piscinas naturales
Seis embalses de Aragón para una escapada refrescante
Las tres provincias cuentan con espacios naturales donde pasar el día, comer, bañarse y realizar actividades acuáticas lejos de las aglomeraciones de la ciudad.
Con el verano a la vuelta de la esquina y los primeros calores ya sufridos, la mente solo piensa en planes refrescantes. Las piscinas ya están abiertas y la playa es el destino más escogido en estos meses estivales pero cerca de casa hay otros espacios en los que disfrutar a remojo. Son los embalses que, repartidos por las tres provincias aragonesas, ofrecen actividades, tanto por libre como dirigidas, y constituyen un remanso de paz lejos de la ciudad.
Para bañarse en estas aguas tranquilas, coger un kayak o hacer paddle surf no es necesario irse muy lejos. Tanto en Zaragoza como en Huesca y en Teruel hay pantanos accesibles y pensados para pasar un día en familia, con amigos o en pareja.
Pesca y carne a la brasa en La Tranquera
Situado en los términos municipales de Carenas, Nuévalos e Ibdes, el pantano de la Tranquera embalsa las aguas del río Piedra. Con una capacidad total de más de 88 hectómetros cúbicos, durante varios años ha estado, inusualmente, a rebosar de agua, aunque ahora se encuentran al 70%.
Una carretera sinuosa recorre este espacio natural de la comarca Comunidad de Calatayud, cuya construcción en los años 50 del siglo pasado supuso la anegación de dos pueblos: Cocos y Somet. Tras varios años de trámites, el antiguo bar de este último ha sido cedido a la comarca que lo va a rehabilitar para convertirlo en un centro de actividades. Está situado junto a la presa, que se puede cruzar en coche, ofreciendo unas vistas de excepción sobre el agua.
Familias con niños, parejas y grupos de amigos encuentran en La Tranquera un espacio de dispersión donde es habitual ver a muchos pescadores. La mayoría de los visitantes optan por llegar casi hasta la orilla con sus vehículos y montar mesas para comer y pasar el día. Pero hay una alternativa más cómoda. En el merendero Los Cañizos se sirven bebidas, raciones, platos combinados… También se permite al cliente llevar su comida y asar en la parrilla su propia carne, usando los merenderos de la terraza y consumiendo la bebida del bar. Hay baños, parque infantil y un aparcamiento que conecta con el embalse por un camino accesible.
La Loteta, paraíso para el kitesurf
Es uno de los puntos de Europa con más viento y, contado en días, sopla más a menudo que en Tarifa. Con estos datos no es de extrañar que La Loteta, un embalse artificial situado a 45 minutos de Zaragoza, sea el paraíso de los kitesurferos. No solo de quienes viven cerca, sino también de los aficionados de otras comunidades.
Con una superficie de más de mil hectáreas, el embalse de la Loteta se extiende por los términos municipales de Gallur, Boquiñeni, Magallón, Luceni y Pedrola. Hasta cinco clubes o escuelas de kitesurf navegan y dan clases en estas aguas, perfectas para la práctica de este deporte por la situación y el viento en el pantano.
La zona sur es la más cómoda para entrar en acción, ya que dispone de una amplia playa acondicionada para poder montar bien el equipo y donde el cierzo sopla a favor. En este spot es donde se ubica el Club Kitesurf La Loteta, que se encarga del mantenimiento del entorno. También hay vestuarios y un pequeño porche para resguardarse del viento y del sol.
Embarcadero Suscalar, en el pantano de Lanuza
A orillas del embalse de Lanuza, en el Valle de Tena, se encuentra el Embarcadero Suscalar. Regentado por la misma familia desde hace 22 años, este establecimiento ofrece el servicio tanto de actividades acuáticas como de bar y restaurante. Numerosas familias y grupos de amigos escogen este lugar para alquilar una piragua (que puede ser individual o doble), un hidropedal o una tabla de paddle surf. Pertrechados con su chaleco salvavidas, durante una hora son libres de moverse por las aguas del pantano de Lanuza.
Los más valientes podrán llegar hasta el anfiteatro natural donde se celebran los conciertos del festival Pirineo Sur, situado justo en el otro extremo del embarcadero. Cuidado con gastar todas las energías en la ida, después hay que volver.
El recinto también dispone de una pequeña ‘playa’, en este caso de césped, para tumbarse y tomar el sol junto a una zona acotada de baño en el pantano. Está a los pies del restaurante Suscalar, que cuenta con una terraza a modo de balcón sobre el agua. La temporada 2021 ya ha arrancado en el embarcadero, que está abierto todos los días desde las nueve de la mañana.
El Mediano y el Grado, los embalses del Sobrarbe
Los embalses de la comarca de Sobrarbe son un lugar de ocio acuático pero también de historia. La de un pueblo, Mediano, que como tantos otros se vio obligado a desaparecer por la construcción de un pantano. Tanto en este como en el del Grado se pueden realizar excursiones guiadas en kayak. Son aguas tranquilas por las que se puede navegar por libre si se dispone de una piragua o una tabla de paddle surf.
Para quienes prefieran ir con un experto, varias empresas de turismo activo (Solo Monte o Multiaventura Huesca, entre otras) ofrecen estos paseos dirigidos a todo tipo de público, incluidos niños a partir de los tres años. Durante la travesía por el Mediano todavía se puede ver la parte superior de la torre de la iglesia del pueblo abandonado, que sobresale por encima del agua.
La Estanca de Alcañiz, camping y ocio acuático
El embalse de La Estanca, en Alcañiz, es un oasis en medio del secano del Bajo Aragón. Situado a escasos kilómetros de Motorland, a las afueras de la localidad, este espacio natural cuenta con una superficie de 130 hectáreas de agua, 44.000 de caminos y ocho kilómetros de perímetro. Unas características que lo hacen perfecto para realizar deportes como la natación, el senderismo o la bicicleta de montaña. Son las tres disciplinas incluidas en el triatlón, una práctica que desde hace un año se promociona a través del Sport Center.
Esta faceta más deportiva se suma a la de ocio en familia que ya se viene explotando en La Estanca desde hace tiempo. A orillas del embalse se extiende un camping con cabañas, bungalows, parcelas para tiendas de campaña o caravanas, y albergue. También cuenta con restaurante y se pueden alquilar bicis o contratar actividades acuáticas con la empresa Río Caspe Aventura.
El Arquillo, la playa de Teruel
A doce kilómetros del centro de Teruel se encuentra el embalse del Arquillo de San Blas. Es la playa de los turolenses y, sobre todo a raíz de la pandemia, su uso como espacio recreativo y de ocio para familias, parejas y grupos de amigos se ha incrementado. Rodeado de árboles y montañas, es la piscina natural perfecta para salir de las aglomeraciones de la ciudad y entrar en contacto con la naturaleza a un paso de casa.
El embalse se construyó en el cauce del río Guadalaviar y cuenta con una superficie de 83 hectáreas. Su capacidad máxima de agua es de 22 hectómetros cúbicos (lo que equivale a la de 8.000 piscinas olímpicas) y actualmente está lleno al 86%.
Algunos de los planes para hacer en este entorno son darse un baño tras realizar la ruta natural del Guadalaviar así como alquilar un hidropedal o una piragua para navegar por el agua. El servicio se ofrece desde el quiosco-bar del Arquillo, regentado por la misma familia desde hace más de 30 años.
