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Julio Maza, guardián de los ‘tesoricos’ de Robres

El veterano albañil abrió hace tres años un impresionante museo de objetos de todo tipo, que ha ordenado y clasificado de manera magistral

Museos etnológicos y etnográficos haylos por las cuatro esquinas de Aragón. Casi siempre se trata de colecciones privadas abiertas al público, y cada pueblo presume del suyo, con mayor o menor sustrato en la argumentación. En Robres, que tiene otros dos museos, la gente es clara. “Tenéis que ver el de Julio”. Y sí, hay que verlo.

Julio se apellida Maza, ha sido albañil de toda la vida, y nunca se ha querido ir de Robres; ha trabajado en todas y cada una de las casas del pueblo, aunque fuese un día. Es un fenómeno, albañil fino, dicen; él replica con humildad. “Bueno, me ha gustado siempre hacer las cosas bien”. En el patio de su casa, entre el almacén que convirtiera en museo hace tres años y el taller, tiene animalicos de granja. Además, ha construido un homenaje pétreo a su madre Petra, un pozo, un gigantesco tipi indio, un molino de viento castellano con el Quijote y Sancho delante, una pirámide... ahora planea un arco romano, ya tiene bocetos y quiere hacerlo realidad lo antes posible.

Lo del coleccionismo le viene de crío: apuntaba a un Diógenes de libro, que supo reconducir hacia el orden y la pulcritud. “Mis primos vivían al lado, salíamos a jugar y en una cuadra encontramos dos clavos gigantes: me los guardé, y así empecé a acumular cosas. Cuando tiraban una casa me cogía, cerrajas, llaves, herramientas… poco a poco, fui acumulando cosas, y ya va para medio siglo que ando recogiendo. Luego ya eran tratos directos; un chatarrero me bajaba del monte aladros de caballerías, llegábamos a un acuerdo con el precio y los limpiaba a conciencia cuando tenía un día libre:bien limpios, con cepillos, rodillos y un líquido conservante, tapados con plásticos... La colección en el garaje donde la guardaba se hizo tan grande que pensé que debía hacer un museo cuando me jubilase; ahora, cuatro años después de hacerlo, hace tres que tengo el museo, aunque lo venía preparando desde unos años antes. Está casi lleno, y me siguen mandando cosas”. La iniciativa cuenta con el apoyo expreso del Ayuntamiento de Olga Brosed.

Cuando entran visitantes, la primera reacción es tremenda. “Hay uno aquí, Ramón, que le decimos el Francés, porque creció por allá. Tenía una colección grande de cosas, que me enseñó, pero ya vi que la mía era mayor, aunque no peleábamos, ¿eh? Un día me llamó y me dijo que iba a vender la mayoría de los pingos, y que prefería que me quedase yo las cosas antes que vendérselas a otro; se portó muy bien con los precios, y aún me regaló cosas. No había venido aquí a mi casa, y cuando entró dijo “me he quedado anonadado, esto no es un museo, es una catedral”. Y se ríe Julio, recordando aquella expresión.

El albañil de Robres tiene una pieza favorita. “Sí, una colmena de caña que hizo mi padre, le llamo el vaso. Hace 50 años que murió, muy joven el pobre. Siempre la guardé de recuerdo y la cuidé. También una cocinilla de mi tía Isabel”. Hay de todo: matrículas de coche de medio mundo, todo tipo de aperos, un aula de escuela completa, una alcoba con todos los detalles, armas antiguas... todo ordenado, señalado –hay ruta sugerida– y cuidado con mimo. Además, verlo con Julio es un aliciente extra: su pasión es contagiosa…

Un corral de comedias, la gran ilusión del laureado teatro local

Luis Manuel Casaus es el señor Teatro en Robres. Un soñador que hizo aterrizar la alfombra mágica de sus ilusiones en el terruño que le vio crecer. “Ojo, que históricamente siempre hubo mucha afición. De niño recuerdo que venían compañías que hacían temporada aquí, a veces hasta 15 días, con varios cambios de repertorio; yo iba con mi padre y no me perdía una. La obra que me impactó fue un sainete de Santiago Martín Ramos, ‘El sexo débil’. El drama se llevaba mucho, a la gente le encantaba echar unos lloros”.

Desde 1988 existe la compañía de Teatro de Robres, nacida con el afán de llevar teatro al mundo rural. “Yo fui profesor en Salesianos, daba clases de lengua y literatura; allí llevaba un periódico escolar y un grupo de teatro, y traje ambas cosas al pueblo. Las dos siguen: vamos por 168 periódicos y casi 1.000 representaciones por toda España. Somos unos no profesionales que nos manejamos con mucha profesionalidad -ríe- con un equipo de técnicos, otro de músicos y elenco actoral, unas 40 personas en total”.

Dice Luis Miguel que el Teatro de Robres se atreve con cualquier montaje. “Las que quizá hemos hecho más son ‘Hay que deshacer la casa’, ‘El florido pensil’ y la trilogía lorquiana: ‘La casa de Bernarda Alba’, ‘Yerma’ y ‘Bodas de sangre’. Ha habido años en los que nos hemos atrevido con 5 ó 6 montajes”.

El Festival de la Oralidad de Robres lleva casi dos décadas; lo organiza la compañía, con el apoyo del Ayuntamiento. “Se hacía antes a mediados de agosto, luego los sábados de julio, al aire libre. En el Santuario de la Virgen de Magallón, aquí al lado, en Leciñena, hemos estrenado la trilogía lorquiana; montamos un escenario en ‘U’ frente a la puerta para algo más de 400 personas. Venía gente de toda la comarca y de los alrededores, incluso de Huesca. En 2006, cuando estrenamos en el Santuario ‘La casa de Bernarda Alba’, nos decían que estábamos locos, que no iba a ir nadie allá a ver teatro de aficionados. Y hubo que hacer tres pases, con las entradas a 15 euros”.

Corral de comedias en Robres

El gran proyecto de la Compañía es erigir un corral de comedias en la localidad. El grupo de Teatro de Robres fundamenta esa petición al Ayuntamiento (hay buenas perspectivas) en la historia que contempla a la compañía, el número de montajes y representaciones acumulado, el propio Festival de la Oralidad, los estrenos en el Santuario de Leciñena, los montajes de pequeño formato dentro del propio Santuario, la excelente acogida del Programa de Otoño en los arcos de la iglesia de Robres, las 72 representaciones en Huesca capital (14 en el Olimpia, siempre a casa llena), las efemérides con el montaje de La ‘Casa de Bernarda Alba’, la veintena de premios autonómicos y nacionales, el del ‘Diario del Alto Aragón’ en este 2020, los 1.500 seguidores del Teatro de Robres que acompañaron a la compañía por España en 26 viajes organizados y el interés mediático generado. Además, se señala la posibilidad de albergar allá una escuela comarcal de teatro.

La iglesia de la Asunción, faro patrimonial del pueblo

El principal activo patrimonial de Robres en el plan religioso es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Corresponde su fábrica al estilo barroco clasicista-neoclásico; surgió en la segunda mitad del siglo XVIII y se construyó sobre una antigua iglesia medieval. En su interior se encuentra la Argolla de San Blas, relicario al que la tradición atribuye poderes preventivos o curativos ante las enfermedades de oído y garganta.

Otro edificio notable es el que alberga actualmente al Ayuntamiento de la localidad. Se trata del Antiguo Granero de las Primicias, también de estilo neoclásico y su porte de casona solariega tiene pares en el pueblo, como la Casa Altabás y Lasierra, de estilo barroco. En cuanto a las tradiciones, la romería al cercano Santuario de la Virgen de Magallón en Leciñena se vive con el Dance de Embajadores de Robres.

ROBRES

Comarca. Los Monegros.

Cómo llegar. Desde Huesca, su capital de provincia, hay 37 kilómetros por la A-1212 y la A-1214.

Para comer. El asador La Plana, a las afueras, tiene muchos adeptos. También se cuenta con El Plegadero y el Bar de Robres.

Museos. Además del etnológico de Julio Maza hay un Museo Municipal de espíritu similar y el Museo de la Guerra Civil en Aragón, de reconocido prestigio en la zona.

Piscina climatizada. Es la única de la comarca, con gimnasio contiguo.

El vino. Durante muchas décadas fue la gran fuente de sustento del pueblo, y actualmente se mantienen un buen número de explotaciones familiares. hay fiesta de la vendimia con elaboración de vino colectivo.

Fútbol de Tercera División. Con 500 habitantes censados, el club Deportivo Robres milita actualmente en el Grupo 17 B de la categoría, y ocupa la sexta posición de la tabla en esta temporada de inicio tardío, con tres victorias, un empate y dos derrotas.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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