aragón es extraordinario

Salas Altas acepta el reto de elevar su bagaje de viviendas

La localidad del Somontano de Barbastro busca recursos públicos y privados para responder a la demanda de potenciales nuevos pobladores

Desde hace dos años, la agricultora y ganadera Isabel Lisa es la alcaldesa de su pueblo, Salas Altas. Asumió el reto con ganas, no restó crédito a sus predecesores y tiene una meta clara;fijar población. "Se habla mucho de la despoblación y de cómo combatirla, pero al final lo que importa son las acciones efectivas. Aquí llevamos años en el empeño, la actual corporación tiene dos años en ejercicio, pero la anterior ya trabajó duramente al respecto. Se empezó invirtiendo fondos públicos en unas viviendas situadas arriba de las escuelas, los antiguos pisos de los maestros del pueblo, para rehabilitarlos y ponerlos en funcionamiento. De ahí salieron tres viviendas, que siempre han estado alquiladas. Han pasado seis o siete familias por allá y varias se ha quedado en el pueblo, ya sea en estos mismos pisos o en un lugar propio; ojalá sea por muchos años. Salas Altas también fue de las primeras localidades en participar en el CEDER Somontano con el proyecto Pueblos Vivos. Tenemos una ventaja comparativa con otros lugares, y es la cercanía con la capital de la comarca. Al tener Barbastro tan próxima, trabajar allá y vivir aquí no es un esfuerzo; por desgracia, no se trata de algo sencillo, porque seguimos sin tener la disponibilidad que nos gustaría en el terreno inmobiliario".

En esa misma línea de actuación, se llegó a un acuerdo con el obispado para la cesión de la antigua Casa del Cura. "Es una edificación grande en el centro del pueblo –explica Isabel– y se hizo una cesión por 50 años; en 2020 concluimos la rehabilitación de la planta baja. Ahora seguimos con las otras dos plantas para generar otros dos pisos. Queremos tenerla operativa a principios de 2022. En la DPH y la comarca del Somontano hay mucha sensibilidad con este tema, por lo cual se ha puesto en marcha el programa Somontano Alquila para fomentar el alquiler en el medio rural, que siempre es complicado. Hay mucha demanda y poca oferta, como pasa en tantos lugares, y casas vacías de propiedad privada que no se alquilan de ningún modo; la mayoría pertenecen a gente de Salas que ya no vive en el pueblo, y no se fían".

Lo que busca el programa es dar seguridad extra a quienes decidan alquilar, con beneficios como un seguro de impagos o posibles daños, un seguimiento a los inquilinos, selección previa… de algún modo se tutoriza el proceso. "Por desgracia, en Salas Altas no ha habido éxito aún en esta iniciativa; llamamos, mensajeamos… siempre con respeto, claro, pero con énfasis, porque si esto se prolonga 10 años más, quizá sea tarde para salvar el pueblo. Hay cada vez más gente que quiere venir, pero si no pueden… si hubiera 10 casas disponibles se llenarían al instante, y da rabia que no sea así. Mientras tanto, tratamos de canalizar lo que podemos en esos alquileres municipales".

Otro proyecto local es gestar un plan urbanístico. "Nos hemos presentado a la subvención que da el Gobierno de Aragón al respecto; al no tener plan, estamos limitados a la hora de calificar suelo para vivienda. El plan es caro, y nuestro Ayuntamiento, pequeñito; si la conseguimos este año y trabajamos en los próximos, podremos tener una planificación adecuada y ubicar más terrenos urbanizables, incluso comprar solares desde el Ayuntamiento, ofertarlos luego a precios competitivos o edificar más para alquiler. Vemos que hay además una generación de gente joven del pueblo que quiere quedarse aquí, pero no tiene dónde".

Vídeo de Salas Altas en 'Aragón es extraordinario'

Ha habido colaboración con Pueblos Vivos para ayudar a la gente a gestionar mejor la llegada de nuevos pobladores. "Se trata de facilitar la inclusión y que la situación mejore para todos. En los últimos años llegó una familia de Murcia a los pisos de alquiler municipal, son cinco y han echado raíces aquí, ahora tienen otra casita; otra familia que vino a gestionar el bar en su día se ha alquilado una casita, tienen dos niños y buscan terreno para construirse casa… y está Mersi con su familia, claro".

La experiencia de Mersi

Mercedes Sempere, Mersi para todos sus allegados, es nueva pobladora de Salas Altas, donde reside junto a su pareja, Agustín, y dos hijos. "Llegamos los dos al Somontano hace cinco años, yo soy de Alicante y mi chico de Argentina. Hemos vivido en el extranjero y en grandes ciudades, pero esto nos gusta más. Al llegar a esta región paramos primero en Azlor, donde nació mi primer hijo, Nuno. Pasado un tiempo pensamos en cambiar para estar más anchos y como nos gustaba la zona, buscamos aquí; encontramos lo que buscábamos en Salas Altas, porque los servicios básicos y el trabajo están muy cerca, y había colegio".

Agustín comenzó trabajando en turismo, pero ahora está en una empresa de diseño de interiores. "Yo -dice Mersi– me encargo del cuidado de los peques. Nos parece muy enriquecedor vivir aquí. Colaboro con la biblioteca municipal y me he involucrado en varias asociaciones, desde un grupo de consumo a otro de apoyo a la lactancia en Barbastro, con 120 mujeres. No se trata de ocupar un espacio entre cuatro paredes, sino de integrarte en la sociedad. También me parece vital bajar a la plaza, hablar con los vecinos, hacer vida en el pueblo, aprender unos de otros… y se consigue. En la vivienda municipal estamos muy contentos y aquí nació Hodei, nuestro segundo hijo. Di a luz en casa, por cierto, el primer parto en el pueblo en 53 años, con matrona y doula. Fue curioso: vivo encima de la escuela y una de las habitaciones da al patio. El peque nació cuando los niños salían al recreo, y yo oía a Nuno jugando mientras nacía Hodei. Lo primero que oyó él fueron risas y juegos de niños".

Artículo incluido en la serie 'Aragón es Extraordinario'.

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