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El Parque Natural del Moncayo, 11.000 hectáreas que dan para mucho

Rutas senderistas o para bici, micología, restos de arquitectura popular… Las posibilidades de este espacio de ecosistemas variados son tan amplias como su extensión.

El Parque Natural del Moncayo es uno de los destinos más elegidos año tras año por las familias para hacer senderismo.
El Parque Natural del Moncayo es uno de los destinos más elegidos año tras año por las familias para hacer senderismo.
Gobierno de Aragón.

Con sus más de 11.000 hectáreas de extensión, el Parque Natural del Moncayo se enclava en la provincia de Zaragoza, desde su límite con Soria hasta el municipio de Calcena. El vasto espacio pasa por los términos municipales de nueve localidades y su altitud máxima es el cerro de San Miguel, con el pico Moncayo a algo más de 2.300 metros.

Las posibilidades de turismo de naturaleza que ofrece este espacio son tan amplias como su extensión. En su inmenso terreno aparecen ecosistemas variados y paisajes nada propios del clima mediterráneo-continental. De hecho, a la cara norte del Moncayo se la califica como isla atlántica y esconde bosques propios de otras latitudes, que recogen un tercio de toda la flora de Aragón. La cara sur, por su parte, es menos accesible y su riqueza radica en las formaciones geológicas, con cuevas, barrancos y muelas, que esconde.

Para poder conocer el parque, que cuenta con este título desde hace 40 años, el terreno está señalizado con rutas senderistas para recorrer tanto a pie como en bicicleta de montaña.

Rutas senderistas pensadas para hacer en familia

Parque natural del Moncayo.
Parque natural del Moncayo.
J. Foster-Archivo Prames

Dentro de la red de senderos señalizados, el Parque Natural del Moncayo ofrece tres rutas que, por su dificultad, se pueden realizar en familia y con niños. Con extensiones de entre 3 y 7,5 kilómetros de ida y vuelta, las propuestas son sencillas, no prolongándose en el peor de los casos más de dos horas, sin tener en cuenta las paradas.

Una de estas alternativas es el denominado AG2, un paseo suave por el entorno del Agromonte hasta el paraje de la Fuente de la Teja. Durante el recorrido, se atraviesa el bosque de abedules, uno de los de mayor interés del parque, para terminar en un área recreativa bajo un hayedo. La distancia total de esta ruta es de 3,3 kilómetros de ida y vuelta.

Otra opción algo más larga pero para todos los públicos es la ruta S1 del hayedo de Peña Roya. Con una distancia de 7,5 kilómetros, el tiempo total estimado de esta caminata es de unas dos horas. Desde la Fuente de Sacristán, el sendero discurre por pista forestal entre uno de los hayedos importantes del parque. Además, se pasa por los restos de una antigua ermita y un pozo de nieve en el prado de Santa Lucía.

Itinerarios a pie más exigentes para subir al Moncayo

Para los senderistas más experimentados, el Moncayo ofrece alternativas de mayor exigencia, desde las rutas que ascienden hasta la cumbre, con unos 15 kilómetros de distancia, hasta otras más llevaderas, de entre 4 y 5 kilómetros.

Quienes quieran llegar hasta la parte más alta por la cara norte, lo pueden hacer siguiendo las indicaciones del AG1, el sendero tradicional de ascenso a la cumbre del Moncayo. Su extensión es de 12,3 kilómetros de ida y vuelta, con una duración estimada de cinco horas y media. La subida continuada comienza en la fuente de los Frailes, pasando por pinares, hayedos y matorrales hasta alcanzar el circo de San Miguel, desde donde el ascenso es más acusado hasta llegar a la cumbre.

Hayedo en las proximidades de la fuente de la Teja, en el Parque Natural del Moncayo
Hayedo en las proximidades de la fuente de la Teja, en el Parque Natural del Moncayo
Prames

Otra opción es llegar a lo más alto por la cara sur, siguiendo el S4 de los barrancos de Talamantes. En este caso, la acumulación de agua propicia que la diversidad de especies sea mayor en esta zona, encontrando chopos, arces y arbustos mientras se asciende. El recorrido de ida y vuelta es de 15 kilómetros.

Como opción intermedia, el AG4 llevará al senderista hasta la ermita de San Cristóbal, en la cara sur del Moncayo. Merece la pena ascender hasta este punto para obtener una vista panorámica de este sector del parque y del valle del Isuela. La distancia es de 5 kilómetros, que se recorren en unas dos horas y media.

El S2 del Barranco del Apio, en la cara norte, y el S3 de los barrancos de Purujosa, en la cara sur, son otras alternativas moderadas, de 4 y 5,2 kilómetros respectivamente, para disfrutar de los bosques de pinos silvestres y hayedos del Moncayo.

Recorridos señalizados para la práctica de BTT

Los aficionados a la bicicleta de montaña pueden encontrar en el Parque Natural del Moncayo toda una red de senderos señalizados y habilitados para esta práctica. Dentro de las propuestas hay alternativas para todos los gustos, desde itinerarios con fuertes repechos a otras que destacan por las vistas. Después está la madre de todas las rutas: la vuelta al Moncayo.

Esta última propuesta solo es apta para ciclistas experimentados en la práctica de BTT ya que su extensión es de 105 kilómetros, unas diez horas pedaleando para dar la vuelta al parque, como su propio nombre indica. Por su fuerte desnivel acumulado, es el itinerario de un día más duro de Aragón y uno de los más exigentes de toda la península Ibérica.

Las cuatro opciones restantes son más accesibles, con recorridos de entre 30 y 55 kilómetros. Las más cortas son la del cerro Gordo (R1), cuya recompensa es la panorámica de los barrancos de la cara sur del Moncayo; y la del refugio de Valdemanzano (la R4). Su longitud es moderada, 30 kilómetros, pero la ruta está catalogada como difícil por los fuertes repechos que hay que superar.

La ruta de la Tonda y las Peñas de Herrera (R2) destaca por las formaciones calizas que atraviesa en sus 49 kilómetros, y la R3, la de las Cumbres del Moncayo, es la mejor propuesta para los amantes de las grandes longitudes. Es una propuesta de media montaña de 55 kilómetros entre pistas forestales variadas. Durante el recorrido, el ciclista atravesará bosques infinitos y crestas de altura con vistas panorámicas de la Sierra del Moncayo, el Valle del Ebro y, en días despejados, incluso del Pirineo Central.

Micología y turismo rural

Aunque ya es algo tarde y la cosecha no ha sido prolífica este año, el Parque Natural del Moncayo es uno de los destinos más frecuentados de la provincia de Zaragoza para la recolección de setas. El turista micológico escoge esta zona por la diversidad de especies que se pueden encontrar, más que por su cantidad. El amplio ecosistema del Moncayo, donde crecen hayas, sauces, pinos y abedules, propicia que los tipos de setas y hongos sean más variados aquí que en otras zonas de Aragón.

Algunas de las especies más famosas que nacen en estas tierras son el níscalo o rebollón, el boletus o las negrillas, más para finales de otoño o principios de invierno. Aunque se trata de una zona protegida, las condiciones de recolección de setas para autoconsumo son las generales, sin necesidad de solicitar permiso y no sobrepasando el límite de los tres kilos por día y persona.

Ya sea con la cesta vacía o llena, la salida micológica al monte se puede completar con alguna visita de turismo rural en el entorno del Parque Natural del Moncayo. El espacio esconde restos de la arquitectura popular, como el molino de viento de Tabuenca, las parideras de Valdeavellano en Añón de Moncayo o el pilón sagrado de Calcena a los que merece la pena acercarse.

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