La vuelta a las Rocas del Masmut, una de las excursiones más emblemáticas del Matarraña

Es una ruta circular que parte desde el casco urbano de Peñarroya de Tastavins. Se considera de nivel alto, con once kilómetros de recorrido y unas cuatro horas de tiempo.

Rocas de Masmut
Las rocas del Masmut están en el entorno de Peñarroya de Tastavins
Laura Uranga

El macizo rocoso de las Rocas del Masmut es uno de los enclaves naturales más distinguidos de la comarca del Matarraña. Para conocerlo de cerca, existe una ruta trazada, que parte desde el casco urbano de Peñarroya de Tastavins. La excursión es algo exigente, considerada de dificultad alta. Es circular y se recorren once kilómetros en unas cuatro horas de tiempo.

El punto de partida de la ruta es la calle del Sol, que nace en la plaza de la Iglesia de Peñarroya. Se inicia por el camino de Vallibona, por donde cada siete años se recibe la romería que llega desde dicha localidad castellonense. En el primer tramo, se atraviesa una zona de pequeñas balmas (u oquedades en acantilados) y construcciones insertadas en la roca, utilizadas antiguamente para tener al ganado. A escasos metros, un desvío a la izquierda lleva hasta el conocido como Parque aragonés de la vivienda en el medio rural, un espacio dedicado a la recreación de construcciones del pasado hasta el que merece la pena acercarse.

Volviendo al camino señalizado, se llega a la balsa de San Miguel, hasta donde el itinerario es común tanto para la ida como para la vuelta. Pero en este punto, el sendero se bifurca para continuar la vuelta por las rocas del Masmut por la izquierda. El siguiente tramo se produce por el sendero del Coll de la Barraca, desde donde ya se pueden ver, a lo lejos, las siluetas del imponente macizo.

La excursión continúa por un pequeño tramo de pista para tomar dirección al puente de La Canaleta, sobre el arroyo de Los Prados. El sendero sigue en paralelo al cauce, que va remontando siguiendo el camino del Boixar. Generalmente está seco por lo que cruzar de un lado a otro del arroyo no supone ninguna dificultad. Así se llega hasta uno de los tramos más peliagudos de la ruta, que es la ascensión a media ladera desde el valle por el sendero de Alfagasos. Desde aquí ya se puede observar la cara este del Masmut en todo su esplendor.

Practicando el runner-turismo frente a las impresionantes moles del Masmut, en el Matarraña.
Practicando el runner-turismo frente a las impresionantes moles del Masmut, en el Matarraña.
Tastavins Trail

La vuelta no tiene pérdida, continuando hasta alcanzar un collado donde se retoma el camino de Vallibona y de nuevo la balsa de San Miguel, hoy empleada como recurso para incendios forestales. Toda la ruta se produce siguiendo el PR-TE 157, un sendero señalizado catalogado como turístico por el Gobierno de Aragón. La actividad se puede realizar en cualquier momento del año pero se recomienda no hacerla en periodos de fuertes lluvias, ya que es posible el aumento repentino del caudal del arroyo de Los Prados.

Masmuda, la tribu bereber que da nombre al lugar

Las rocas del Masmut son uno de los símbolos de Peñarroya de Tastavins y de todo el Matarraña. Además de su riqueza natural, el enclave ha sido desde siempre fuente de inspiración para poesías y leyendas, donde con frecuencia se hace referencia a este macizo rocoso. Se cree que el nombre de Masmut (no confundir como mamut) podría derivar del topónimo ‘masmuda’, una tribu bereber de Marruecos que se asentó en dicho territorio durante la ocupación árabe de la Península Ibérica.

En cualquier caso, no cabe duda de lo impresionante de esta mole calcárea rojiza. Las rocas del Masmut son paredes verticales de más de cien metros de altura que ofrecen formas diferentes según desde donde se miren. Por eso, realizar una ruta circular da la posibilidad de obtener cuatro perspectivas diferentes, desde la casa norte, sur, este y oeste del macizo. Además cada una de ellas tiene su atractivo, como la importante colonia de buitres leonados que viven en el lado noroeste o las vías de escalada de más de 150 metros de recorrido que existen en la cara sur.

La altitud máxima que alcanza el macizo es de algo más de mil metros, por lo que las vistas que se obtienen de todo el entorno no son poca cosa. Los orígenes de las rocas del Masmut están en el Paleógeno, que se dio hace unos 66 millones de años. La formación está hecha a base de los primeros materiales erosionados del macizo montañoso, con conglomerados, areniscas y arcillas, de ahí su color.

La vuelta a las rocas del Masmut es una de las 18 rutas naturales señalizadas en la comarca del Matarraña. Aunque esta es de las de mayor dificultad, las hay fáciles, como la del Parrizal o el Salt de la Portellada. También se pueden recorrer otros senderos turísticos, como el PR-TE-169 (de Torre del Compte a Cretas) o el PR-TE-160 (por los Estrechos de Ráfales).

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