aragón es extraordinario

Huesa del Común, las alturas y el sabor

La localidad turolense cuenta con el peirón de mayor tamaño en Aragón, gran tradición alfarera y un bar con especialidades venezolanas

Cuando algo es 'lo más', en el contexto que sea, resulta legítimo recalcarlo y, si es propio, presumir de ello. Es lo que hace Jerónimo Gracia, alcalde de Huesa del Común, con el peirón de San Miguel; esa palabra rural por antonomasia, que a muchos citadinos suena a chino, define a las columnas devotas que adornan los exteriores de muchos pueblos; el que dedica este pueblo turolense a su patrón está considerado como el más alto de Aragón. “Lo hemos comprobado, son 7,40 metros, y lo tenemos cuidado. Es importante para el pueblo”. También lo son otros tesoros naturales, que el primer edil desgrana con detalle. “Contamos con la sima Valdeotón, de propiedad privada y cedida al Ayuntamiento para su cuidado; vamos a vallarla para preservar sus riquezas naturales y prevenir sustos. Contamos con una ruta muy interesante que no descartamos iluminar, que consiste en bajar por el camino de la Vega y subir por el de la Garrituerta; además, queremos acondicionar el lavadero antiguo, y existe una fuente de agua mineromedicinal siempre templada que, si la covid-19 lo permite, queremos recuperarlo ahora”.

La lista sigue por el barrio pedáneo de Rudilla. “El edificio del antiguo ayuntamiento es una joya y queremos recuperarlo; en Rudilla hay que adecentar edificios y caminos, y hay una zona de trincheras de la guerra civil muy interesante; no en vano albergó un antiguo puesto de mando en el inicio de la batalla del Ebro”.

Otro tesoro local es el bar Tolo, situado en el antiguo callizo de los Bartolos, una familia que se dedicó en los primeros años del siglo XX a preparar campos para el cultivo y levantar muros de piedra para delimitarlos. Lo lleva desde hace dos años la venezolana Janeth Gutiérrez. “Estoy contenta aquí, y creo que los vecinos también con mi trabajo. Me gusta mucho la tranquilidad del pueblo, pasear por la subida al castillo, el aire puro y naturaleza, aunque el frío es tremendo, pero se adapta una. Lo que más gusta de las recetas que traje de mi país son las tequeñas, masas de harina de trigo rellenas de queso; se toma mucho en el vermú. También hago arepa de reina pepiada, que consiste en pastelillos de pollo con aguacate; igual gusta el patacón de plátano verde macho, con repollo y carne mechada”.

La tradición alfarera

Huesa del Común es conocida por su historia artesana, con los peculiares cántaros como enseña. “Llegamos a tener siete alfarerías –explica Jerónimo– pero ahora solo queda una, muy deteriorada, y no hay nadie que se dedique al oficio; hemos hablado con el actual propietario de esa edificación, hijo del último alfarero que tuvimos, para valorar la recuperación del horno y el antiguo taller, a fin de que salvaguardar esa parte de nuestra historia: ojalá sea posible”.

Subiendo por detrás del pueblo, en la zona de los Escorrales, se ha observado un fenómeno muy curioso. “Hemos encontrado muchos perillanes allá: en Huesa llamamos así a figuras de Jesucristo en la cruz hechas en arcilla, que no tienen manos ni pies, parece que se hacían muchas para las lápidas funerarias en su día, y quizá lanzaban ahí las defectuosas; no están barnizadas. Hay una muestra en el Museo de Teruel, son del siglo XIX”.

El castillo de Peñaflor, la ermita de Santa Quiteria... y las recetas

La vista del castillo de Peñaflor preside el casco urbano desde lo alto. “Hay que reconocer –apunta el alcalde, Jerónimo Gracia– que el propio acceso necesitaba de mejoras, pero ahora ya está muy bien para subir en un paseo corto, aunque la cuesta aconseja tomárselo con calma”. La fortificación corona un espolón rocoso, y se conservan restos de dos torres cuadradas, separadas por unos 30 metros.

Huesa del Común también tiene su nevero de hielo, aunque no está precisamente en las mejores condiciones y actualmente no es visitable. “La verdad es que amenaza ruina; la propiedad está compartida entre la Asociación Cultural Castillo Peñaflor y un particular; la intención del Ayuntamiento es mediar para que se llegue a un acuerdo y recuperarlo, si calificamos para algún tipo de ayuda; para eso debe ser un bien de gestión pública, claro; ojalá podamos acometer ese reto”. La ermita de Santa Quiteria, patrona del pueblo junto a San Miguel, es otro orgullo.

Más rescates

El alcalde no esconde su entusiasmo por otro tipo de retos, más pequeños en tamaño pero de honda significación para el pueblo. “Hay una serie de recetas que no deberían perderse; por ejemplo, los buñuelos de viento o de miel; en esta Nochebuena hubo un vecino que se animó a hacerlos a la antigua usanza, y disfrutamos mucho de su generosidad. También hay tradición de hacer vino de nueces, pacharán y jabón casero, y hay guisos de antiguo muy apetitosos. Antes se hacía mistela, pero se ha perdido la fórmula; queremos recuperar todo eso con la ayuda de los mayores, y dejarlo por escrito. Lo mismo pasa con las auroras; se cantan 18 distintas para cada santo, al nacer el día; lo ideal sería hacer un librico con todo”.

El paraíso de las vías ferratas a espaldas de la fortaleza

Subir al castillo tiene el premio de las vistas y el aliciente de escuchar la historia contada por las piedras que siguen en pie, pero rodear la loma que lo alberga supone dirigirse a una de las zonas privilegiadas de Aragón en cuanto a concentración y atractivo de vías ferratas. Los escaladores de toda la Comunidad y de regiones aledañas, sin olvidar a un buen porcentaje de juventud con raíces en el pueblo, se acercan a estas paredes imponentes de dificultad diversa. La estelar mide casi 150 metros en vertical pura, y los más avezados la suben en una media hora; hay unas 80 paredes marcadas gracias al esfuerzo combinado desde 2006 del pionero en el lugar, Daniel Maz (fallecido tras un accidente de escalada en hielo) y Toño Moya a continuación;varios aficionados de Daroca corrieron un poco más la voz entre la afición, y las paredes tienen visitantes todo el año.

HUESA DEL COMÚN

Comarca. Cuencas Mineras.

Cómo llegar. Desde Teruel, su capital de provincia, hay 102 kilómetros por la A-420 hasta Utrillas, la A-222 hasta Cortes de Aragón y la A-2514 hasta destino.

Trencillas internacionales. Celino Gracia Redondo, hijo del pueblo, fue un árbitro de fútbol de Primera División, que pitó además internacionalmente. Por su parte, otro huesino como Clemente Ayete Plou también fue internacional como linier. Celino tiene un hijo de su mismo nombre que se abre paso como cantautor, con notable eco regional.

Fiestas. Santa Quiteria es el 22 de mayo y San Miguel el 29 de septiembre.

La andada K-Mina. Se trata de un paseo de 19 kilómetros que une Huesa del Común con la localidad de Segura de Baños.

En el ‘Cantar del Mío Cid’. Huesa aparece mencionada en ‘El Cantar del Mío Cid’, atribuido a Per Abbat y divulgado en 1207; su topónimo medieval, Osa, figura varias veces en el relato de las aventuras de don Rodrigo Díaz de Vivar por tierras aragonesas.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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