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Muro de Roda, la sólida y discreta atalaya de La Fueva

La fortificación, del siglo XI, está muy cerca de Tierrantona y se halla en un excelente estado de conservación general; las vistas desde allá son increibles

La pregunta surge muy a menudo en Aragón cuando se disfruta por primera vez de una joya patrimonial en primera persona, animados por las referencias de otros visitantes o los relatos en internet: ¿cómo es posible que esto no sea más conocido? La respuesta suele ser siempre la misma: ni idea. Quizá el lugar no está en una zona turística, es posible que no haya buenos accesos o, simplemente, hay muchos otros ‘robaplanos’ a su alrededor que se llevan el flujo de visitantes. Eso pasa con la fortaleza de Muro de Roda, junto a Tierrantona, en el extenso municipio de La Fueva. Una joya del medievo en el corazón del Sobrarbe.

Se trata de un conjunto amurallado de considerables dimensiones, con forma alargada e irregular; 150 metros de largo, de norte a sur, y unos 50 de ancho. Se apoya en roca, está a 1.007 metros de altura y desde arriba se goza de una panorámica visual de 360 grados, con magníficas referencias:el Congosto del Entremón, el Turbón al fondo, Cotiella y Monte Perdido, Guara al suroeste y la impresionante Peña Montañesa al fondo.

Jesús Solano, alcalde pedáneo de Tierrantona, es visitante asiduo del recinto desde la infancia. “Veníamos mucho por los senderos desde chavales, y seguimos haciéndolo de mayores, sobre todo un grupico de amigos; hoy mismo he quedado con uno de ellos, Ángel Chéliz, con el que vamos abriendo y marcando nuevos senderos habitualmente”.

Dos ermitas y una iglesia

En el conjunto se encuentran la iglesia de la Asunción, junto a la antigua abadía, y la ermita de Santa Bárbara con su puesto de vigía, abrochada a un torreón chato. Afuera, a 200 metros, la ermita de San Bartolomé; allí mismo estaba en su día la escuela y el edificio consistorial local, datado en el siglo XVI. La fortaleza es anterior, del siglo XI, cuando el rey Sancho III de Pamplona y sus hijos Gonzalo de Sobrarbe y Ribagorza y Ramiro I de Aragón se hicieron fuertes en la zona. Junto a la ermita está la zona de aparcamiento;aunque el camino está asfaltado hasta la misma puerta de la fortaleza, lo correcto es recorrer a pie esos últimos metros.

La subida

Al Muro, que antaño controlaba administrativamente siete u ocho aldeas, se sube normalmente desde Tierrantona, aunque hay pista y senderos desde Aluján. Se llega en vehículo por una pista de tierra que en el último tramo deja sitio al ascenso asfaltado. Se marcha a lo largo de la pista GR-1, muy apreciada entre los aficionados de BTT. Cualquier vehículo puede hacer el camino, aunque lógicamente es preferible contar con uno alto.

En el camino solamente hay que prestar atención en un punto para no perdernos: la bifurcación que marca Arasanz-Griébal-Muro de Roda. Ahí hay que tomar la izquierda y seguir el camino, que asciende de manera notoria y lleva a Muro de Roda en 10 minutos. También se puede dejar ahí el vehículo y subir a pie (una media hora) para disfrutar del corto y exigente camino de otro modo.

La historia

La muralla ha pasado por varias reconstrucciones a lo largo de los siglos; originalmente se hizo en mampostería, con arenisca asentada en seco. Tiene una altura media de cuatro metros en el exterior, y bastante menos de puertas adentro. Alrededor de la muralla hay un camino de ronda. “Se ha arreglado hace poco –explica Jesús– y es una gozada: en apenas 15 minutos tienes la ocasión de adentrarte en el bosque, ad mirar el muro desde su base, hacer fotos en una pequeña atalaya espectacular y admirar toda la zona del embalse de Mediano, además de las fortificaciones cercanas. Desde aquí parten varios senderos muy interesantes hacia Humo de Muro, Samitier, Troncedo... hay muchos.De hecho, se han limpiado más de 100 kilómetros de caminos en la zona. La senda de Guatarán y San Cristóbal, que hace una especie de ocho, es otra maravilla: estamos marcándola actualmente, pero los que conozcan la zona ya saben de ella”.

La pista desde Tierrantona al muro se va arreglando, pero aún falta trabajo. “Hemos arreglado entre unos amigos la ermita de San Vicente, a mitad de camino. Arribo hay más ermitas: de hecho, en la ruta San Salvador-Muro de Roda, que se hace mucho en BTT, pasas por 17 ermitas; algunas estaban dentro de casas”, explica Jesús.

La fortaleza se recuperó notablemente en la última década del siglo pasado. Con la crisis de 2008 se quedó parada la reparación de la zona de la abadía. Merece mención aparte la iglesia de la Asunción (también llamada Santa María), románica y del siglo XII, levantada un siglo más tarde que el resto de la fortaleza; además del acta de su primera consagración, descubierta en 1997 en su correspondiente lipsanoteca y que se halla en el Museo Diocesano de Barbastro, allí se encontraron pinturas murales de notable interés. Desde la puerta de la iglesia asoman algunas de las cruces del cementerio, situado en el centro del área fortificada.

Vídeo de Muro de Roda en 'Aragón es extraordinario'

En el siglo XX el conjunto dejó de ser utilizado, convirtiéndose en un polo de interés turístico muy poco explotado por los problemas de acceso descritos. El municipio de La Fueva quiere, no obstante, que la magnificencia de su construcción tenga un mayor eco en el panorama autonómico, máxime en una zona con abundancia de fortificaciones que bien podrían conformar una ruta hábil para la visita en un mismo fin de semana. Historia viva que luce en todo su esplendor.

San Bartolomé, pionera

La ermita extramuros del conjunto se levantó en el mismo siglo XI, no se sabe si al mismo tiempo o poco antes que la muralla. La iglesia castrense de la Asunción, junto al acceso, llegó en el XII y la ermita de Santa Bárbara, en el otro extremo de la muralla, en el XVII.

La ruta románica en el valle

La Fueva ofrece paseo por una docena larga de alicientes patrimoniales del románico, además de la propia fortaleza de Muro de Roda: el castillo de Samitier, el de Troncedo (en la imagen) y varias iglesias de la primera mitad del XI, como la mencionada San Bartolomé de Muro, San Juan de Toledo o San Emeterio y San Celedonio en Samitier, con influencias claras de los maestros lombardos. Ya pertenecientes al sigloXII están las iglesias de Muro de Roda, Tierrantona, Morillo, Troncedo y ermitas como la de la Esperanza de Clamosa. En el siglo XIII se enmarcan las iglesias románicas de Fosado y Charo.

Para comer y comprar

En Tierrantona se cuenta con el bar, restaurante y hotel rural Casa Puyuelo, con un excelente menú diario. Justo enfrente, la tienda local está muy bien surtida con productos de la zona.

La Batalla del Inframundo

Esta prueba ciclista organizada por Zona Zero Pirineos también ha contado con participantes de La Fueva; de hecho, se usó el espacio de la ermita de San Bartolomé para uno de los vídeos de participación. Es una competición muy divertida: se suelen emplear disfraces medievales.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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