Subida al Petrechema desde el refugio de Linza, montañismo en el Pirineo occidental

Junto con la Mesa de los Tres Reyes es una de las ascensiones más populares de esta vertiente. En realidad, es la antecumbre de las Agujas de Ansabere, hasta donde solo se llega escalando.

Cresta del Petrechema, a 2.366 metros
Cresta del Petrechema, a 2.366 metros
Federico Yubero

La subida al Petrechema (2.366 metros) es una de las ascensiones más populares del Pirineo occidental, junto con la de la Mesa de los Tres Reyes, unos metros por encima. En realidad, el Petrechema es la antecumbre de las Agujas de Ansabere, hasta donde solo se puede llegar superando un último tramo de escalada. Aun así, subir hasta esta antecima es una de las actividades de montaña más atractivas de la zona.

La ruta más popular de ascensión al Petrechema parte desde el refugio de Linza y durante el primer tramo comparte camino con la subida a la Mesa de los tres Reyes, hasta el collado de Linza. Situada en el circo de Lescún (905 metros), se cree que el nombre de Petrechema significa ‘Piedras gemelas’, en relación a las dos agujas de Ansabere.

El punto de partida es el citado refugio de Linza, a 1.320 metros de altitud, en el Plano de la Casa. Hasta él se llega fácilmente desde la localidad de Ansó y el camping de Zuriza, por una pista en buen estado. La actividad se considera de nivel medio si no hay nieve ni hielo y el tiempo acompaña. Si se dieran estas circunstancias, serían necesarias raquetas y, para el tramo final, crampones. La propuesta desde el refugio de Linza es una ruta de ida y vuelta por el mismo trazado con una distancia total de unos 12 kilómetros que, sin paradas, se recorren en aproximadamente seis horas.

Con todo previsto y de buena mañana para evitar las horas de calor, la ruta comienza en el refugio de Linza, atravesando el riachuelo por un puente de madera. El ascenso arranca por un sendero pisado y marcado que sale desde el fondo del aparcamiento. Tras media hora de caminata, el camino gira a la izquierda, tomando como punto de referencia una cabaña hasta la que no se debe llegar. Dejando esta pequeña construcción a la derecha, la ruta continúa cruzando un arroyo para subir por una ladera de hierba, quedando por encima del llano y la cabaña.

La próxima pequeña meta en el camino será el collado de Linza, a 1.936 metros, después de una hora y cuarto aproximada desde el comienzo de la actividad. Hasta este punto se habrán recorrido cuatro kilómetros y superado 600 metros de desnivel. El esfuerzo para llegar hasta allí no es nada desdeñable pero tiene su primera recompensa: una gran planicie que se abre rodeada de grandes picos como la Mesa de los Tres Reyes (al fondo a la izquierda) y el objetivo final, el Petrechema (a la derecha).

Desde aquí, el camino hasta el punto más alto de esta ascensión de montaña no tiene pérdida. Un sendero surge a la derecha para salvar el desnivel hacia el visible Petrechema, dejando a la derecha la depresión kárstica. La subida sigue en dirección este y el terreno se vuelve pedregoso en este punto, siguiendo una amplia sucesión de crestas que se va estrechando hacia el final.

Una vez coronados los 2.366 metros del Petrechema, el regalo son las vistas de las esbeltas Agujas de Ansabere. Aunque se muestran casi al alcance de la mano, los pocos metros que las separan solo se pueden salvar escalando con el material apropiado. Con la mirada hacia el norte, aparece la Mesa de los Tres Reyes y, hacia el sur, el castillo de Acher y el pico Bisaurín.

Ascenso desde el valle de Lescún

Aunque la ascensión al Petrechema más popular es desde el refugio de Linza, por su relativa accesibilidad, hay otra alternativa más espectacular y de mayor nivel para alcanzar esta antecima. Se trata de la ruta desde el valle de Lescún, en el Pirineo francés. Esta propuesta parte desde el puente de Masousa (960 metros) para tomar la pista que acaba en el puente Lamary (1.171 metros). En este punto se puede estacionar el coche e iniciar la marcha a pie.

La ascensión comienza atravesando el bosque junto al Gave de Ansabere, bajo las agujas y llegando como primera meta a las cabañas, situadas a 1.665 metros, todavía empleadas por los pastores de la zona. Y es que la cabecera del valle de Ansabere, que se remonta íntegro en esta ruta, sirve de pasto a los rebaños de los que posteriormente se obtienen quesos artesanos.

Tras los pastizales, el último tramo hacia el Petrechema continúa por laderas de pedrizas empinadas, para llegar al puerto de Ansó. Desde aquí, el camino avanza en ascensión, girando a la derecha y remontando la subida pedregosa mientras se deja a la derecha el Petit Ansabere (el pico pequeño) justo antes de coronar el Petrechema.

Dos propuestas, una más sencilla y otra más espectacular, para coronar uno de los picos de la parte central del Circo de Lescún. A su alrededor, comparten panorámica otras cimas como el Anie, la Mesa de los Tres Reyes, las ya citadas Agujas de Ansabere, el Billare, el Acherito o el Soumcouy.

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