Turismo micológico: las mejores zonas de Aragón para recoger setas

Aunque la temporada se presenta escasa, salir al monte en busca de rebollones, colmenillas o boletus y pasar un día al aire libre sigue siendo un buen plan de otoño.

Desde 2014, la recolección de setas en Aragón está regulada por un decreto
Desde 2014, la recolección de setas en Aragón está regulada por un decreto
A. Leiva

El otoño es época de setas y cada vez son más quienes optan por el turismo micológico como alternativa para un plan de fin de semana. Si bien es cierto que este año, por las lluvias escasas y tardías del verano, la temporada de recolección de estos meses se presenta austera, el aficionado a esta práctica sigue saliendo al monte, aunque consciente de que en esta ocasión la cesta volverá medio vacía.

Si es la primera vez que uno se está planteando pasar una jornada micológica, es importante que antes de la actividad se tengan en cuenta varios aspectos. Desde el año 2014, un decreto regula la recolecta de setas en todo el territorio aragonés, diferenciando entre las zonas reguladas y las no reguladas.

Es en las no reguladas donde se pueden recolectar setas para autoconsumo sin necesidad de solicitar permiso, pudiendo recoger un máximo de tres kilos por persona y día. Esta cantidad puede variar si se trata de espacios recogidos, como pueden ser parques naturales u otros parajes. En este caso conviene asegurarse previamente de las condiciones de recolección propias de cada lugar.

Teniendo esto claro y con el destino ya escogido, es aconsejable mirar previamente la climatología y decidir si se va a pasar el día o si se necesita pernoctar, tener localizadas gasolineras y estudiar bien la ruta que se va a realizar para no perderse en el monte. Una vez en plena recolecta, para evitar intoxicaciones los expertos recomiendan tener mucha precaución y, ante la mínima duda, no coger, y mucho menos comer, especies de las que no se tenga conocimiento.

Con estos consejos por delante, Aragón ofrece innumerables espacios en los que poder recolectar setas aunque, este año, no se deba salir al monte con demasiadas expectativas. A la mala cosecha se suma, además, que este otoño no se van a celebrar prácticamente ninguna de las habituales jornadas micológicas que se suelen organizar por estas fechas en varias comarcas aragonesas.

El motivo es común a todas las organizaciones y entidades que las promueven, primando, en esta ocasión, la seguridad sanitaria y huyendo de actividades grupales que impliquen cierto contacto. En cualquier caso, el monte abierto así como otras zonas y parques protegidos están a disposición de quienes, respetando las normas citadas, quieran probar suerte cesta en mano. En el peor de los supuestos, se habrá disfrutado de excursión al aire libre en familia, en soledad o con amigos.

Los boletus y los rebollones son las especies más comunes en Aragón
Los boletus y los rebollones son las especies más comunes en Aragón
J. Escudero

Zonas para la recolección en Zaragoza

Desde los pinares de Zuera, hasta las Cinco Villas, pasando por el puerto de Paniza, la sierra de Algairén y el Moncayo. La provincia de Zaragoza ofrece numerosas zonas que pueden ser destino para los aficionados a la recolección de setas.

Uno de los destinos más frecuentados es el entorno de San Martín de la Virgen del Moncayo. Esta zona es más popular por la diversidad de especies que por la cantidad. Y es que aquí, donde el cierzo arrecia, la humedad nunca es suficiente para que las cosechas sean abundantes. “Tenemos pocas dosis, pero mucha variedad”, resume Jesús Lamata, presidente de Micomoncayo, la Asociación Micológica de San Martín de Moncayo.

El amplio ecosistema del Parque Natural del Moncayo, donde crecen hayas, sauces, pinos y abedules, entre otros árboles, hace que las especies de setas que se pueden encontrar en esta zona sean también muy diversas. Algunas de las más famosas que nacen en estas tierras son el níscalo o rebollón, el boletus o las negrillas, más para finales de otoño o principios de invierno.

Aunque se trata de una zona protegida, las condiciones de recolección de setas para autoconsumo en esta cara del Moncayo son las generales, sin necesidad de solicitar permiso y no sobrepasando el límite de los tres kilos por día y persona. Las jornadas micológicas que habitualmente impulsa esta asociación no se van a llevar a cabo este año por precaución, como sucede también con la propuesta micológica que se lanza anualmente por estas fechas desde la comarca de las Cinco Villas.

Espacios en Huesca

En la provincia de Huesca la temporada se augura escasa, como en el resto del territorio aragonés. Aquí, las precipitaciones más abundantes han llegado en septiembre cuando, para poder recoger setas ahora, debería haber llovido en agosto.

Así, quienes contactan con las asociaciones y otras entidades relacionadas con la micología sobre las expectativas de este año, reciben una respuesta no demasiado optimista. Aun así, desde la Asociación Micológica Sarllé, en Cerler, constatan el interés que la micología está suscitando con la llegada del otoño.

“Recibimos llamadas para pedir información de las zonas de recolección o sobre las jornadas micológicas”, explica Juancho Garrido, presidente de la asociación. Unas jornadas que, muy a su pesar, este año no se van a celebrar. “Estas actividades son para disfrutar en grupo y con esto del covid no iba a ser lo mismo”, lamenta Juancho.

En cualquier caso, quienes opten por pasar un día en el monte con la excusa de las setas, en el valle de Benasque no hay zonas reguladas, por lo que se puede recolectar sin permisos hasta un máximo de tres kilos en cualquier lugar.

Otras zonas de la provincia de Huesca donde se pueden realizar estas excursiones micológicas son el entorno de Jaca, donde se puede contactar con la Asociación Micológica La Usonera para informarse de las condiciones de recolecta, o la zona Ayerbe.

También en Sobrarbe, donde conviven numerosos hábitats favoreciendo la variedad de especies de setas, se organizan otros años jornadas micológicas impulsadas por la comarca. Si se quiere recolectar en esta zona, conviene informarse previamente ya que varios ayuntamientos, como los de El Pueyo de Araguás, Bielsa o Laspuña, tienen zonas reguladas de su propiedad, donde será necesario solicitar permiso.

Señal que informa de la zona regulada de recolección de setas en el Maestrazgo
Señal que informa de la zona regulada de recolección de setas en el Maestrazgo
HA

Lugares en Teruel

La sierra de Javalambre, el Jiloca, el Maestrazgo, el Matarraña, la sierra de Albarracín… Muchos son los lugares de la provincia de Teruel famosos por su calidad micológica. Habitualmente también lo son por su cantidad, aunque éste no será el año.

Desde algunas entidades relacionadas con el sector han notado cierto repunte en el interés de los turistas, especialmente en fines de semana y puentes festivos. Es el caso del Parque Micológico de Albarracín, una zona regulada que abarca el terreno de varios municipios de la comarca, con una extensión de 60.000 hectáreas.

Para recoger setas en este espacio es necesario adquirir un permiso, que se puede tramitar 'online' de forma sencilla. Al tratarse de una zona protegida, las condiciones varían respecto a las del monte abierto, pudiéndose aquí recoger un máximo de diez kilos por persona y día. Esto en el caso de tratarse de un turista o de una persona con alguna propiedad en la comarca. Para los vecinos, las condiciones son algo mejores, aumentando el límite hasta los 12 kilos.

En cuanto a los precios de los permisos, también hay tarifas reducidas para los vecinos, que solo tendrán que pagar cinco euros anuales, y para los propietarios de inmuebles en la zona, cuyo precio será de diez euros por recolectar todo el año. Para los turistas, hay tres tarifas, la de día, que cuesta cinco euros por persona; la semanal para recolectar durante siete días seguidos, por diez euros; y el permiso de temporada, cuyo precio es de 60 euros.

Como sucede en otras zonas de Aragón, en la sierra de Albarracín la amplitud y diversidad del ecosistema contribuye a la proliferación de distintos tipos de setas. En total, se calcula que en la zona conviven unas 36 especies micológicas comestibles y comercializables diferentes. Champiñones, colmenillas, níscalos o rebollones, setas de cardo o sanjuaneras son algunas de las variedades que se podrán encontrar por estos montes turolenses.

Otras zonas de la provincia para practicar el turismo micológico son el Matarraña, donde se puede contactar con la Asociación Amics del Bolets de Beceite para más información, o el Maestrazgo. En este caso, la zona está regulada y los permisos para acceder a este espacio de aprovechamiento micológico se deben solicitar a la comarca. Se tramitan por internet y la tarifa es de cinco euros para el pase diario, 8 euros el de fin de semana (sábado y domingo) y 50 euros para toda la temporada.

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