vistas a la Tronquera, la Moleta y los Picos de Iserias, en cuya depresión se esconde el ibón, a 2.160 metros.
Para continuar hacia el destino, habrá que bordear este lago de alta montaña por la derecha. Tras enlazar con una canal en dirección oeste, se inicia un fuerte ascenso hacia el collado de La Moleta, casi el último tramo de la ruta y cerca de alcanzar los 2.500 metros de altitud. Desde este punto, solo resta avanzar por el camino pedregoso, bordeando el casco rocoso de la vertiente oeste y, voilà, cima de La Moleta alcanzada.
Con el objetivo de ida cumplido y tras casi cuatro horas de caminata, toca emprender el regreso hacia Canfranc por el camino del Carretón de Ip. Su nombre se debe a un antiguo y un tanto rudimentario sistema que se instaló para trasladar material, maquinaria y, lo más curioso, también obreros, del proyecto de construcción que se estaba llevando a cabo para comunicar las aguas del ibón de Iserias con las del de Ip.
Aunque hace más de una década que el carretón dejó de funcionar, su camino se puede seguir recorriendo y será la vía de salida para esta ruta. La senda, zigzagueante, discurre entre los barrancos de Borreguil y de Samán y continúa por el lado derecho de la tubería. Más adelante, en el lado contrario, atraviesa un túnel en la roca, por donde se precipitan las aguas del embalse de Ip a la central eléctrica ubicada en Canfranc.
Tras este enclave, el camino prosigue por un desvío hacia el paseo de los Melancólicos, ya en el casco urbano de la localidad y a pocos metros del inicio de la excursión. En total, el tiempo estimado de esta ruta en los meses de verano, sin imprevistos ni dificultades en el terreno y con climatología favorables es de casi siete horas de actividad.
Otras alternativas de ruta
Al tratarse de una ruta circular, la subida a La Moleta se puede realizar en el sentido inverso, es decir, tomando el camino del Carretón para la ida. En este caso, el tiempo previsto de la actividad es de unas ocho horas totales.
Si se toma esta opción, la salida de la ruta se produce junto a la central eléctrica de Canfranc, por el camino del Carretón y con un primer objetivo, la loma del Monte Larrón (unas dos horas desde la salida). En este caso, el sendero en zigzag es de subida y, poco después, aparece el túnel excavado en la roca. Desde aquí, todo es subir, subir y más subir, en un tramo que conviene tomarse con calma y no desesperar. Conforme se avanza, el bosque inicial por el que se camina queda atrás para abrirse ante el montañero un amplio panorama: en frente, el Collarada, elevándose sobre el barranco de Ip.
A la inversa que en la primera propuesta de ruta, en este caso, para la vuelta, una vez alcanzada la cima, se baja por el collado de la Moleta y el circo de Samán, por donde se desciende hasta el ibón. El siguiente punto de referencia es la Vuelta de Iserias, por la que se pasa hasta enlazar, ya en el barranco de Izas y muy cerca de la Cascada Divina, con el sendero señalizado como GR-11. Una vez en dicha senda, el final de la ruta está al caer, no sin antes pasar por el fuerte de Coll de Ladrones y recorriendo en estos últimos pasos un tramo del Camino de Santiago.
