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Aviso desde Lechón: hay buena trufa en Zaragoza

Dos agricultores locales acudieron hace algo más de una década a Sarrión para saber más del producto, se lanzaron a la aventura y comercializan hoy su producto

Ver una recolecta de trufa con perro es un espectáculo la primera vez, y la segunda, y la duodécima. En Lechón, muy cerquita de Anento y a dos pasos del límite provincial con Teruel, Jesús López tiene historia personal, su empresa (Trufa Fusión) y grandes ilusiones de futuro. Trufi, una graciosa perra golden de tres años, es su mayor aliada (tiene siete canes de diferentes edades) a la hora de hallar el preciado fruto bajo la tierra de su carrascal. Mara, cachorrita drahtaar, cuenta apenas con cuatro meses y sigue a su mentora peluda, imitando sus movimientos, aprendiendo el oficio. Dice Jesús que promete; la ‘profe’ desde luego, es un hacha que en apenas 15 minutos marca varias trufas de buen tamaño para que su dueño, con la pequeña azada trufera de cabeza triangular en mano, las saque con facilidad para guardarlas en el morral.

Jesús recuerda orgulloso que su hija Alba hizo equipo con Trufi cuando la golden tenía apenas siete meses, con singular éxito; un premio en el encuentro trufero con perro de la vecina localidad de Loscos. La marca Trufa Fusión llegó un poco después. "Lleva en marcha desde el año pasado, aunque como sabrás el inicio de una comercialización supone un trabajo previo de muchos años en el campo. Aquí fuimos dos los que marchamos hace 11 años a Sarrión para aprender sobre la trufa negra y este oficio, y nos llamaban locos" Luis Herrera es el otro productor local, con su marca Trufas Imperial.

Jesús explica que la temporada de la trufa negra empieza a mitad de noviembre y dura hasta marzo. "Estamos ahora en plenitud, caminando hacia las semanas finales de la campaña. Aquí viene más tardía que en Sarrión, por ejemplo; la tenemos ya bien entrado enero, y en febrero. Al final de temporada, además, son de buen tamaño y gran aroma. Todo lo que hay en la provincia de Zaragoza es plantación joven, y tenemos suelos calizos, con un PH entre 7 y 8,5, clima frío en invierno para que madure bien la trufa y calor moderado en verano; aunque suba no llega a límites excesivos que puedan afectar al suelo. El riego es fundamental, por supuesto".

Jesús es el presidente de la Asociación de Truficultores de Zaragoza. "Sonamos menos que Teruel, Huesca también lleva más fama que nosotros, pero no pretendemos entrar en situaciones de competencia, al revés; tenemos un buen producto, la experiencia necesaria y la idea es unir fuerzas. En Aragón se produce el 35% de la trufa negra mundial, tenemos que trabajar juntos para crear una marca Aragón en la trufa. En Périgord, casi el 90% de la trufa viene de aquí, con mayoría de producción turolense, en Huesca con 2.500 hectáreas dedicadas y en Zaragoza andamos por las 900, empezando a producir cada vez más y mejor, y con fácil proyección de ampliar terreno cultivado en la provincia".

El productor zaragozano es, no obstante, comprensivo con las dudas que sigue generando embarcarse en una aventura con la trufa. "Montar una plantación es una aventura cara y trabajosa, hasta el octavo o noveno año no se suele tener rendimiento, y hay que adiestrar bien a los perros; por otro lado, dados los matices de esta producción, se necesita invertir en seguridad, tenemos cámaras y aviso a las fuerzas del orden ante cualquier intrusión".

Miel e hidromiel, dos fuentes de salud y deleite para el paladar

Antonio es el mayor de los tres hermanos Castillo. Apicultor de vocación, abrió en 2012 Miel el Albar en el pueblo de sus raíces maternas. Los hermanos pequeños de Antonio, Arvidas y Leyre, se unieron al esfuerzo tres años después con un producto novedoso, la hidromiel Rasmia. Ahí siguen, colaborando en un impulso conjunto. "Tenemos diferentes variedades: romero, mil flores, tomillo, brezo, bellota, azahar y eucalipto. Eucalipto y azahar son de otros productores, las envasamos aquí; las del bosque vienen del Parque Natural de Moncayo, de la cosecha de otoño, y lo demás es de nuestras colmenas; tenemos unas 500 entre Guadalajara y aquí, hacemos trashumancias luego en invierno y arranque de primavera en los Monegros. También comercializamos propóleo y una mezcla de miel, polen y propóleo, con una textura cremosa y excelente como complemento o prevención de dolencias".

Arvidas explica que la venta por internet ha salvado un poco la situación actual. "Nos movíamos mucho con la hidromiel con ferias y mercados medievales, los bares con cervezas artesanas están en situación complicada... por suerte, sí hay demanda en la red". La hidromiel es una bebida de raigambre mitológica, sacada de leyendas. "Empezamos a hacer pruebas en su día, 20 litros por aquí, 30 por allá, la dimos a probar, gustaba y se nos fue de las manos –ríen– hasta hoy. Es un mosto dulce con agua y miel que se fermenta con levaduras; hemos hecho unas 12 variedades en total, aunque la que más salida tiene es la tradicional, con poca graduación. También funciona bien la ganjah, que lleva cáñamo y aceite esencial de cannabis, nada de THC, por supuesto. La BatBerry, con fresa, frambuesa y arándano, nos valió una medalla de plata en un concurso de hidromieles celebrado en Polonia hace año y medio".

El retablo gótico de San Lorenzo, atribuido a la escuela de Bermejo

En la parroquia de San Lorenzo, la parte principal del retablo está pintada en la pared; se perdió y no se ha planteado su reposición. Sin embargo, en la parte baja hay dos tablas de una predela que muestran imágenes de varios santos: concretamente, se trata de las imágenes de Santa Brígida, Santa Polonia, San Agustín, San Quílez, Santa Bárbara y Santa Águeda. Estas tablas se han atribuido a la escuela del maestro Bartolomé Bermejo, protagonistas absoluto del museo Parroquial de Daroca. Se llegó a pensar que podía ser parte del retablo de Santo Domingo de Silos, pero la teoría más aceptada es que sus posibles autores fueran discípulos del maestro y no el propio Bermejo. Por otra parte, y dentro de su sencillez, la iglesia tiene hermosos rasgos de interés, como las policromías originales en madera oscura que exhiben el confesionario y las escaleras del púlpito.

LECHÓN

Comarca. Campo de Daroca.

Cómo llegar. Desde Zaragoza, su capital de provincia, hay 77 kilómetros por la Autovía Mudéjar. Daroca está a apenas 14 kilómetros.

Dónde comer. Lechón no dispone de servicio de bar; hay club social con máquinas expendedoras.

Compras. En la página web hidromielrasmia.com se pueden adquirir las diferentes variedades del producto; también se vende miel El Albar in situ. En cuanto a las trufas, está trufasimperial.com y Trufa Fusión (en el 656 81 02 08 y trufafusion@gmail.com).

La ermita y los peirones. Formando conjunto con el cementerio está la ermita de San Fabián y San Sebastián. Junto a ella está el peirón de la Virgen de Montserrat, mientras que los otros dos peirones locales se dedican a San José y San Ramón Nonato.

Las fiestas. Las mayores están dedicadas en verano aSan Lorenzo, y suelen extenderse durante tres días. En invierno, el festejado es San Fabián y la fecha señalada para los fastos es el 20 de enero. Las últimas ediciones de ambas no han podido celebrarse.

Artículo incluido en la sección 'Aragón es extraordinario'.

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